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Guijo de Coria

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DATOS del MUNICIPIO  40º06'04" N 006º27'49" W Hoja del M.T.N. núm. 397

TIPO DE ENTIDAD: Villa

SUPERFICIE TÉRMINO (Km2.): 74.75

ALTITUD: 445 m.

POBLACIÓN: 227

DISTANCIA CÁCERES: 86

PARTIDO JUDICIAL: Coria

MANCOMUNIDAD: Mancomunidad de San Marcos

COMARCA AGRARIA: Coria

GENTILICIO: Guijeños

BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA:

   Según Pascual Madoz, en el año 1849 en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, en su tomo I:

    "ALAGÓN río de la provincia de Cáceres; tiene su origen en la de Salamanca; pero es en ella poco conocido por la escasez de sus aguas, y por la confusión que existe para designar su verdadera aparición: seguiremos en esto las noticias que nos parecen mas acertadas, separándonos del mapa de D. Tomás López y otros geógrafos: nace este río en una abundantísima fuente, término de Aldeanueva de Campomojado, partido judicial de Alba de Tormes, á la falda meridional de la sierra de Herreros; recibe casi á su nacimiento las aguas que vienen de esta sierra, y así, pobre aun, entra por el extremo meridional del término de Frades, partido de Sequeros, en el de Villar de Leche, alquería del Endrinal, que atraviesa pasando junto al pueblo unos 50 pasos al S.; baja después á la villa de Monleon, en cuyo término recibe las aguas de Riofrio y Mandiles, sirve de límite meridional á la del Tornadizo, corre al N. de S. Esteban de la Sierra, NE. de Garcibuey, SO. de Santibañez donde le entran los rios Quilama y Pasajes, que vienen de la villa de Valero, E. de Miranda del Castañar, haciendo límite con Sta. Maria de lo Llano, hasta entrar en el término de Soto Serrano: 1/2 leg. al NE. de este pueblo, recibe al rio Francia por su derecha, y todos los arroyuelos del territorio, y por su izquierdo, en el llamado Vado del Toro, el rio Cuerpo de Hombre que viene de las sierras de Béjar ; asi, rico ya é inagotable, penetra en las escarpadas montañas de las Hurdes, partido de Granadilla, provincia de Cáceres; pasa por entre las alquerias Cabaloria y Rio Malo de Abajo, su rapida corriente se apodera de las aguas de los rios Cabezo y Batuecas, llega á Arroyo Franco, toma las del Vegas de Coria que trae embebidos otros arroyuelos, baja á la Pesga, y en el sitio denominado Boca de Oveja se le incorpora por la derecha el rio Angeles, que viene del Pino Franqueado y Casar de Palomero: baña el O. de las murallas de Granadilla , donde recibe por la izquierda las riberas Aldovareta y Aldovara, continúa á los términos del Guijo de Granadilla, Ahigal y Santibañez el bajo, en los que recibe por la izquierda el rio Ambróz, y por la derecha las riberas del Bronco, Palomero y Mohedas; sigue por Valdeobispo, Montehermoso y Galisteo, bebe á 1/4 legua al SO. del último las aguas del rio Jerte que viene de Plasencia por su izquierda, y descendiendo á los llanos de Morcillo, Marchagáz (despoblado de Coria), Coria, Casillas y Ceclavin, corriendo siempre en dirección SO, recoge por su derecha al rio Arrogo y ribera de Gata que trae embebidos todos los riachuelos de la sierra de su nombre: después de tan larga corriente, hecho dueño de tantos otros raudales, rico y poderoso, tropieza á 1/4 legua al N. de Alcántara con las aguas magestuosas del Tajo, y sucumbe ante su poder, no sin presentar una especie de choque, y como rehusando mezclar sus cristalinas aguas, con las turbias y oscuras de su competidor: tiene 7 puentes; el 1 se halla en la villa de Monleon, bastante largo y seguro: el 2 en la de S. Esteban de la Sierra, construido en él año 1588, á juzgar por este número que aparece grabado en una de sus piedras principales, y en uno de sus 4 arcos; es de piedra, bastante elevado, 50 pasos de largo y 5 de ancho, con sus pretiles hasta el pecho de un hombre, el 3 en Miranda, de piedra pizarrosa, situado en la calzada que va á Béjar y Salamanca: tiene 3 buenos arcos, mas de 50 pies de altura, 70 de largo y 14 de ancho, en estado completo de solidez después de la compostura que se le hizo en el año de 1842: el 4 en Soto Serrano de 3 ojos, firme y seguro: el 5 en Granadilla, grandioso y muy antiguo de piedra sillar labrada, con 6 arcos, iguales los 2 primeros, en progresión descendente los demás, de 20 varas en su mayor altura, 150 pasos de longitud, 8 de latitud y ademas los pretiles; el 6 cerca del Guijo, se llama el pontón, por cuanto es de un solo arco que se arroja atrevidamente de una márgen á otra del rio; sus cimientos están formados por terribles peñascos que hacen su aspecto mas imponente; los pretiles están derribados en la mayor parte; se cree obra del emperador Trajano; el 7 en Coria edificado en 1518, pero habiendo cambiado de curso el rio separándose de su antiguo álveo 120 varas, el puente ha quedado en seco, sirviendo tan solo para hacer mas llevadera la bajada de los barrancos, sobre que se halla la poblacion: tiene 5 ojos, 200 varas de largo y 54 palmos de altura. El suelo de este rio puede considerarse en 5 trozos: el 1 desde su nacimiento hasta el [mente de Solo Serrano que comprende 8 leguas de terreno desigual y márgenes escabrosas: en este trozo pierde su curso en el verano quedando siempre algunos charcos: el 2 basta el puente de Granadilla 4 leguas por las montañas de las Hurdes, terreno agrio, lleno de despeñaderos, arrastrando con su rápida corriente grandes piedras, y causando á los pobres Hurdanos innumerables perjuicios en sus avenidas, durante las cuales se ven bajar por el rio vigas y muchos de los muebles de que usan aquellos montañosos: ol 3 hasta Valdeobispo 4 legua, con muchos barrancos: el 4 hasta Casillas 8 leguas, de piso arenoso y firme por vegas no muy espaciosas, poco llanas, vadeable por muchos sitios; y últimamente hasta su confluencia con el Tajo 6 leguas en las que vuelve á engargantarse con márgenes tan escobrosas como las de Hurdes: antes de llegar á su desagüe y entro la embocadura del Arroyo-quince y las cercas del Olivar del Acenchal, término de Alcántara, está el llamado Salto del Caballo ó como otros dicen del Gitano, que es una garganta de 2 varas de latitud y de 8 á 10 mas alta que ol nivel ordinario del rio, por donde este se precipita; toda su corriente es de 30 leguas de N. á S. y de NE. á SO.; arrastra en ella muchas pepitas de ORO, tanto que hay pueblos, principalmente en Montehermoso, en donde las mugeres metidas on el agua, se ocupan constantemente en limpiar las arenas del rio para estraer este precioso mineral: PRODUCE: mucha y esquisita pesca de truchas, hasta Granadilla; anguilas, barbos, y peces hasta de 30 libras de aqui adelanto; da movimiento á infinidad de molinos harineros, de aceito, aceñas, y á la preciosa máquina hidráulica para paños, propia de D. Dionisio Muñoz do Roda, establecida nuevamente á la vista de la ciudad de Coria."

    Guijo, Sierra de.- Pertenece al Sistema Central (Guijo de Santa Bárbara). Culmina en el Picorzo a 1.482 m. Majar de los Guijos: en la Sierra de Gata, entre Eljas y la provincia de Salamanca (1.332 m.).

 


SITUACIÓN del MUNICIPIO

   Situado en una pequeña colina rodeada de llanuras y próxima al embalse de Borbollón, reserva ornitológica con importantes colonias de garzas, cigüeñas y otras aves que se concentran en sus inmediaciones. El relieve alomado es la principal característica del paisaje. La mitad sur está accidentada por pequeñas elevaciones, entre las que destaca el Marifranca (445 m.). Entre los cursos de agua sobresalen los arroyos de Patanas y Regueros. Al sur del término circulan canales del gran sistema de riego del Alagón.

    El clima es de tipo mediterráneo subtropical. Los inviernos suelen ser suaves, El verano es seco y caluroso con una temperatura media estacional de 25,6°- y unas máximas absolutas que alcanzan los 43°-. La precipitación media anual es cercana a los 650 mm. La estación más lluviosa es el invierno (mes de enero), apreciándose en el verano una fuerte sequía (mes de julio).

    La formación vegetal autóctona es del tipo Durilignosa con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina (Quercus rotundi folia) y el alcornoque (Quercus suber), junto a otras especies que componen el matorral como: la jara (Cistus ladanifer), aulaga (Genista hirsuta), cantueso (Lavandula pedunculata), etc. A partir de 1950 la emigración ha predominado en este municipio llevándolo a perder, hasta 1986, casi la mitad de los efectivos demográficos con los que contaba.  La emigración ha provocado un profundo envejecimiento en esta población (28,1 por 100 son ancianos) y un aumento de la tasa de mortalidad (10,9)

   Es un municipio de los que componen la comarca del Valle del Alagón.

    Valle del Alagón; fértil y abierto, que toma el nombre del río que atraviesa horizontalmente la comarca y baña sus vegas; presenta un amplio abanico de paisajes, desde la genuina dehesa arbolada en la que pastan algunas de las más reputadas ganaderías de reses bravas del país hasta las llanas y ricas huertas en las que se cultivan tabaco, pimientos. pepinos, coles y una variada gama de hortalizas y frutas. Toda una panoplia de formas y colores que animan al viajero en su recorrido por estas tierras en las que el agua está permanentemente presente. Rodeada de embalses periféricos Borbollon, Montehermoso, Valdeobispo, Portaje y Torrejoncillo y de caudalosos ríos, entre los que además del Alagón, hay que citar el Árrago, Jerte y la Ribera de la Fresnedosa,

    Entre las corrientes de agua de este termino municipal destaca el río Arrago y el Arroyo Patanas, Grande y Regueros.

  • Río Árrago: afluente del río Alagón, limita el término por el Oeste y da lugar al embalse de Borbollón que abastece a los regadíos cercanos.
  • Arroyo Patana: nace en el municipio de Guijo de Coria y tiene en el término municipal de Calzadilla cuatro afluentes: arroyo Pelea, arroyo de la Riguera, regato Alcantarilla y regato Cañal de Bravo

    Al Valle del Alagón se puede llegar por el este desde la N-630, a través de las carreteras comarcales C-511 que enlaza en Navalmoral de la Mata con la Autovía de Extremadura. C-526 que se cruza con la anterior en Coria procedente de Portezuelo y Torrejoncillo, y la C-512 que sigue hacia la vecina comarca de Las Hurdes.

    En este gran valle se conservan algunas de las señas de identidad que representan a todo el pueblo extremeño, como ocurre con la famosa gorra de Montehermoso, símbolo del traje regional femenino y de su estado civil. También aquí se celebran dos de las fiestas populares más conocidas en la región y declaradas de interés turístico como La Encamisá de Torrejoncillo o Los Sanjuanes de Coria en los que el caballo, los jinetes, el toro bravo y sus arriesgados corredores son los protagonistas. Y hablando de las señas de identidad, tan íntimamente ligadas a los oficios tradicionales. en el Alagón aún sobreviven, no sin dificultad, algunos artesanos que milagrosamente no han sucumbido a la tentación de desmontar el telar, o los hornos de fundición de campanas o de cocer el barro. Orives que trabajan con manos prodigiosas el tradicional aderezo femenino de oro o plata, alfareros que venden más tinajas a bodegas foráneas que a las propias, tejedores de quinta generación que se resisten a acallar el armonioso sonido de la lanzadera, aún se pueden encontrar en Torrejoncillo, Montehermoso o Coria. Otra de las señas de identidad de este calle es su gastronomía, en la que los productos de la huerta, los escabeches, el mojo de peces, las sopas de tomate, las setas y, como no, los productos derivados de la matanza son sus exponentes.

    La Asociación para el Desarrollo del Valle del Alagón (ADESVAL), es una Asociación sin ánimo de lucro, cuya finalidad es "promover cuantas iniciativas persigan el Desarrollo de nuestra comarca".

    La constituyen 27 municipios del Valle del Alagón, empresas, cooperativas, asociaciones y socios individuales, que participan en el tejido productivo de la comarca.

    ADESVAL, tiene como principal ámbito de actuación el territorio que comprenden los municipios Cacereños de: Acehuche, Aceituna, Aldehuela de Jerte, Alagón del Río, Cachorrilla, Calzadilla, Carcaboso, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria, Ceclavín, Coria, Galisteo, Guijo de Coria , Guijo de Galisteo, Holguera, Huelaga, Montehermoso, Morcillo, Pescueza, Portaje, Portezuelo, Pozuelo de Zarzón, Riolobos, Torrejoncillo, Valdeobispo, Villa del Campo y Zarza la Mayor.

    Total de Municipios: 27
  • Total de pedanías: 15
  • Superficie: 1.753,63 Km2
  • Población: 38.910 Habitantes
  • Densidad de Población: 22,19 Hab./Km2

DOE núm. 172 Miércoles, 6 de septiembre de 2017

Artículo 1.º

Los municipios de Aceituna, Aldehuela del Jerte, Alagon del Rio, Calzadilla, Carcaboso, Galisteo, Guijo de Coria, Guijo de Galisteo, Huelaga, Montehermoso, Morcillo, Pozuelo de Zarzon, Valdeobispo y Villa del Campo, de la provincia de Cáceres, quedan constituidos en Entidad de carácter supramunicipal, Mancomunidad Integral de Municipios, con personalidad y capacidad jurídicas plenas para el ejercicio de las competencias y cumplimiento de los fines fijados en el Capitulo III de los presentes Estatutos.

Artículo 2.º1) La Mancomunidad se denominará “Mancomunidad Integral de Municipios del Valle del Alagon”, y su capitalidad será en el municipio de Pozuelo de Zarzón, sin perjuicio del cambio o alteración de la misma, cuando así lo acuerde mayoritariamente la Asamblea.

2) Será en la capitalidad de la Mancomunidad, donde preceptivamente, radicaran los Órganos de Gobierno y Administración, sin que ello impida la descentralización de servicios en otros municipios.

3) La sede social de la Mancomunidad, será la planta alta de la Casa Consistorial del municipio de Pozuelo de Zarzón, sin perjuicio de que se pueda adquirir inmueble destinado a ser sede de permanente en el futuro”.

Ministerio de la Gobernación (BOE de 04/09/1975 - Sección III)

(Referencia BOE-A-1975-18616)

Decreto 2069/1975, de 24 de julio, por el que se aprueba la constitución de una Mancomunidad formada por los municipios de Calzadilla, Villa del Campo, Guijo de Coria y Guijo de Galisteo (Cáceres), a los fines de abastecimiento de aguas.

B.O. E. .-Núm. 212 de 4 septiembre 1975

DECRETO 2069/1975, de 24 de julio, por el que se aprueba la constitución de una Mancomunidad formada por los municipios de Calzadilla, Villa del Campo, Guijo de Coria y Guijo de Galisteo (Caceres) , a los efectos de abastecimiento de aguas.

Los Ayuntamientos de Calzadilla, Villa del Campo, Guijo de Coria y Guijo de Galisteo, de la provincia de Cáceres, adoptaron acuerdos, con quórum legal, de constituir entre sus municipios una Mancomunidad para la realización de las obras de abastecimiento conjunto de aguas y, en su día, explotación del servicio conservación y entretenimiento de las instalaciones.

El expediente se sustanció con arreglo a los trámites prevenidos en la legislación local vigente, y los Estatutos formados para su régimen disponen que la capitalidad de la Mancomunidad será Calzadilla y recogen asimismo cuantas otras provisiones exige el artículo treinta y siete de la vigente Ley de Régimen Local, necesarias para el desenvolvimiento de la Mancomunidad en sus aspectos orgánico, funcional y económico, y no contienen extralimitación legal alguna ni contradicen las normas de interés general que procedería tener en cuenta, según lo dispuesto en el número tres del artículo cincuenta y nueve del Reglamento de Población y  Demarcación Territorial de las. Entidades Locales, habiendo sido favorable el informe preceptivo de la Comisión Provincial de Servicios Técnicos.

En su virtud de conformidad can los dictámenes emitidos por la Dirección: General de Administración Local y Comisión Permanente del Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernación y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día veinticuatro de julio de mil novecientos setenta y cinco,

DISPONGO,

Artículo único.-Se aprueba la constitución de una Mancomunidad integrada por los municipios de Calzadilla, Villa del Campo, Guijo de Caria y Guijo de Galisteo (Cáceres), a los fines de abastecimiento de aguas, con sujeción a los Estatutos formados para su régimen

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veinticuatro de julio de mil novecientos setenta y cinco.

FRANCISCO FRANCO

El Ministro de la Gobernación, JOSE GARCIA HERNANDEZ

   La Mancomunidad Integral Valle del Alagón se encuentra situada al norte de la provincia de Cáceres, limita al norte con Sierra de Gata, Hurdes y Sierra de Granadilla, al sur con Ribera de Fresnedosa, al este con Portugal y al Oeste con Plasencia.

   Su extensión territorial de 635 km2 y un total de 15.248 habitantes repartidos entre sus 14 municipios y dos pedanías: Aceituna, Alagón del Río, Aldehuela del Jerte, Calzadilla, Carcaboso, Galisteo, Guijo de Coria, Guijo de Galisteo (El Batán y Valrio), Huelaga, Morcillo, Montehermoso, Pozuelo de Zarzón, Valdeobispo y Villa del Campo.

   En 1976 el Ayuntamiento de Pozuelo de Zarzón y posteriormente en 1985, el Ayuntamiento de Aceituna se incorporan a la citada Mancomunidad. En 1993, se inicia expediente para la modificación de los Estatutos de la Mancomunidad, que permita dar cobertura legal a los nuevos servicios que se están prestando y a los próximos que se van a asumir; así como la incorporación de nuevos municipios, quedando inconcluso.

   En 1995 se produce la integración del municipio de Morcillo en la Mancomunidad participando de todos los servicios establecidos y programas desarrollados a excepción del Servicio de Abastecimiento de Agua, integración, que se produce en 1998 tras la entrada en servicio la red de abastecimiento de agua de Morcillo, Batán y Valrio.

    La Mancomunidad de San Marcos ha sido la matriz de una nueva Mancomunidad integral, con la adhesión de los municipios que formaban la Mancomunidad de Municipios del Valle del Alagón, Galisteo, Alagón del Río, Aldehuela del Jerte, Carcaboso y Valdeobispo así como los municipios de Huélaga y Montehermoso.

    Según Pascual Madoz, en el año 1849 en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, en su tomo I:

   "ALAGON: rio de la provincia de Cáceres; tiene su origen en la de Salamanca; pero es en ella poco conocido por la escasez de sus aguas, y por la confusión que existe para designar su verdadera aparición: seguiremos en esto las noticias que nos parecen mas acertadas, separándonos del mapa de D. Tomás López y otros geógrafos: nace este rio en una abundantísima fuente, término de Aldeanueva de Campomojado, partido judicial de Alba de Tormes, á la falda meridional de la sierra de Herreros; recibe casi á su nacimiento las aguas que vienen de esta sierra, y asi, pobre aun, entra por el estremo meridional del término de Frades, partido de Sequeros, en el de Villar de Leche, alqueria del Endrinal, que atraviesa pasando junto al pueblo unos 50 pasos al S.; baja después á la villa de Monleon, en cuyo término recibe las aguas de Riofrio y Mandiles, sirve de límite meridional á la del Tornadizo, corre al N. de S. Esteban de la Sierra, NE. de Garcibuey, SO. de Santibañez donde le entran los rios Quilama y Pasajes, que vienen de la villa de Valero, E. de Miranda del Castañar, haciendo límite con Sta. Maria de lo Llano, hasta entrar en el término de Soto Serrano: 1/2 leg. al NE. de este pueblo, recibe al rio Francia por su derecha, y todos los arroyuelos del territorio, y por su izquierdo, en el llamado Vado del Toro, el rio Cuerpo de Hombre que viene de las sierras de Béjar ; asi, rico ya é inagotable, penetra en las escarpadas montañas de las Hurdes, partido de Granadilla, provincia de Cáceres; pasa por entre las alquerias Cabaloria y Rio Malo de Abajo, su rapida corriente se apodera de las aguas de los rios Cabezo y Batuecas, llega á Arroyo Franco, toma las del Vegas de Coria que trae embebidos otros arroyuelos, baja á la Pesga, y en el sitio denominado Boca de Oveja se le incorpora por la derecha el rio Angeles, que viene del Pino Franqueado y Casar de Palomero: baña el O. de las murallas de Granadilla , donde recibe por la izquierda las riberas Aldovareta y Aldovara , continúa á los términos del Guijo de Granadilla, Ahigal y Santibañez el bajo, en los que recibe por la izquierda el rio Ambróz, y por la derecha las riberas del Bronco, Palomero y Mohedas; sigue por Valdeobispo, Montehermoso y Galisteo, bebe á 1/4 legua al SO. del último las aguas del rio Jerte que viene de Plasencia por su izquierda, y descendiendo á los llanos de Morcillo, Marchagáz (despoblado de Coria), Coria, Casillas y Ceclavin, corriendo siempre en dirección SO, recoge por su derecha al rio Arrogo y ribera de Gata que trae embebidos todos los riachuelos de la sierra de su nombre: después de tan larga corriente, hecho dueño de tantos otros raudales, rico y poderoso, tropieza á 1/4 legua al N. de Alcántara con las aguas magestuosas del Tajo, y sucumbe ante su poder, no sin presentar una especie de choque, y como rehusando mezclar sus cristalinas aguas, con las turbias y oscuras de su competidor: tiene 7 puentes; el 1 se halla en la villa de Monleon, bastante largo y seguro: el 2 en la de S. Esteban de la Sierra, construido en él año 1588, á juzgar por este número que aparece grabado en una de sus piedras principales, y en uno de sus 4 arcos; es de piedra, bastante elevado, 50 pasos de largo y 5 de ancho, con sus pretiles hasta el pecho de un hombre, el 3 en Miranda, de piedra pizarrosa, situado en la calzada que va á Béjar y Salamanca: tiene 3 buenos arcos, mas de 50 pies de altura, 70 de largo y 14 de ancho, en estado completo de solidez después de la compostura que se le hizo en el año de 1842: el 4 en Soto Serrano de 3 ojos, firme y seguro: el 5 en Granadilla, grandioso y muy antiguo de piedra sillar labrada, con 6 arcos, iguales los 2 primeros, en progresión descendente los demás, de 20 varas en su mayor altura, 150 pasos de longitud, 8 de latitud y ademas los pretiles; el 6 cerca del Guijo, se llama el pontón, por cuanto es de un solo arco que se arroja atrevidamente de una márgen á otra del rio; sus cimientos están formados por terribles peñascos que hacen su aspecto mas imponente; los pretiles están derribados en la mayor parte; se cree obra del emperador Trajano; el 7 en Coria edificado en 1518, pero habiendo cambiado de curso el rio separándose de su antiguo álveo 120 varas, el puente ha quedado en seco, sirviendo tan solo para hacer mas llevadera la bajada de los barrancos, sobre que se halla la poblacion: tiene 5 ojos, 200 varas de largo y 54 palmos de altura. El suelo de este rio puede considerarse en 5 trozos: el 1 desde su nacimiento hasta el [mente de Solo Serrano que comprende 8 leguas de terreno desigual y márgenes escabrosas: en este trozo pierde su curso en el verano quedando siempre algunos charcos: el 2 basta el puente de Granadilla 4 leguas por las montañas de las Hurdes, terreno agrio, lleno de despeñaderos, arrastrando on su rápida corriente grandes piedras, y causando á los pobres Hurdanos innumerables perjuicios en sus avenidas, durante las cuales se ven bajar por el rio vigas y muchos de los muebles de que usan aquellos montañosos: ol 3 hasta Valdeobispo 4 legua, con muchos barrancos: el 4 hasta Casillas 8 leguas, de piso arenoso y firme por vegas no muy espaciosas, poco llanas, vadeable por muchos sitios; y últimamente hasta su confluencia con el Tajo 6 leguas en las que vuelve á engargantarse con márgenes tan escobrosas como las de Hurdes: antes de llegar á su desagüe y entro la embocadura del Arroyo-quince y las cercas del Olivar del Acenchal, término de Alcántara, está el llamado Salto del Caballo ó como otros dicen del Gitano, que es una garganta de 2 varas de latitud y de 8 á 10 mas alta que ol nivel ordinario del rio, por donde este se precipita; toda su corriente es de 30 leguas de N. á S. y de NE. á SO.; arrastra en ella muchas pepitas de ORO, tanto que hay pueblos, principalmente en Montehermoso, en donde las mugeres metidas on el agua, se ocupan constantemente en limpiar las arenas del rio para estraer este precioso mineral: PRODUCE: mucha y esquisita pesca de truchas, hasta Granadilla; anguilas, barbos, y peces hasta de 30 libras de aqui adelanto; da movimiento á infinidad de molinos harineros, de aceito, aceñas, y á la preciosa máquina hidráulica para paños, propia de D. Dionisio Muñoz do Roda, establecida nuevamente á la vista de la ciudad de Coria."


DATOS del AYUNTAMIENTO

Ayuntamiento de Guijo de Coria

Plaza Mayor, 1
10815 Guijo de Coria (Cáceres)
927 44 90 78
927 44 90 12
administracion@guijodecoria.es

Escudo

Escudo cortado. Primero, de gules, una palma de plata puesta en barra, siniestrada de una estrella de ocho puntas de oro. Segundo, jaquelado de ocho puntos de azur y siete puntos de plata. Bordura de azur, cargada de ocho castillos de oro, aclarados de gules. Al timbre, Corona Real cerrada.

Escudo

Fecha Aprobación Pleno Municipal 14 de febrero de 2000
Fecha Resolución Consejo Asesor 1 de junio de 2000
Fecha Publicación D.O.E. 11 de julio de 2000
Número D.O.E. 80

DOE num. 80 MARTES, 11 DE JULIO DE 2000

CONSEJERÍA DE PRESIDENCIA

Escudos Heráldicos.- Orden de 29 de junio de 2000, por la que se aprueba el Escudo Heráldico para el Ayuntamiento de Guijo de Coria.

El Ayuntamiento de Guijo de Coria ha instruido el expediente administrativo para la adopción de Escudo Heráldico. Dicho expediente fue aprobado por el Pleno Corporativo, en sesión de 14 de febrero de 2000, en el que se expresaban las razones que justificaban el dibujo-proyecto del nuevo blasón.

Consta en dicho expediente informe del Consejo Asesor de Honores y Distinciones de la Junta de Extremadura emitido con fecha 1 de junio de 2000.

Considerando que la sustanciación del citado expediente se ha ajustado en todo a lo preceptuado en el Decreto 13/1991, de 19 de febrero, por el que se regula el procedimiento para la adopción, modificación o rehabilitación de Escudos y Banderas de las Entidades Locales; y en uso de las atribuciones conferidas por referido Decreto,

DISPONGO

ARTICULO 1.º - Se aprueba el Escudo Heráldico del Ayuntamiento de Guijo de Coria, cuyo diseño se recoge en el Anexo I, con la siguiente descripción:

«Escudo cortado. Primero, de gules, una palma de plata puesta en barra, siniestrada de una estrella de ocho puntas de oro. Segundo, jaquelado de ocho puntos de azur y siete puntos de plata. Bordura de azur, cargada de ocho castillos de oro, aclarados de gules.Al timbre, Corona Real cerrada.»

Mérida, a 29 de junio de 2000. La Consejera de Presidencia, M.ª Antonia Trujillo Rincon


HISTORIA

   Guijo de Coria, pueblo natal de María de Jesús, es una población de la provincia de Cáceres, a unos 18 kilómetros de Coria y a unos 30 kilómetros de Plasencia, enclavado en una extensa llanura a 600 metros de altitud al sur de la Sierra de Gata y al norte del río Alagón, afluente principal del río Tajo. Su término municipal linda al norte con Santibáñez el Alto y Villa del Campo, al sur con Morcillo y Coria, al este con Pozuelo de Zarzón y Guijo de Galisteo y al oeste con Calzadilla. Es un pueblo eminentemente agrícola y ganadero.

    El poblamiento de la zona data de fechas prehistóricas, como de los asentamientos; como el yacimiento achelense del Rincón del Obispo 300.000 años A.C. que es el primer asentamiento humano encontrado en la zona de Coria. En el término de Galisteo se ha encontrado otro asentamiento con una antigüedad de 250.000 A.C., llamado El Sartalejo. Otro yacimiento será el de El Periñuelo, en la sierra de la Solana, termino de Ceclavín, 1.200 años A.C., a 300 metros sobre el nivel del río Alagón. El Zamarril, se engloba dentro de la Edad de Hierro, aproximadamente 700 años A.C. situado cerca de Portaje, en un cerro cercano al río Alagón y los arroyos Fuentes del Oro y Zamarril. Todos ellos por pueblos de carácter nómada.

    El valor estratégico de estas tierras desde el punto de vista del control del territorio, de la caza y recolección de frutos está avalado por los yacimientos arqueológicos pertenecientes a grupos humanos de cazadores-recolectores nómadas que recorrieron los riberos del Alagón ya en el Paleolítico Inferior. Se conservan restos líticos de cuarcita que permiten plantear la presencia humana en las terrazas fluviales superiores del río a su paso por la región. Testimonio de este período es el yacimiento achelense de El Rincón del Obispo, que data aproximadamente del 300.000 a. C. Posterior en el tiempo, hacia el 250.000 a. C., en el Pleistoceno medio, es el yacimiento de El Sartalejo (en el término municipal de Galisteo), un paraje situado en la vertical de otra terraza fluvial del Alagón en el que se han hallado cientos de piezas de industria lítica correspondientes a hendedores, lascas del tipo «levallois», puntas de flechas, raederas, buriles, cuchillos y otros cantos bifaciales trabajados.

    Desde esta época existe un notable vacío en toda la comarca en cuanto a restos líticos o pinturas rupestres, lo que no significa tampoco que no pudieran existir. En la Edad del Bronce situamos el yacimiento de El Periñuelo, en el término de Ceclavín, hacia el 1200 a. C. Se encuentra a una altura de unos 300 metros en la Sierra de la Solana, con una orografía difícil, y su función, al no ocupar terrenos productivos para la agricultura, sería la de controlar el cruce del Alagón por este paso. Según Alejandro Valiente la ocupación de este asentamiento se extiende desde finales del Bronce (aprox. siglo XII a. C.) hasta el período de la dominación romana. Pero también durante esta etapa protohistórica se detecta una importante actividad en zonas próximas a Moraleja, precisamente en los términos de San Martín de Trevejo y Hernán Pérez, donde se han hallado varias estelas funerarias en las que aparecen cinceladas representaciones esquemáticas de un posible guerrero rodeado de su ajuar. Estos restos arqueológicos pueden asimilarse a la Edad del Hierro I.

   Dentro de la segunda Edad del Hierro, hacia el siglo VII a. C., nuevas tribus de pastores comienzan a establecerse en la comarca, levantando recintos fortificados en cerros de pronunciadas pendientes sobre ríos o arroyos, de difícil acceso y con un amplio control visual del entorno, lo que denota una evidente intención defensiva y estratégica3. Parece evidente que estos poblados amurallados estaban muy relacionados con las rutas naturales de comunicación y que representaban ya una incipiente organización social. La accesibilidad de ciertos puertos montañosos o cursos de agua convirtieron en vías naturales de paso a las que en un principio debieron de ser cañadas por donde transitaban los rebaños de ganado, y gran parte de éstas se transformaron posteriormente en calzadas romanas, y con el tiempo en caminos de la Mesta. A este modelo de oppidum responde el castro de El Zamarril (término municipal de Portaje), adscrito a la «Cultura de los Castros». Este baluarte está construido en la cima de un promontorio rodeado por el Alagón y los arroyos de La Fuente del Oro y de El Zamarril, que lo dotan de excelentes defensas naturales a excepción del flanco este, única vía de entrada.

   La citania respeta los patrones de los Urnenfelder o Campos de Urnas, una cultura emparentada con la denominada «Cogotas II», que se desarrolló portando un fuerte sustrato del Bronce Atlántico (desde el siglo VII a. C.) hasta aproximadamente el Bajo Imperio Romano en una amplia zona que hoy correspondería a las actuales provincias de Salamanca, Ávila y mitad occidental de Cáceres. Por tanto, los orígenes del castro de El Zamarril podrían remontarse a un período comprendido entre el 1000 a. C. y el 500 a. C.

   Con la Cultura de los Castros conecta un pueblo prerromano que ha conseguido salir del anonimato histórico gracias a las fuentes clásicas: los vettones. A ellos podemos atribuir si no la fundación, al menos el fortalecimiento y la pujanza de la citania de Coria, e incluso que llegara a adquirir por su importancia estratégica un papel muy relevante para este pueblo prerromano. Arturo Díaz Martos los cataloga como los primeros «merodeadores del terreno», un pueblo laborioso y guerrero que ocupaba una amplia zona comprendida entre los ríos Duero y Tajo, territorio que no se puede delimitar con la debida exactitud. Antonio Tovar, por su parte, cree que lo más verosímil es que se trate de un pueblo indoeuropeo protocelta o paracelta que entró en la Península Ibérica con las primeras invasiones europeas, en una cronología muy difícil de precisar, que se mezcló con los habitantes del país que lo poblaban antes de la venida de los indoeuropeos, y que quedaría arrinconado en la franja cantábrica y en las montañas que rodean la Meseta del Duero, Galicia y norte de Portugal. De esta forma, los cántabros, astures, galaicos, lusitanos, vettones, carpetanos y pelendones debieron de ser las tribus que sufrieron el choque de las sucesivas oleadas de pueblos ya propiamente celtas, como los de la Cultura de Hallstatt, entrados en los siglos VII-VI. Julio Caro Baroja, en cambio, considera que los vettones demuestran caracteres más arcaicos que el resto de pueblos indoeuropeos de la Celtiberia, y parecen ofrecer, por el contrario, rasgos celtas muy marcados, si nos atenemos a las observaciones que Ptolomeo plasma en su Geographiké Hyphegesis (II, 5, 7), aunque incorporaran igualmente gran cantidad de elementos indígenas precélticos. Y Marcelino Cardalliaguet Quirant opina que junto con los lusitanos, los vettones eran un grupo étnico indo-germánico, culturalmente diferente a los primeros, según griegos y romanos, que procedían a su vez de la Meseta.

   Pero es evidente que los vettones compartieron con los lusitanos algo más que territorio. Ambos pueblos parecen responder a similares patrones culturales y económicos, centrados en la ganadería y en la guerra. Y de esta amalgama detribus no muy bien definidas surgen los problemas para delimitar los territorios de unos y de otros. Las imprecisiones comienzan ya en las fuentes clásicas. En el siglo I d. C. Plinio nos proporciona una visión administrativa en la que se encontraba la Lusitania, que contaba con treinta y seis ciudades tributarias; de ellas cita sólo dieciséis, y entre éstas figura la que llaman de los Caurenses. Y también dentro de los confines de la Lusitania el geógrafo Claudio Ptolomeo, en su Geographiké (V, 2) menciona la Ciudad de Coria (Kau+¯rion). Pero es una localización que ningún historiador moderno da ya por válida. Vettones y lusitanos eran tribus vecinas, pero diferenciadas por un fuerte carácter tribal, y tal vez hasta por sus orígenes. Por el mismo Plinio sabemos, según describe en su De naturali historia, que «los vettones se extendían a una y otra banda del río Tajo («circa Tagum vettones»), hallándose en un lindero septentrional en el río Duero, que los separaba de la comarca Asturica; y su lindero occidental eran los lusitanos que ocupaban las ciudades portuguesas entre el Tajo y Duero; de suerte que dentro de esta extensión se encuentra Coria», como desglosa Matías R. Martínez. Otra cosa distinta es determinar el emplazamiento más o menos exacto de la esta ciudad de acuerdo con los conocimientos geográficos que los autores clásicos poseían.

   Sirvan de ejemplo las imprecisiones en las que incurre Ptolomeo, y que señala Carlos Callejo Serrano, a la hora de ubicar en sus tablas la ciudad vettona de Caurium al sur del río Tajo y la de Augustobriga en un lugar que caería en la provincia de Salamanca, cerca de Las Batuecas, cuando su localización geográfica real es sobre el Tajo y cerca del límite de la Tarraconense.

   De la presencia irrefutable de este pueblo vettón en la Tierra de Coria nos han quedado testimonios arqueológicos, como la escultura zoomorfa tosca en piedra granítica de un toro o cerdo, conocida como «verraco», encontrada en la finca La Cozuela (La finca La Cozuela está situada en la orilla derecha del río Alagón, a unos 8 Km de Coria. La escultura se conserva en el Museo de la Cárcel de la Ciudad.). Este tipo de tallas está documentado profusamente entre gentes prerromanas y coincide en gran medida con el territorio vettón, hallándose o en las cercanías de los castros o bien formando grupos, como los «Toros de Guisando». La interpretación de estas piezas sigue hoy desconocida. Hay teorías que van desde el hecho de relacionar estos verracos con el afianzamiento de las elites en la posesión de los recursos del territorio, hasta explicarlos como un símbolo religioso e ideológico de cerdos, toros y jabalíes destinados a la reproducción, aunque es fácil deducir la relación que debieron de tener con la importancia que el ganado alcanzó en las sociedades célticas y en el mundo clásico, como su papel en la dieta alimenticia, en la fuerza del trabajo, elaboración de instrumentos, en las redes sociales y de intercambio.

Nos hemos extendido en la explicación antropológica del pueblo vettón porque creemos que es el primer grupo humano que deja la primera impronta significativa en esta zona de Cáceres. A la filiación indoeuropea de estos pobladores obedecen los topónimos prerromanos actuales de Coria, Alagón, Gata o Árrago, por no mencionar otros que aún pueden rastrearse en la toponimia menor, como es el caso ilustrativo, por ejemplo, de Tiriñuelo (Coria), Tiriñuelos (Casillas de Coria) o Turuñuelo (Portezuelo), indicios claros de yacimientos arqueológicos, y otros que desgraciadamente sólo se podrán abordar bajo la sombra de la más pura especulación, pues han sufrido la superposición del latín tras la coincidencia de significantes primero, y luego la confusión de significados, como Toril (Coria). Y como pueblo paracelta o celta que fue el vettón, tampoco causará extrañeza que los macrotopónimos antes reseñados se registren en otras zonas tan alejadas de nuestra región como son Galicia o Asturias, donde igualmente se produjeron asentamientos de pueblos célticos o emparentados directamente con ellos, como los «cauriacos», pertenecientes a la gentilidad de los «albiones», según señala Marcelino Cardalliaguet21, en los que late la raíz prerromana *CAUR- que designaba tanto ‘la piedra’ como ‘el lugar elevado’, idónea para nominar al castro fortificado en un lugar fácil de defender por su altura. Pero también encontramos la ciudad homónima de Coria del Río en Sevilla, el Cabo de Gata en Almería, Gata de Gorgos en Alicante o Los Alagones en Teruel.

    La primera referencia sobre Coria a fines de la República, trata a la antigua citania vettona como oppida stipendiaria. Administrada ya como refundación del anterior asentamiento indígena, la ciudad se ordenaría como una civitas o un «núcleo instalado en un espacio determinado que ejerce una influencia sobre un área concreta y que sirve de promotora y garantía de la implantación y desarrollo de otras estructuras como villae y asentamientos rurales». Este nuevo estatus que adquiere Coria le confiere entre otras obligaciones la de funcionar posiblemente como centro de reclutamiento. Una inscripción hallada en Bath (Inglaterra) denuncia la presencia de soldados auxiliares vettones en el ejército imperial, comentada ya por el P. Enrique Flórez: p align="center">L. VITELLIVS. MA
RIAI. F. TANCINVS.
CIVES. HISP. CAVRENSIS.
EQ. ALAE. VETTONUM. C.R.
ANN. XXXXVI. STIP. XXVI.
H.S.E.

    Coria y la Sierra de Gata se transforman en una zona de tránsito y nudo de caminos, ya que a través del Puerto de Perales pasaba la calzada que desde Turmulus (Alconétar) al Puerto de Perales por Caurium comunicaba, aparte de otros espacios de esta región, con la Mirobriga (Ciudad Rodrigo) de los oretanos. Se trataba de un ramal de la Vía de la Plata;  con la que conectaba por la mansio Rusticiana, que en la Edad Media pasó a ser conocida como la Dalmacia.

    La profunda romanización que de todo ello se infiere se plasma en la construcción defensiva de la Ciudad con sus murallas del Bajo Imperio o en los restos que aún se conservan de su acueducto. El nombre de Portezuelo lo toma el municipio del puerto por el que cruzaba la calzada de la Dalmacia en época romana, que unía Coria y Alconétar. Y las localidades de Gata, Villasbuenas de Gata, Cilleros, Moraleja o Torrejoncillo son núcleos que jalonan esta ruta y que con toda seguridad fueron refundados en villae y explotaciones romanas aprovechando primitivos asentamientos de culturas anteriores. Calzadilla es un topónimo que debe su origen precisamente al paso de la «calzada Dalmacia», desde donde conectaba con Laconimurgo, poblado de origen prerromano que se levantaba en las confluencias de los ríos Árrago y Tralgas en territorio de Villa del Campo.

   Hay huellas de la presencia romana en la dehesa La Mediana (Coria), donde se ha localizado una villa datada del Bajo Imperio por los restos numismáticos. En El Encinejo, una dehesa de Torrejoncillo, se han hallado grandes cantidades de tegulae, ladrillos, bloques de cantería, piedras de moler, monedas romanas y otros restos difíciles de catalogar, con una datación que abarca un largo período de tiempo que comprende desde Augusto hasta Constancio II, es decir, unos cuatro siglos. En Portezuelo hay constancia de explotaciones mineras de hierro,y el topónimo Valle de la Ferrería da buena cuenta, como señala Gervasio Velo y Nieto37. En un paraje de Moraleja conocido como El Ladrillar se han hallado los restos de otra villa, empleándose un nuevo topónimo que delata los vestigios romanos por los fragmentos de tegulae. Y tenemos noticias de hallazgos de recipientes de esta época en las cercanías del llamado Arroyo de la Tinaja, también del término de Moraleja. Además, hay que contar con topónimos que incluyen los étimos «villa», «castillejo», «torre» o «tesoro», que podrían ser indicios evidentes de asentamientos tardorromanos, como: Camino de Villetas (Guijo de Coria), Las Villetas (Coria y Guijo de Coria), Casa del Castillejo (Villasbuenas de Gata), Castillejo (Casas de Don Gómez, Torrejoncillo y Cilleros), El Castillejo (Coria y Portezuelo), Salgada de la Torre (Torrejoncillo), Vega de la Torrecilla (Coria), el macrotopónimo Torrejoncillo, Majadal del Tesoro (Casillas de Coria) y El Tesoro (Pescueza), aunque estos dos últimos topónimos entrañan una mayor dificultad en cuanto a sus interpretaciones, porque pueden aludir a la presencia de yacimientos arqueológicos en los que intervengan desde elementos enigmáticos y legendarios que la población los siente como extraños, hasta la creación fantástica que deriva de esa explicación que el pueblo llano no entiende, pero a la que intenta dar contenido.

   De origen un tanto más discutido son los macrotopónimos Morcillo y Marchagaz. El primero podría relacionarse con un possessor latino quizá tardorromano de nombre MURCIUS, con sufijo -IUS. Y el segundo, otra forma insufijada en -IUS, también de MURCIUS, con el sufijo -ez tal vez procedente de una mozarabización. A este procedimiento de designación de lugares habría que añadirse los topónimos Los Manfrotinos (Coria), Arroyo de Millán (Moraleja), Eras de Millán (Cilleros), Casa de Millán (Riolobos), Arroyo de Monrovel (Torrejoncillo), Monrobel (Coria), Monrobel (Huélaga), o La Grañana (Guijo de Coria), entre otros. O el macrotopónimo Pedroso de Acim, de significado opaco por la falta de fuentes documentales de las que se pueda extraer algún dato que nos aporte luz.

   La presencia del sufijo -IUS, como nos hace ver Sánchez Salor, es muy acertada, pero no oculta la probable concurrencia de un radical árabe C-Z-M ‘hacer grandioso’, ‘ser grandioso’, derivado del adjetivo cazim ‘grande, por importancia o prestigio. El vocablo está documentado en la Península, de hecho Francisco Javier Simonet lo registra como apellido y apodo, y cita a Yoánex ben Zacaría ben Açim, conocido por el ‘Mónche’, escritor mozárabe de Toledo.

    En el año 409 se inició la invasión de los bárbaros en la Península Ibérica. Suevos, vándalos asdingos y silingos y alanos cruzaron el limes romano, rebasaron los Pirineos y se diseminaron por todas las regiones de Hispania. Los alanos y los vándalos asdingos ocuparon la Cartaginense y la Lusitania. En el 415 otro pueblo germánico, los visigodos del rey Walia, que ocupaban ya parte de la Tarraconense, derrotaron en calidad de aliados de Roma a vándalos y alanos y pactaron con los suevos establecidos en la Gallaecia. En el 430 el rey suevo Hermigar saquea el sur de la Península, y Coria se encontraba situada en su ruta.

   No sabemos si sus murallas impidieron su conquista por los suevos, pero es seguro que se produjo la devastación de los campos de la comarca. En el 439 Mérida, y por lo tanto la Lusitania, fue tomada por los suevos de Requila, quien trasladó su corte a Cáceres por ser un punto estratégico que le facilitaba sus movimientos por casi todo el centro de sus dominios. Esto hace ya suponer que el noroeste de la provincia estaba bajo el dominio suevo, pues era un territorio fronterizo que separaba este reino germano en la Gallaecia de la recién conquista provinciade la Lusitania. En el 456 los suevos son derrotados cerca de Astorga por el rey visigodo Teodorico. Toda la Lusitania pasa a ser dominio godo. A partir de aquí no volvemos a tener noticias de los acontecimientos que sucedieron en nuestras tierras hasta el siglo V, durante el reinado de Leovigildo. Desde el punto de vista de la toponimia de la zona, la época visigoda resulta irrelevante, como argumenta J. M. Piel, pues sólo hemos podido inventariar un término dudoso que revela la presencia germánica en nuestra comarca. Es el Castillo de Godos o Ramiro, erigido en la confluencia del Árrago y el Alagón.

    Estas ruinas reciben el nombre genérico de «godos» porque los habitantes de Coria atribuían, desde tiempo inmemorial, su construcción a dichos invasores, como argumenta Velo y Nieto. En el siglo XV la fortaleza fue asaltada por un capitán de Isabel la Católica, Fernán Centeno; sin embargo, fue recuperada por el también capitán Ramiro, soldado del Arzobispo de Toledo.

   Pero en nuestro caso el estudio histórico de la expansión de los visigodos en la Península nos ofrece un dato interesante para avanzar en el conocimiento de un fundamental hidrónimo prerromano de la región que estudiamos: el río Árrago, afluente del Alagón. Matías R. Martínez nos cuenta –parafraseando la Biclarense Chronic y la Suevorum Historia de San Isidoro–, que en la región vivían antiguamente los Arragones, una numerosa tribu vettona que transmitió su nombre al río Árrago y fue dominada por el rey suevo Mirón en el año con objeto de evitar que Leovigildo se apoderase de la Vettonia desde la Bética. La explicación etimológica de este hidrónimo es muy difícil, y sólo cabe el intento de aproximación, pero la estructura de la palabra es relacionable con la tribu homónima y casi sinónima del vocablo Alagón. Los dos topónimos denotan una corriente de agua y transcurren paralelas a lo largo de la misma comarca, a través de un territorio que antaño estuvo poblado por gentes de etnia celta o paracelta, dividida a su vez en tribus y gentilidades. Cauriacos y arragones debían de compartir un mismo origen, aunque ambos pueblos mantendrían un mayor o menor espíritu de independencia. Estas observaciones tendrían que bastar para definir el carácter indoeuropeo y prerromano de ambos hidrónimos, y apurando más incluso para precisar la filiación céltico-vettona. Sin embargo, hay un grave problema que nos impide decantarnos inmediatamente por esta exégesis, y es el hecho de que ambos hidrónimos aparezcan en zonas tan alejadas y poco probables de habitación céltica como es Navarra, donde está documentado el primitivo topónimo Arrago, hoy día el río Arga (Valle del Roncal), o como es el territorio de los suessetanos, entre los que Aragón sirvió para dar nombre a todo un reino.

   Con la invasión musulmana la antigua Lusitania pasó a ser una de las «marcas» o zona fronteriza andalusí, la «marca inferior» llamada también Garb Al- Andalus o Al-tâgr-al-Djawfî, que coincidía aproximadamente con la actual Extremadura y el centro y sur de Portugal. No sabemos el momento en que se ocupó nuestra región, pero es muy probable que unos cuarenta años después de que Mérida se rindiese en el 713. El territorio debió de estar bajo el control de beréberes, pues éstos recibieron en el reparto de conquista los territorios comprendidos entre el río Eljas y la orilla del Tajo. De que se asentaron beréberes de la tribu de los Mâshmûdda, del grupo de los Baranis y de la familia de los Banû-Tadjit, nos da cuenta el geógrafo árabe Ibn Idari cuando relata la expedición que en el año 775 realiza el emir de Córdoba Yusuf ibn abd-al-Rahman al-Fihri como consecuencia del desembarco de Abderramán I. Esta tribu creó un pequeño estado independiente en Mérida cuyos dominios llegaron hasta Qurîya o Medina Kauria (Coria), sobrenombre que era aplicado por los árabes a localidades de verdadera categoría. La consecuencia inmediata de la irrupción musulmana en la comarca no se hizo esperar desde los primeros momentos: la mayoría de los habitantes de la Ciudad tuvieron que someterse a los nuevos conquistadores, constituyendo así el primer núcleo mozárabe de nuestra región, donde se mantuvo a duras penas apegado a la tierra hasta que las razzias de Almanzor acabaron por aniquilarlo en el año 998, según Floriano Cumbreño.

    Otros, en cambio, optaron por el éxodo y se refugiaron en el norte, como fue el caso del Obispo Bonifacio, que junto con otros prelados recibieron el amparo del rey Alfonso III el Magno y de la reina Jimena.

   En el año 740 estalla una rebelión de beréberes en África contra el gobierno de los Omeya que pronto repercute en la Península. Los berberiscos de nuestra comarca y de la Sierra de Gata se unen a sus parientes norteafricanos para combatir al gobernador Abd al-Malik ben Qatan y a los sirios de Balach, que habían acudido en su ayuda. Aunque esta revuelta y otras que se sucedieron fueron sofocadas por los emires andalusíes, la confusión que crearon en el Al-Ándalus fue enorme. Es en este contexto donde debemos situar los primeros contactos de los reyes leoneses con el noroeste de la provincia cacereña. Aprovechando la debilidad del emirato cordobés y la inseguridad que reinaba en toda la zona,Alfonso I devasta la zona, cruza el Tajo y llega hasta las proximidades de Mérida.

    Desde este momento, como expone Antonio Navareño, el control de la cuenca del Tajo se convierte en la principal empresa de las distintas campañas de cristianos y musulmanes, que alternarán en su dominio. Hacia la segunda mitad del siglo IX Ordoño I conquista Salamanca y después Coria (en el 859 ó 860), captura a su wali o gobernador, Zeid-ibn-Kasim, y regresa a León con un botín que incluía gran parte de la población de la comarca. Esta marcha de los cristianos caurienses ha quedado registrada en la toponimia, pues el actual Coreses es un pueblo de la provincia de Zamora que debe su existencia y nombre con toda seguridad a los mozárabes de Coria, a donde fueron deportados por Ordoño I, lo mismo que sucede con su homónimo de la provincia de León.

    En 1126 sube al trono de Castilla y León Alfonso VII el Emperador. Entre las prioridades del monarca figuraban la recuperación definitiva de los territorios de la desolada Transierra leonesa a partir de Salamanca y el dominio de la Dalmacia, llave para controlar las tierras al sur del río Tajo. Siguiendo la ruta tradicional, descendió por la antigua calzada y se apoderó del Castillo de Xerit (a orillas del Arroyo de Morcillo), desde donde desencadenó sus razzias. Sometida a un prolongado y férreo sitio, Coria se entregó previa capitulación en 1142. Tras la toma de la Ciudad, las murallas fueron reparadas y se restauró la Sede Episcopal después de más de cuatrocientos años. No obstante, no toda la comarca debía de estar ni en poder de los leoneses ni pacificada, pues Eugenio Escobar hace mención a los Llanos de Algodor (Casillas de Coria), un paraje situado a unos 5 Km de Coria en donde es muy probable que Alfonso VII librara una batalla contra los moros. Este hecho de armas no pasaría de ser una escaramuza, pero el topónimo evoca la naturaleza del asentamiento musulmán que allí hubo de establecerse, porque ‘algodor’, es un arabismo declarado. De hecho, Coria estaba conectada con el reino de León a través de un estrecho corredor rodeado de fortificaciones musulmanas (Trevejo, Santibáñez y Milana). Su papel era, pues, el de cabeza de puente desde donde organizar las razzias que asolarían las riberas del Tajo, Portezuelo, Alcántara y Alconétar.

   La Baja Edad Media es la época en la que asociados a Coria y a su actividad repobladora habrían surgido los lugares de Pozuelo, Guijo de Coria, Casas de Don Gómez o Casillas de Coria al norte del río Alagón; Torrejoncillo, Portaje, Pescueza y Cachorrilla lo harían al sur; y Holguera, Aceituna, Guijo de Galisteo, Montehermoso, Valdeobispo, Carcaboso y Riolobos al amparo de la repoblación de Galisteo. Y también es el tiempo en el que nuestra comarca es testigo de importantes conflictos sociales y económicos. En la década de los años treinta del siglo XIII se registran las desavenencias entre la Orden de Alcántara y el Obispado de Coria, cuya causa hay que atribuirla a la rivalidad económica, ya que ambas instituciones buscaban su consolidación territorial, la percepción de las rentas, diezmos y primicias y derechos en los mismos lugares.

    En 1465 la región vuelve a cobrar protagonismo por convertirse en campo de batalla de las luchas entre el maestre de la Orden de Alcántara, Gómez de Cáceres, y el clavero de dicha Orden Alonso de Monroy. El rey Enrique IV había cedido Coria al Maestre, quien a su vez la entregó a su hermano Gutierre de Solís, que fue ratificado con la dignidad de Conde de Coria. El traspaso del señorío fue aprovechado por el clavero Alonso de Monroy para asaltar la Ciudad y expulsar a Don Gutierre. Después de una serie de combates en los que ningún bando resultó vencedor, la situación se superó mediante un acuerdo: Alonso de Monroy devolvía Coria a Gutierre de Solís a cambio de las fortalezas de Piedrabuena y Mayorga. No obstante, los Solís acabaron endeudados con Don García Álvarez de Toledo, Duque de Alba, al solicitarle auxilio militar para recuperar por las armas Coria, cuyo costo no pudieron cubrir. El Maestre ofreció a Don García la Ciudad como aval y en 1470 el Condado de Coria pasó al Ducado de Alba, señorío que fue ratificado por Enrique IV como marquesado. Como consecuencia, Coria perdió su condición de realengo para convertirse en cabecera de Marquesado. De este período de dominio señorial nos hablan los topónimos Rincón del Duque, Ochavo del Duque y Plantel del Duque (Coria), Aceña del Duque, Huerto del Duque y Camino al Batán del Duque (Torrejoncillo).p>    Desde el punto de vista de la ocupación del espacio físico, los musulmanes han dejado vestigios de su presencia en la edificación de baluartes defensivos, casi siempre levantados sobre ruinas de civilizaciones pretéritas. A los descendientes de los primeros berberiscos que acompañaron a Tarik se les puede atribuir la edificación de la fortaleza de Portezuelo, que responde también al sugerente nombre de Marmionda y evoca la romántica y triste historia de amor entre la bella Marmionda, hija del alcalde moro del castillo, y un noble caballero cristiano. La misma filiación árabe parece tener el puesto militar denominado La Torrecilla (Coria), paraje en el que aún se conservan los restos de un pequeño poblado tardorromano situado en la base de los Cuestos de Mínguez, cuyo objetivo fuera el de proteger la margen izquierda del río Alagón. Al norte de lo que fue la región debemos considerar la fortaleza de Santibáñez el Alto, aunque en aquel tiempo sus defensas no deberían tener mucha importancia: como señala Velo y Nieto, un simple cerco murado y una torre para vigilar las razzias de leoneses y castellanos, que con frecuencia bajaban desde la Meseta y vivaqueaban por la Sierra de Gata. Pero una vez tomado, el castillo sería reemplazado por el actual, posiblemente por los primeros maestres de las Órdenes Militares.

   Más próxima a Coria yacen las ruinas de Milana (Moraleja), llamada también Torremilanera, localizada sobre un cerro que sobresale en la confluencia del río Árrago y la Ribera de Gata. Su factura árabe es indudable. Al noreste, muy próximo a Coria y a orillas del río Alagón, junto al Arroyo de Morcillo y en la Dehesa de Las Mesas, se levantó el Castillo de Xerit, hoy desaparecido. Tenemos constancia de su existencia por el Fuero que Alfonso IX dio a Coria, cuando en su artículo I, referido al acotamiento del alfoz, expresa: «[…] e dende como Morasedas cae en Alagon e ixe a derecho de la otra parte de las Atalayolas (?) que son en derecho de la mesa de Xerete […]». Y por último la Atalaya de Pelayo Vellidiz en el camino de Coria a Galisteo. Antes de la conquista de la ciudad cauriense por Alfonso VI, fue arrebatada a los musulmanes y cedida por sus buenos servicios a su mayordomo mayor Pelayo Vellidiz. Fue recuperada por los almorávides después de la batalla de Zalaca y permaneció en manos berberiscas hasta que Fernando II la reconquistó en 1170, después de tomar Cáceres y Badajoz.

   La hidronimia apoya igualmente la presencia de musulmanes en este período medieval con términos tan elocuentes como Guadancil. A él alude la titulación de una carretera que va del Puente de Guadancil a Ciudad Rodrigo, pasando por el Puerto de Perales. Pero en realidad se trata de un arroyo tributario del río Árrago que Elías Terés relaciona con el hidrónimo Guadahazil, y a partir de aquí puede establecerse una etimología árabe Wadi-l-jinzir, hispano-árabe Wád al-janzir ‘arroyo del puerco’. Y no faltan los microtopónimos que evocan esta etnia, barnizados en muchos casos de leyendas e imprecisiones por el paso deltiempo, porque el referente que los motivó se ha difuminado en la memoria, aunque «tampoco debemos olvidar que en tiempos medievales, cuando se creó gran parte de los nombres de lugar menor, la conciencia de la antigua presencia musulmana sería todavía muy viva». José M.ª Fernández Corrales cita Las Morantas en Calzadilla, Las Moratas en Guijo de Coria, Morisco en Perales del Puerto y Salto del Moro en Santibáñez el Alto. Y a esta lista podemos sumar otros topónimos de la misma familia como Charco del Moro (Coria), El Moro Encantado (Torrejoncillo), Fuente de la Mora en Santibáñez el Alto o Navas del Moro (Moraleja).

   En lo que respecta a la repoblación de la Tierra de Coria, hay que señalar que ésta se realizó en dos direcciones: de sur a norte en los primeros momentos de la conquista leonesa de la Transierra, y de norte a sur desde el momento en que el dominio cristiano se consolidó en estas comarcas. A la primera fase corresponden los movimientos migratorios de población mozárabe que habitaba la comarca de Coria y sus alrededores, y es la gente que contribuye a la colonización del Valle del Duero promovida por Ordoño I, ya explicada en páginas anteriores.

   A la segunda etapa, el aluvión de colonos procedentes sobre todo del reino de León, del cual la Transierra era un apéndice natural. Según señala Ángel Bernal, en su mayor parte los que conformaron los primeros contingentes de repobladores fueron inmigrantes llegados del norte peninsular, concretamente del área leonesa y asturgalaica, continuando una tendencia migratoria que ya se había iniciado en los términos concejiles de Ledesma y Ciudad Rodrigo décadas antes.

   Topónimos como Arroyo de la Zambrana (Cachorrilla) y Terción de la Zambrana y Dambrana (Casillas de Coria) aluden a pobladores procedentes de la región zamorana. Cuando Alfonso VII tomó Coria y restauró su diócesis puso al frente del obispado al prelado Íñigo Navarrón, de origen vasco-navarro, y con él hemos de suponer presente un cortejo del mismo origen. En Calzadilla un hidrónimo toma el nombre de Valgallego, que proclama el origen de sus antiguos pobladores. Gallegos es el microtopónimo que designa a una dehesa en Casillas de Coria y a otro paraje de Calzadilla. La afluencia de repobladores galaicos en busca de nuevas tierras que roturar fue importante en el extremo noroccidental de Cáceres y en otros lugares de la Transierra leonesa, y puede explicar formas de poblamiento bajo la nomenclatura de «villar» o «casar», que hacen referencia a formas de asentamientos originarios de Galicia. Según Ángel Bernal estos topónimos comienzan a ser frecuentes desde el siglo X hasta el XII, y se caracterizan porque aluden a poblamientos rurales dispersos a modo de avanzadilla, muchas veces producto de la iniciativa de familias de agricultores en busca de nuevas tierras marginales que cultivar. Esto explica que entre Coria y Portezuelo hallemos el lugar de Casal de Martín Yánez, datado en 1215, donado por Alfonso IX a la Orden del Hospital y desaparecido prematuramente. La misma suerte corrieron los asentamientos de Casares de Zueca y el Casar de Pavía, localizados entre Coria y Ceclavín y documentados en el Libro de la Montería (1340-1345), y Villar del Asno en dirección a Galisteo, en 1217.

    Otro topónimo que hace alusión al posible origen leonés o castellano, pues resulta imposible determinar la procedencia exacta de los repobladores ultramontanos, es el topónimo del tipo «serrano», como Teso Serrano (Guijo de Coria), Camino de Charco Serrano (Cachorrilla), Calleja de los Serrano (Calzadilla) y Estercada del Serrano (Casas de Don Gómez). Y también podríamos incluir en este grupo, aunque ya con más clara filiación leonesa, los topónimos Ledesma y Barrera de Ledesma (Coria).

   Los portugueses también se incorporaron al proceso repoblador de esta comarca. Si bien los topónimos La Portuguesa (Coria), Portugués y Sepultura del Portugués (Moraleja) pueden referirse tanto a pobladores procedentes del otro lado de la «raya» como a individuos que se movieron en territorios de frontera, el topónimo Camino de los Portugueses nos habla de una ruta habitual de entrada a la comarca frecuentada por colectivos del país vecino. Por otra parte, resulta un hecho declarado el influjo toponímico portugués en ciertos puntos de la región, como advierte Eduardo Barajas Salas.

   Gracias a la toponimia tenemos conocimiento de inmigrantes llegados en distintos momentos y con una presencia casi testimonial. Es el caso de los francos, que dejaron sus huellas en lugares como Collado de Marifranca (Calzadilla), Marifranca y Barrera de Gascón (Guijo de Coria). Velo y Nieto nos explica cómo hacia el año 812 caballeros francos al mando de Teobaldo Montesinos y su madre, la condesa Teudosinda, se refugiaron en la Sierra de Francia –de donde toma su nombre– huyendo de su tío Carlos Martel. Más tarde se asentaron en una altiplanicie de la sierra que fue el inicio de un poblado que con el tiempo llegó a convertirse en Santibáñez el Alto. Francisco Marsá nos aclara que en el gigantesco trasiego de pueblos que intervinieron en las diferentes fases de la conquista de territorios, los emigrantes de más allá del Pirineo fueron conocidos genéricamente por el nombre de «francos», convocados en muchas ocasiones por los monarcas ante la falta de cristianos del norte peninsular para repoblar las tierras tomadas a los musulmanes. La presencia de este colectivo, representado por el topónimo Franco, es notable en las provincias de Burgos, Cáceres, Coimbra, Coruña, Lugo, Oviedo y Porto, especialmente en el período comprendido entre 1055 y 1212 según García de Cortázar.

   La reiteración de topónimos que parten de la base léxica «torre» es muy relevante, porque retrata la inseguridad de la frontera y de las zonas recién conquistadas: nada menos que treinta y dos topónimos, con sus variantes ‘torrecilla’, ‘torrejón’, ‘torrejoncillo’, ‘torrejona’, se reparten por todo el antiguo alfoz de Coria.

   Con la misma finalidad defensiva que la ‘torre’ está Talayuela de Guijo de Galisteo y Talayuelas de Santibáñez el Alto. Podemos observar claramente el topónimo ‘castillo’ en: Lomo del Castillo (Cilleros), Arroyo del Castillo, Teso delCastillo y Castillo de Hornacenteno (Moraleja) o Arroyo del Castillo (Portezuelo); con forma sufijada en: Castillejo (Casas de Don Gómez, Coria y Torrejoncillo), Castillejos (Casillas de Coria y Villasbuenas de Gata), Castillejas (Guijo de Coria) y El Castillejo (Portezuelo); e incluso una forma arcaica «castell» en Teso Castell (Cilleros).

   Otros pobladores que dejaron su rastro toponomástico en la Tierra de Coria y componen el elemento semítico fueron los moriscos y los judíos. De los primeros hay topónimos tan ilustrativos como Morisco, Camino Morisco y Arroyo del Morisco en Perales del Puerto, Vado Morisco en Villasbuenas de Gata y Huerto Morisco en Casillas de Coria. Es cierto que no sabemos, por falta de documentación, si estos gentilicios corresponden a propietarios o a cautivos que participaron en la repoblación inmediatamente después de que la propiedad de la tierra pasara a manos de los cristianos, o a tiempos posteriores, cuando se fueron asentando de manera más o menos estable como consecuencia de las deportaciones que la Corona de Castilla practicó a raíz de la rebelión de las Alpujarras de 1569-1570. Más bien nos inclinamos por la segunda forma de asentamiento, pues hemos de suponer que una vez tomada Coria por los leoneses en 1142 la población morisca, que habría pactado la capitulación de la Ciudad y la salida con sus mujeres, hijos y enseres, como expresa Velo y Nieto, abandonaría sus propiedades a favor de las familias cristianas. El mismo autor al que acabamos de hacer referencia da por seguro que una vez liberada la región «aumentó considerablemente el número de sus habitantes por la afluencia de familias que residían dispersas por la comarca o en el interior de los reinos de León y Galicia». Pero es incuestionable que los topónimos arriba citados se refieren a una etnia que perduraba muy vivamente en la memoria de los conquistadores leoneses. A diferencia de los moriscos, la población judía permaneció ininterrumpidamente en la zona hasta el edicto de expulsión en 1492 por los Reyes Católicos. A su presencia aluden los topónimos Mesa del Judío, Vereda de la Mesa del Judío y La Judía, todos en Coria. Pero el verdadero asentamiento sucedió en tiempos de Arnaldo II, obispo que impulsó la actividad repobladora de la comarca en el siglo XII. Los judíos de Coria se organizaron en una aljama que hubo de adquirir notabilidad, pues el rey Fernando III ratificó el Fuero de la Ciudad en 1227 e incluyó legislación específica que regulaba la vida de este colectivo.

    Un último apartado que debemos abordar en estas páginas sobre la repoblación es el reparto y la administración de las tierras. La unidad de referencia casi obligada a la hora de dividir el alfoz en unidades menores y complejas era el ‘sesmo’, y de él tenemos testimonios en el Sesmo de la Conejera (Coria), Sesmo de la Hoya y Sesmo Malo (Moraleja), Sesmo de la Solana y Sesmo Zahurdillas (Casas de Don Gómez), Sesmo Cimero y Sesmo del Medio (Huélaga) y Sesmo de las Liebres (Riolobos). Otra forma de reparto medieval era el ‘quiñón’, que lo hallamos en el topónimo Quiñones en Coria. La ‘senara’, una prestación de tipo económico que a su vez alude a la parcelación del terreno, aparece en Senara del Concejo (Torrejoncillo), Senara de Pascual Mateos (Coria) y Olivar de la Senara (Casas de Don Gómez). El ‘terción’, que designa una porción de tierra de labrantía más pequeña que la ‘suerte’, en Terciones del Pago, Terciones de Chicharra, Terción de la Zambrana y Terciones del Olivar (Casillas de Coria), Terción (Cachorrilla) y Terción de las Matas (Holguera). ‘Suerte’ pervive en los topónimos Las Suertes (Moraleja), Las Suertes (Cilleros), Suerte del Valle (Coria), Suertes de la Burra (Torrejoncillo), Suertes de la Cachonera (Casillas de Coria), etc.

   La voz ‘pago’ con el significado de «finca pequeña que está plantada de olivos o viñas» es otro recuerdo de la parcelación menor que se practicó en la administración de la tierra. El topónimo viene siempre acompañado de un determinante o de un complemento preposicional, y se halla repartido por los términos de Portaje, Coria, Torrejoncillo, Casillas de Coria, Holguera y Moraleja, donde también encontramos el topónimo La Quinta.

   A la Orden de Alcántara, esa institución medieval que desempeñó un papel crucial en la reconquista y posterior repoblación de estos territorios, hacen alusión los topónimos Laguna Encomendadora y Molino de la Encomienda (Moraleja), Dehesa de la Encomienda de la Parra (Santibáñez el Alto) y Dehesa de la Encomienda (Portezuelo), vocablos que dejan muy claro a quién pertenecían estos señoríos, así como la dignidad que estaba al frente de estas explotaciones económicas tardías, características de la Baja Edad Media que se desarrollan en los siglos XIV y XV. Los topónimos en los que aparecen las palabras ‘encomienda’ o ‘comendador’ son tan transparentes que si analizamos los repertorios corográficos podremos establecer la geografía de la Orden en la Tierra de Coria.

   El siglo XVI viene marcado por los primeros problemas que ocasionó el reparto de la tierra y la expansión demográfica. Alfonso Rodríguez Grajera y Miguel A. Melón señalan que, al igual que en Castilla, en esta región se produjo un considerable aumento de la población, pues de 2.400 vecinos que Coria registraba en 1530 se pasó a 3.688 en 1591. Este incremento de habitantes y emigrantes de la comarca y de otras zonas más alejadas generó la necesidad de roturar nuevas tierras de cultivos, de las que no siempre el Concejo tenía la titularidad o estaban reservadas para el baldío y el pasto común. Ello acarreó pleitos entre particulares y ayuntamientos como el de 1549, que enfrentó a varios vecinos de Perales del Puerto, Huélaga y Calzadilla con la justicia de Coria por poner en cultivo tierras sin título alguno. O la insistente petición en 1515 de los vecinos de Coria, mayoritariamente dedicados a la agricultura, cuando solicitaron al Duque de Alba el ensanchamiento de la dehesa boyal para que pastasen allí las yuntas de bueyes.

   El acontecimiento más importante que vive la Tierra de Coria en el siglo XVII fue la guerra contra Portugal (desde 1640 a 1668). Aprovechando la revuelta de Cataluña contra Felipe IV y la guerra que España mantenía con Francia, la nobleza y la alta burguesía portuguesas expulsaron del país a la regente Margarita de Saboya y proclamaron rey al Duque de Braganza (Juan IV). El hecho de que Coria fuera una importante plaza amurallada y que estuviese próxima a la frontera atrajo desde el inicio del conflicto el interés de los portugueses por conquistarla, con el fin de que sirviera como cabeza de puente para nuevos ataques. La Ciudad, no obstante, nunca fue tomada, pero sus campos sufrieron continuos saqueos que se tradujeron en el empobrecimiento económico generalde la región, incrementado además por la necesidad de mantener y avituallar compañías de hombres armados y reforzar las defensas, entre las que se encuentran sus murallas. En 1652 los portugueses vuelven a asolar la región, quemando los arrabales de Coria y robando el ganado, acción que se repite en 1661, año en que Moraleja se fortifica. Esta guerra fue particularmente dañina para la región porque se basó en el asedio, las expediciones de castigo, la rapiña y la quema de los campos.

    El siglo XVIII estuvo marcado por la Guerra de Sucesión tras la muerte de Carlos II. Al final España se vio obligada a ceder en Utrecht (1714) los Países Bajos y las posesiones italianas a cambio del reconocimiento de Felipe V como rey de España. Y como había sucedido ya antes en la guerra contra Portugal, la Tierra de Coria sufrió una nueva sangría económica como consecuencia de las levas de soldados, el mantenimiento y sustento de los mismos y el abandono de los campos por la inseguridad a los ataques del ejército del Archiduque Carlos de Austria, pretendiente al trono español, y de sus aliados portugueses al mando del Marqués de las Minas, que merodearon de nuevo por la comarca en 1706.

   El siglo XIX trajo la Guerra de la Independencia contra los franceses en 1808. El 8 de junio del mismo año, como afirma Antonio Navareño Mateos, se constituye a instancias de la subdelegación de Plasencia la Junta de Gobierno de la Ciudad de Coria con el objetivo de organizar la resistencia ante el posible avance de las tropas francesas que ya habían empezado a desplegarse por el norte de la provincia. El 30 de diciembre Galisteo estaba en poder de los invasores, que comenzaron a cruzar el río Alagón para dirigirse a Coria. En junio de 1809 entró en la Ciudad el general inglés Wellington con un ejército de 30.000 soldados ingleses y portugueses; sin embargo, como reconstruye Alejandro Valiente107, la derrota de los españoles en Talavera obligó a los aliados a abandonar la comarca para proteger la retirada de los primeros. La marcha de las tropas de Wellington fue aprovechada por el mariscal Soult, que estaba acantonado en Baños de Montemayor con 50.000 franceses, para caer sobre Plasencia y luego sobre Coria, donde entró el 13 de agosto. El saqueo de la Ciudad y su Tierra duró hasta el 7 de octubre. Torrejoncillo, por ejemplo, fue saqueado sin piedad y luego incendiado por estas fuerzas de ocupación.

   En 1810 el general Regnier vuelve a entrar en Coria y exige aprovisionamiento para sus tropas y dinero. También tenemos noticia de que otro ejército anglo-lusitano al mando del general Hill estuvo acampado en las inmediaciones de Coria el mismo año. Pero la presencia de este contingente aliado debió de ser efímera, porque el 24 de febrero de 1811 llegó un nuevo ejército de ocupación francés a Coria.

   En 1812 la situación es radicalmente distinta. Tropas del 2º Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey estaban acantonadas en la Ciudad, que debía aprovisionar a los soldados. Pero la escasez de recursos era tan evidente y el gasto tan excesivo que el Ayuntamiento tuvo que pedir colaboración a los pueblos vecinos.

   Las obligaciones se repartieron, según Alejandro Valiente, entre Morcillo, Guijo de Coria, Calzadilla, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria, Portaje, Pescueza y Cachorrilla.

    En 1813 las últimas tropas aliadas que permanecían en Coria abandonaron definitivamente la comarca, y con ellas se alejó la guerra. Pero la Guerra de la Independencia había sumido a la Tierra de Coria en una situación de auténtica depauperación demográfica y económica. Hasta tal punto llegaba el endeudamiento del Concejo, que éste hubo de recurrir a la venta de varios de sus baldíos para apenas cubrir la dotación de los servicios más elementales de la Ciudad y sus pueblos.

   Un topónimo es testigo de este período tan turbulento en la historia de nuestra comarca. El paraje denominado Valle del Buen Hombre (Villasbuenas de Gata) designa un lugar en el que según cuenta la tradición se firmó un acuerdo entre franceses y españoles. Es cierto que ni la historia general ni las crónicas locales registran el hecho de que tropas francesas estuviesen acantonadas en el pueblo, pero el orónimo denota el punto elegido por ambos bandos donde se acordó algún tipo de tregua o tratado.

    Después de la Guerra de la Independencia y el hambre de 1814 Coria inicia la recuperación demográfica. De 1.139 habitantes que tenía en 1808 pasó a 2.656 en el año 1857. Topónimos específicos que aludan a este repunte de la población lógicamente no tenemos, pues ninguna nueva aldea surgió en estos tiempos. Sí tenemos noticias, en cambio, de las ampliaciones que se realizaron en la Ciudad, lo cual podría marcar el punto de partida de la transformación de ciudad medieval en ciudad moderna «con la mejor y mayor explotación de los recursos naturales, especialmente agrícolas, encaminándose en la vía de la industrialización», como expone Antonio Navareño. Por este tiempo y en este clima de expansión económica podemos datar, a modo de ejemplo, los topónimos Aceña del Olivar, Aceña de Sinovas y Aceña de Morales en el término de Casillas de Coria. La tipología constructiva de estos molinos corresponde a mediados del siglo XIX117 y el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura (1791), aunque no aporta nombre alguno, recoge la existencia de un molino de aceite, y Madoz (1846) de tres, pero tampoco sin especificar. Por nuestra parte podemos citar en Calzadilla el Molino de Jerez, hoy ya desaparecido, el Molino de la Boticaria en Torrejoncillo o el Molino del Calvo en Moraleja, documentados en 1863 entre otros muchos.

    La llegada del Constitucionalismo con la promulgación de las Cortes de Cádiz en 1812 no tuvo mayor repercusión en la Tierra de Coria que el transcurso de la vida cotidiana. Lo mismo se puede decir de la subida al trono de Fernando VII en 1814, el Trienio Liberal y de nuevo el Absolutismo en 1823.

    Tropas realistas entraron en la Ciudad sin que debamos reseñar episodio digno de mención. Los cargos políticos se suceden o cesan, mientras el pueblo se conformaba con la subsistencia diaria, que no debía de resultar fácil si hay topónimos como Ladronera en Pescueza o El Contrabandista en Moraleja, que subrayan una economía marginal y casi de supervivencia, heredada de tiempos no muy pasados. Ya el Interrogatorio de la Real Audiencia recogía la preocupación de las autoridades por la concentración de delincuentes y malhechores que estaba teniendo lugar en el sitio llamado la Venta del Caballo (Moraleja).

    Un hecho monopoliza la atención en este período de inestabilidad política: la puesta en pública subasta de los bienes inmuebles en poder de los estamentos eclesiástico y secular, es decir, la desamortización. En el caso de la Tierra de Coria los grandes propietarios eran el Concejo de la Ciudad, el Cabildo y el Duque de Alba. Fueron desamortizadas hasta 2.105 fincas según se cita en el Interrogatorio de la Real Audiencia. Pero la venta de terrenos comunales pertenecientes al Concejo llegó a adquirir tintes de verdadero dramatismo cuando, por ejemplo, las dehesas de El Rebollar, Fuente de la Mata, Tomillarejo, Valderrodeos, El Arroyar, Ejido de las Majadas, El Mohedal, El Bardillo y La Zarzuela de Calzadilla fueron sacadas a subasta. La consecuencia inmediata que se infiere de esta venta es un cambio en la estructura de la propiedad y en las relaciones sociales, aunque en el fondo ésta seguía estando concentrada en unas pocas manos, sólo que ahora con un problema añadido: la aparición de propietarios agrícolas entre los grupos burgueses y hacendados de la comarca que controlaban la mayoría de las propiedades enajenadas y el incremento de jornaleros sin las tierras comunales que les habían permitido subsistir a falta de tierra propia. Precisamente este aumento de peones desposeídos es lo que explicará los movimientos de ocupación de las dehesas Cachón de la Conejera, Malpartida, Cozuela y Mediana en Coria en años venideros por parte de campesinos. A estos conflictos de reparto podríamos también sumar los topónimos Huerto del Pleito (Calzadilla) o El Pleito (Riolobos).

   En el siglo XX el acontecimiento más relevante es la Guerra Civil. La comarca, como las del resto del país, padece los efectos de la posguerra: hambruna, emigración y miseria. A partir de los años 50 y 60 la Tierra de Coria vive un nuevo despegue socioeconómico gracias a la política de regadíos y colonización de los ministerios de Agricultura y Obras Públicas con la declaración de «zona de interés nacional» de las vegas de los ríos Árrago y Alagón. Surgen así nuevos paisajes agrarios, agricultores minifundistas que explotan sus propias parcelas de regadío y poblados construidos sobre antiquísimas dehesas concejiles que han originado nuestros últimos macrotopónimos: El Batán, La Moheda de Gata, Puebla de Argeme, Rincón del Obispo, Valdencín y Vegaviana.

    Según la Historia y Toponimia de la Tierra de Coria de Francisco José Casillas Antúnez

    "La Baja Edad Media es la época en la que asociados a Coria y a su actividad repobladora habrían surgido los lugares de Pozuelo, Guijo de Coria, Casas de Don Gómez o Casillas de Coria al norte del río Alagón; Torrejoncillo, Portaje, Pescueza y Cachorrilla lo harían al sur; y Holguera, Aceituna, Guijo de Galisteo, Montehermoso, Valdeobispo, Carcaboso y Riolobos al amparo de la repoblación de Galisteo. Y también es el tiempo en el que nuestra comarca es testigo de importantes conflictos sociales y económicos. En la década de los años treinta del siglo XIII se registran las desavenencias entre la Orden de Alcántara y el Obispado de Coria, cuya causa hay que atribuirla a la rivalidad económica, ya que ambas instituciones buscaban su consolidación territorial, la percepción de las rentas, diezmos y primicias y derechos en los mismos lugares.

    En 1465 la región vuelve a cobrar protagonismo por convertirse en campo de batalla de las luchas entre el maestre de la Orden de Alcántara, Gómez de Cáceres, y el clavero de dicha Orden Alonso de Monroy. El rey Enrique IV había cedido Coria al Maestre, quien a su vez la entregó a su hermano Gutierre de Solís, que fue ratificado con la dignidad de Conde de Coria. El traspaso del señorío fue aprovechado por el clavero Alonso de Monroy para asaltar la Ciudad y expulsar a Don Gutierre. Después de una serie de combates en los que ningún bando resultó vencedor, la situación se superó mediante un acuerdo: Alonso de Monroy devolvía Coria a Gutierre de Solís a cambio de las fortalezas de Piedrabuena y Mayorga. No obstante, los Solís acabaron endeudados con Don García Álvarez de Toledo, Duque de Alba, al solicitarle auxilio militar para recuperar por las armas Coria, cuyo costo no pudieron cubrir. El Maestre ofreció a Don García la Ciudad como aval y en 1470 el Condado de Coria pasó al Ducado de Alba, señorío que fue ratificado por Enrique IV como marquesado. Como consecuencia, Coria perdió su condición de realengo para convertirse en cabecera de Marquesado. De este período de dominio señorial nos hablan los topónimos Rincón del Duque, Ochavo del Duque y Plantel del Duque(Coria), Aceña del Duque, Huerto del Duque y Camino al Batán del Duque (Torrejoncillo).

    Otro topónimo que hace alusión al posible origen leonés o castellano, pues resulta imposible determinar la procedencia exacta de los repobladores ultramontanos, es el topónimo del tipo «serrano», como Teso Serrano (Guijo de Coria), Camino de Charco Serrano (Cachorrilla), Calleja de los Serrano (Calzadilla) y Estercada del Serrano (Casas de Don Gómez). Y también podríamos incluir en este grupo, aunque ya con más clara filiación leonesa, los topónimos Ledesma y Barrera de Ledesma (Coria)

    La reiteración de topónimos que parten de la base léxica «torre» es muy relevante, porque retrata la inseguridad de la frontera y de las zonas recién conquistadas: nada menos que treinta y dos topónimos, con sus variantes ‘torrecilla’, ‘torrejón’, ‘torrejoncillo’, ‘torrejona’, se reparten por todo el antiguo alfoz de Coria.

    Con la misma finalidad defensiva que la ‘torre’ está Talayuela de Guijo de Galisteo y Talayuelas de Santibáñez el Alto. Podemos observar claramente el topónimo ‘castillo’ en: Lomo del Castillo (Cilleros), Arroyo del Castillo, Teso del Castillo y Castillo de Hornacenteno (Moraleja) o Arroyo del Castillo (Portezuelo); con forma sufijada en: Castillejo (Casas de Don Gómez, Coria y Torrejoncillo), Castillejos (Casillas de Coria y Villasbuenas de Gata), Castillejas (Guijo de Coria) y El Castillejo (Portezuelo); e incluso una forma arcaica «castell» en Teso Castell (Cilleros).

    Un último apartado que debemos abordar en estas páginas sobre la repoblación es el reparto y la administración de las tierras. La unidad de referencia casi obligada a la hora de dividir el alfoz en unidades menores y complejas era el ‘sesmo’, y de él tenemos testimonios en el Sesmo de la Conejera (Coria), Sesmo de la Hoya y Sesmo Malo (Moraleja), Sesmo de la Solana y Sesmo Zahurdillas (Casas de Don Gómez), Sesmo Cimero y Sesmo del Medio (Huélaga) y Sesmo de las Liebres (Riolobos). Otra forma de reparto medieval era el ‘quiñón’, que lo hallamos en el topónimo Quiñones en Coria. La ‘senara’, una prestación de tipo económico que a su vez alude a la parcelación del terreno, aparece en Senara del Concejo (Torrejoncillo), Senara de Pascual Mateos (Coria) y Olivar de la Senara (Casas de Don Gómez). El ‘terción’, que designa una porción de tierra de labrantía más pequeña que la ‘suerte’, en Terciones del Pago, Terciones de Chicharra, Terción de la Zambrana y Terciones del Olivar (Casillas de Coria), Terción (Cachorrilla) y Terción de las Matas (Holguera). ‘Suerte’ pervive en los topónimos Las Suertes (Moraleja), Las Suertes (Cilleros), Suerte del Valle (Coria), Suertes de la Burra (Torrejoncillo), Suertes de la Cachonera (Casillas de Coria), etc.

    El siglo XVIII estuvo marcado por la Guerra de Sucesión tras la muerte de Carlos II. Al final España se vio obligada a ceder en Utrecht (1714) los Países Bajos y las posesiones italianas a cambio del reconocimiento de Felipe V como rey de España. Y como había sucedido ya antes en la guerra contra Portugal, la Tierra de Coria sufrió una nueva sangría económica como consecuencia de las levas de soldados, el mantenimiento y sustento de los mismos y el abandono de los campos por la inseguridad a los ataques del ejército del Archiduque Carlos de Austria, pretendiente al trono español, y de sus aliados portugueses al mando del Marqués de las Minas, que merodearon de nuevo por la comarca en 1706.

    El siglo XIX trajo la Guerra de la Independencia contra los franceses en 1808. El 8 de junio del mismo año, como afirma Antonio Navareño Mateos, se constituye a instancias de la subdelegación de Plasencia la Junta de Gobierno de la Ciudad de Coria con el objetivo de organizar la resistencia ante el posible avance de las tropas francesas que ya habían empezado a desplegarse por el norte de la provincia. El 30 de diciembre Galisteo estaba en poder de los invasores, que comenzaron a cruzar el río Alagón para dirigirse a Coria. En junio de 1809 entró en la Ciudad el general inglés Wellington con un ejército de 30.000 soldados ingleses y portugueses; sin embargo, como reconstruye Alejandro Valiente, la derrota de los españoles en Talavera obligó a los aliados a abandonar la comarca para proteger la retirada de los primeros. La marcha de las tropas de Wellington fue aprovechada por el mariscal Soult, que estaba acantonado en Baños de Montemayor con 50.000 franceses, para caer sobre Plasencia y luego sobre Coria, donde entró el 13 de agosto. El saqueo de la Ciudad y su Tierra duró hasta el 7 de octubre. Torrejoncillo, por ejemplo, fue saqueado sin piedad y luego incendiado por estas fuerzas de ocupación.

    En 1810 el general Regnier vuelve a entrar en Coria y exige aprovisionamiento para sus tropas y dinero. También tenemos noticia de que otro ejército anglo-lusitano al mando del general Hill estuvo acampado en las inmediaciones de Coria el mismo año. Pero la presencia de este contingente aliado debió de ser efímera, porque el 24 de febrero de 1811 llegó un nuevo ejército de ocupación francés a Coria.

    En 1812 la situación es radicalmente distinta. Tropas del 2º Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey estaban acantonadas en la Ciudad, que debía aprovisionar a los soldados. Pero la escasez de recursos era tan evidente y el gasto tan excesivo que el Ayuntamiento tuvo que pedir colaboración a los pueblos vecinos.

    Las obligaciones se repartieron, según Alejandro Valiente entre Morcillo, Guijo de Coria, Calzadilla, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria, Portaje, Pescueza y Cachorrilla. En 1813 las últimas tropas aliadas que permanecían en Coria abandonaron definitivamente la comarca, y con ellas se alejó la guerra. Pero la Guerra de la Independencia había sumido a la Tierra de Coria en una situación de auténtica depauperación demográfica y económica. Hasta tal punto llegaba el endeudamiento del Concejo, que éste hubo de recurrir a la venta de varios de sus baldíos para apenas cubrir la dotación de los servicios más elementales de la Ciudad y sus pueblos."

   Del Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, Partido de Coria, realizado con fecha 2 de marzo de 1792, paginas 215 a 231, se desprende lo siguiente:

    "Guijo de Coria. En el lugar de Guixo de Coria a dos dias del mes de marzo de mil setezientos noventa y dos años, estandos juntos en la sala capitular los señores justicia, reximiento y sindico procurador de el comun por ante mi el escribano publico del numero y ayuntamiento de el, dixeron: que han rezivido la real ynstruccion que aprovo el Supremo Consejo de Castilla, para la visita que deven hazer el regente y ministros de la Nueva y Real Audiencia de Extremadura en los nueve partidos que componen dicha provincia, con un ynterrogatorio compuesto de cinquenta y siete capitulos que se deven responder por las justicias, para que dichos señores ministros se ynteligencien de los particulares respectibos que cada uno comprehende, para la recta administracion de justicia, reximen, govierno y bienestar de todos los pueblos de la demarcacion de dicha Real Audiencia, y para que tenga efecto mandaron que teniendo presente dicho ynterrogatorio se responda a cada uno de sus capitulos con la legalidad y pureza que corresponde a un objeto en que tanto se ynteresa el beneficio comun, y poniendolo en efecto y actuados de lo que deven responder a las preguntas de dicho ynterrogatorio y a cada una de ellas, lo executan en la manera siguiente:

    Este lugar se denomina el Guixo de Coria, dista de la ciudad de Coria tres leguas, a cuia jurisdizion ordinaria esta suxeto; su situacion es elevada, bañada de los quatro vientos, dista de la villa de Cazeres doze leguas. La extension de su termino se reduze a una media legua que comprehende el exido y Dehesa Viexa, y para el comercio de la labor tiene sus oxas que levantado el fruto queda su territorio pastable para todos los ganados de los catorze pueblos que comprehende la dicha ciudad de Coria y su jurisdizion, estas ojas pueden tener una legua de norte a sur y de poniente a levante tres quartos de legua, en cuio baldio comun se halla comprehendida la Dehesa Nueva propia de este dicho lugar.

   Confina a el oriente con termino y jurisdizion de la villa de Galisteo, a poniente con el priorato de Santibañez del Orden de Alcantara y este pueblo ha estado sugeto a la Chanzilleria de Valladolid, distante cosa de cinquenta leguas, y en lo demas no toca a este pueblo, pues ni toca a el Reino de Portugal ni a la Audiencia de Sevilla.

    2º- Este dicho pueblo por estar sugeto a la jurisdizion de la ziudad de Coria es pedaneo y todos sus moradores del estado general; es de señorio que perteneze al Excelentisimo Señor Duque de Alba, mi señor, como Marques de dicha ciudad de Coria y su partido, y conseguente su jurisdizion y por lo mismo nombra Su Excelencia cada que corresponde el alcalde maior que reside en dicha ciudad para la administracion de justicia, su govierno y pueblos del partido, y en lo demas no pueden dar razon. Los alcaldes de los dichos pueblos solo tienen la pedanea jurisdizion y no pueden conozer de causas ziviles ni criminales, y solo les es permitido hazer pago hasta en cantidad de mil maravedies y no mas; tambien pueden actuar en las causas criminales desde la caveza de prozeso, hazer la sumaria, prision del reo o reos, embargo de vienes, deposito de estos en forma y evacuado, hazer la remesa de auto y reos a la carzel real y disposizion de dicho alcalde maior; tambien se suele dar quenta a dicho alcalde maior de estos y otros delitos (no urgiendo la nezesidad de que se malogre alguna prision) y se observa lo que decreta en este pueblo.

    Ay solo un abogado y el presente escribano que lo es publico del numero y ayuntamiento de este dicho lugar, motibo de no haver subalternos; el salario de los señores alcaldes y rexidores es el de veinte reales cada uno anuales, el del procurador sindico veinte y quatro, y el del presente escribano setezientos y cinquenta reales; ygnorando el aranzel que el juzgado tiene para el pago de los derechos de los litigantes que ocurren al juzgado.

    3º.- Este pueblo se compone de ciento treinta y siete vezinos, diez y siete viudas y treze menores, que todos juntos componen el numero de ziento sesenta y siete, los quales forman un cuerpo reduzido de labradores y jornaleros, con sus ordenanzas munizipales aprovadas por la dicha ziudad de Coria en los beinte y siete de septiembre del año de mil seiscientos y treinta, baxo de cuias munizipales leyes se ha governado este pueblo y sus moradores; que su exercicio es el de la labor, sin otro exercicio ni comerzio.

    Sus diversiones no son otras que juego de calba, ótro de varra y esto en los dias feriados y no de travaxo, y si juegan algunos pocos alguna entretenida a los naipes en juegos lizitos y no prohibidos por ser unos pobres ynfelizes. El gremio de jornaleros regularmente travaxan desde antes que el sol sale hasta poco despues que se pone, su jornal diario es regularmente en la siega de las mieses de trigo, zenteno y zevada a quatro reales, quatro y medio y cinco cada un dia, y en el resto del año a dos reales, dos y medio, y en uno y en otros dias se los da de comer lo bastante para su manutenzion.

    4º Ay abasto de taverna y havazeria, este se subasta anualmente y rematha en el mejor postor y su producto se aplica para en parte de pago de las Reales Contribuziones, segun lo prevenido en la Real Ynstruccion del año de veinte y cinco; y tambien ay abasto publico de carnes y se subasta, remata y su producto se da el mismo del otro.

    Los pesos y medidas que se usan en dichos abastos son una misma en los pueblos del rezinto, por estar o dever estar arreglados a la pote del Barco de Abila, aunque se dize que algunos pueblos es la medida un poco mas alta.

    5º Ay casa de ayuntamiento en que se yncluie la carzel y troxes en que se halla el trigo del posito, y contiguo a ella una sala en que el ayuntamiento zelebra sus juntas, conzexos y determinaciones que se tienen por oportunas al govierno del pueblo; no ay correxidor ni alcalde mayor, ni en dicha casa havita persona alguna, cuia extension es capaz para las prisiones que se ofrezcan y se hallan sus paredes y pavimento en buen estado. Y no ay otros edificios y si ay el archivo de tres llaves de los caudales de propios y otro del posito conforme a lo prevenido; no ay oficio de hipotecas, pues este solo existe en la ciudad de Coria, a el que ocurren las partes a tomar la razon de sus respectibas escripturas.

    6º-. Los rexistros y protocolos de publicas escrituras de este pueblo se hallan con el orden y seguridad que corresponde, para que ni padezcan detrimento ni tenga extravios la cosa de tanta ymportancia, como tan recomendable por las leyes.

    7º En este pueblo no ay pleitos civiles ni criminales, por que como ba dicho es jurisdizion pedanea la de este dicho lugar y solo toca a la jurisdizion ordinaria de Coria, en cuio tribunal se substanzian y determinan en primera ynstancia.

    8º-. A causa de la ymbasion de las guerras con Portugal quedo este pueblo quasi desolado por su ynmediazion, despues se ha ydo reparando, pero sin embargo se hallan sus calles desiguales, desproporcionadas y poco limpias a causa del mucho suelo y poco vezindario, son algunas bastante anchas para aldea y su piso desigual pero poco pendiente.

    9º-. Ay dos casas de posada que se hallan en un estado mediano para el ospedaje de los traxinantes. Los caminos reales de su termino son llanos y tribiales y lo mismo los de travesia, y no ay en las zercanias de este dicho pueblo paso peligroso como en otra, aunque no faltan ynsultos aun en el campo mas limpio, pero no frequentes como en otros sitios en que diariamente por su montuosidad y distancia a otros pueblos se executan, ni ay desgracias en estas zercanias.

    10º-.No ay ferias ni mercados, ni es el pueblo aparente para ello por haverlas a corta distancia en las ciudades, villas y lugares, y ya se lleva dicho no ay en el este lugar mas trafico ni comercio que el de la lavor.

    11º-. Ni ay fabrica de genero alguno, tintes, ni engredientes y se ygnoran las proporciones para si quisieran establezerlas.

    12º-. Ay efectos de propios que consisten en los arriendos de las yervas y bellotas de sus dehesas y ejido, agostaderos o beranaderos y rentas en granos que rentan los conzejiles de labor, que por una regulazion quinquenia le toca cada año tres mil setezientos cinquenta y seis reales con diez y ocho maravedies; y no ay otros caudales publicos ni secretos que pertenezcan a dicho efecto, en que se yncluie el valor de la leña rodada de las dehesas, la corcha, arriendo de un establo, cuios efectos se ynbierten en la satisfaccion de las dotaziones contenidas en el reglamento que aprovo el Consexo remitido a este pueblo para su govierno y direccion.

    13º-.Las penas causadas en todo genero de acotados por una regulacion quinquenia hasta fin de diciembre de mil setezientos ochenta y nueve asciende cada año a mil ochozientos setenta y quatro reales y nueve maravedies, su encavezamiento ha estado hasta dicho año en treinta y siete reales de vellon, y por los ocho años siguientes que cumplen el venidero de noventa y siete en quarenta y dos reales y quatro maravedíes por la cantidad de la corte; los guardas que las han alcanzado en dichos cinco años y de cuio yngreso se les paga han venzido cada uno de dicha cinco años dos mil seiscientos veinte y cinco reales y tres maravedies segun dicho quinquenio, en que van ynclusas las alcanzadas en las dehesas y arbolados, lo que no se executara en los subzesivo, excluiendo los desmontes, plantios y veda de pesca y caza segun lo ultimamente resuelto por Su Magestad.

    14. Ay posito en este lugar que su fondo en trigo asciende a el numero fixo de dos mil y quinientas fanegas, sin aumento ni disminuzion, y tres mil novezientos ochenta y un reales y doze maravedies que existen en el arca de caudales.

    15. Ya se lleva dicho en el articulo terzero en quanto a las ordenanzas que ay en este lugar para su govierno.

    16. Nada de lo que se refiere en este numero ay en este pueblo.

    17. Tampoco es comprehendido por lo respectibo a este.

    18. Este pueblo sola tiene una parroquia, que sus emolumentos consisten en una de las nueve partes de los granos que se adeudan en el termino y dezmatorio deste luar, esto es trigo, zenteno, zevada, lino, garvanzos y otras menudencias, azeite, lechones, cabritos y corderos, zera, miel, enjambres, lana, queso y uba, con otras menudenzias, y de todas expezies goza un noveno como va dicho, que deduzidos gastos por una regulacion quinquenia sale cada un año con dos mil quarenta y siete reales y, dos maravedies; el parroco que sirve a dicha parroquia corre su eleccion de quenta de Su Magestad (Dios le guarde) y el Ylustrisimo Señor Obispo de este obispado, corriendo por alternatiba mensual entre ambos superiores, nombrando cada qual segun el mes que le toca como es bien notorio.

    19. No ay zementerios, ni se contempla nezesidad de ellos por la gran capacidad de la parroquia y su primoroso enlosado.

    20. Solo se encuentra el beneficio sachristia, a quien no se le conoze patronos ni noticias de haberlos tenido, su dotazion consiste en las tres novenas partes de todas las primizias que adeudan los vezinos de trigo, zenteno, zevada, garvanzos y vino, paga de veneficio anualmente a el arzipreste del lugar de Calzadilla tres fanegas de grano, una de trigo, otra de zenteno y otra de zevada, y asimismo ciento setenta y seis reales a el sachristan, ygnorase si paga subsidio; cuio beneficio no tiene residencia ni jamas se ha conozido.

    Asimismo ay la capellania que fundaron Bartolome Halcon y Catalina Gomez, su patrono Estevan Martin, su renta por una regulazion es trescientos reales, su carga ciento y ocho reales.

    Asimismo ay otra que fundo Don Josef Ortiz, su patrono Don Anizeto Romero, su dotacion consiste en tierras de pan llevar, huertos, viñas y olivares, que renta anualmente por una prudente regulazion y asciende a cosa de nove zientos reales, y sus cargas a doscientos veinte y ocho reales; es dicha capellania de residencia fixa.

    Ay otra capellania que fundo el Bachiller Carmono, no consta en su fundazion de patronos de ella, su dotazion consiste en tierras, huertos, viñas y olivares, y sus productos y rendimientos gozan sus capellanes, y esta gravada con quatro misas cada semana segun dicha fundazion y oy se halla reduzida su carga a treinta misas rezadas; ni consta ser de fixa residencia.

    Ay otra que fundo Matheo Halcon, su patrono el alcalde mas biexo, su dotazion consiste en tierras de pan llevar, huertos, viñas y olivares, de cuios frutos se sustenta el capellan, su carga consiste en zelebrar las misas que cupiere en lo que de dichas espensas liquidas libres, a razon de seis reales cada una; y es de fixa residencia.

    Ydem ay otra capellania que fundo el consejo de este lugar con titulo de Animas, a que esta agregada una corta obra pia que fundo Juana Giraldo, no consta en su fundazion de patrono, su dotazion consiste en los frutos y rentas de varias heredades de tierras, casas, huertos y viñas y olivares, con algunas escrituras de zenso, su carga quarenta y nueve misas y sus anibersarios, cada una que se zelebran todos los lunes de cada semana, y trescientos diez y nueve reales que anualmente paga el capellan de lacra y sachristan con el subsidio que anualmente se le carga que asciende a treinta y ocho reales de vellon; y es dicha capellania de fixa residencia.

    21. En este dicho lugar ay un ospital, que su renta consiste en unas cortas heredades de tierras de pan llevar, cuida el consejo de su administrazion por no tener patronos señalados, cuios productos cortos se ynvierten en sus reparos y conoze el consexo de su administrazion sin yntervenzion de otros juezes.

    Yden ay una obra pía sugeta a la jurisdizion real que fundaron Alexandro Anton y Maria Sanchez su muger con el objeto de que sus productos liquidos que dexan diferentes heredades de tierras, olivos, huertos y viñas, se dibiden por dos yguales partes, la una que se reparta pobres y la otra para aumento de dicha obra pia; sus patronos son el cura parroco deste lugar, alcalde de primer voto y rexidor menor antiguo; se regula su producto anualmente dos mil trescientos y diez reales, y su carga setezientos sesenta y tres; administrala oy Alexandro Anton sobrino del fundador, conoze la jurisdizion real de ella.

    Yden ay otra que a nombre de Christohal Lopez y Maria Dominguez su muger fundo el tribunal eclesiasticu de la ziudad de Coria, es laical y paga las Reales Contribuziones y no subsidio, y de presente yntentan extinguirla dos per sonas que se figuran parientes y han demandado a sus patronos por el correxidor de la ziudad de Crnia; su fundazion y ereccion se hizo con el objeto de que el maestro de primeras letras del consejo enseñe devalde a todos los niños de los vezinos pobres; sus patronos son el cura parroco, alcalde de primer voto y mayordomo de la fabrica deste dicho lugar; su dotazion consiste en diversas heredades de olivos y zercas, dos tierras de pan llevar, no tiene gravamen sino el cultibo de sus olibos y viñas, oy la administra el maestro de primeras letras Juan Perez Nieto.

    Ygualmente ay otra obra pia que fundo Don Antonio Sanz de el Castillo para dotar huerfanas, sus patronos son el cura parroco, alcalde de primer voto y el rexidor decano; su dotazion consiste en los usufrutos de diversas tierras, tierras de pan llevar, huertos, viñas y olivares; sus gravamenes y cargas ascienden a cinquenta y dos reales, quatro fanegas de trigo a los patronos, y ocho reales para cultihar los olivos, oy la adminstra Francisco Halcon, conoze de ella el tribunal eclesiastico de la ciudad de Coria.

    22. En este dicho pueblo ay la cofradia de la Santa Veracruz y la de la Misericordia, los fondos de aquella apenas dan para sus gastos como apareze de su quenta, el numero de hermanos son ciento y treinta, su ynstituto es el solemnizar las prozesiones de rogatibas en el tiempo de esterilidades de aguas, epidemias y guerras, letanias y demas rogativas que se hazen en el discurso del año en que es forzosa la concurrencia del pueblo, y entierros y su asistenzia a los difuntos; de cuia direccion y goviemo entienden quatro diputados con su mayordomo, todos hermanos de dicha cofradia y entienden en las penas de los que contrabienen a sus prezeptos. Y los de esta nombrada de la Misericordia se reduzen a tierras de pan llevar y algunos huertos, se compone de veinte y quatro hermanos y doze hermanas; su ynstituto se reduze a asistir a los pobres y enfermos del ospital y a los que lo son vezinos con las limosnas que expenden los hermanos en todos los domingos del año y el jubileo que se zelebra el dia de San Mathias, su juez es el alcalde que entre los hermanos se nombra todos los años, conoze el juez eclesiastico de Coria de dicha cofradia.

    23. Ay quatro hermitas extralimite deste pueblo y no ay otro santuario, las dichas hermitas son una la del Santo Christo del Valle, San Sebastian, Nuestra Señora de la Consolazion y San Antonio Abad, a esta hermita pasa la Santa Hermandad de la Veracruz deste lugar el dia del lunes de albillo en prozesion, alli se zelebra misa solemne, predica las austeras penitencias y virtudes del santo y su exemplar vida, y en la tarde se buelbe en la misma forma en prozesion, cantado la liturgia de los santos y rosario de Maria Santisima con toda devocion, sin que se experimente el menor disturbio, cuias prozesiones dirigen y gobiernan los quatro diputados de la hermandad; las limosnas que se recogen son mui cortas y por lo mismo ninguna de la sobre dichas hermitas tiene hermitaño alguno.

    24. Por no haver conventos ni de uno ni de otro sexo se omite su extension.

    25. No ay seminario de genero alguno, omitese su extension.

    26. No ay biblioteca ni compete su explicazion a este pueblo.

    27. Ay un maestros de primeras letras para la enseñanza de los niños de ambos sexos, pero no de gramatica ni otros estudios; la dotacion de este maestro se reduze a los emolumentos y rentas que produze la obra pia de Christoval Lopez, fundada para la enseñanza y educazion de los niños pobres de el pueblo, a una quartilla de trigo y a doscientos reales que llevan dotados por el reglamento quando los maestros no los remiten como subcede; cuida el conzexo de zelar el cumplimiento de la obligazion del maestro.

    28. No ay soziedad ninguna por lo que se omite su explicazion.

    29. Tampoco ay administrazion de correo, ni demas que se relaziona.

    30. Ni ay dependientes del Santo Tribunal de la Ynquisizion, ni demas que refiere.

    31. Ni tampoco de lo que esta refiere, solo ay quatro soldados de milizias y en ellos dos cavos.

    32. No ay personas que turben el buen orden, ni ympidan la adininistracion de justicia, ni que de publico escandalo.

    33. Solo ay un ziruxano en este pueblo (pero no botica), a este se le paga por cada vezino unos años a media fanega de trigo, otros a mas y otros a menos segun ajusta con el conzejo y sindico procurador.

    Ay dos guardas para las dehesas, gana cada uno cada mes setenta y seis reales, y otros dos para la custodia de los panes y estos ganan setenta y dos reales mensuales cada uno, cuios salarios se les pagan del valor de las penas que alcanzan segun la ynteresada costumbre; tambien ay un pastor que guarda el ganado bacuno, gana ochozientos de trigo y uno de centeno, que le contribuien por junta de dueños del ganado, y no ay otros sirvientes.

    34. Ni ay ospicios ni casas de misericordia, ni en lo demas no compete a este pueblo.

    35. En este pueblo se coge trigo, zenteno, zevada, garvanzos y azeyte, lino, ubas y otras frutas de corto momento, pera cosecha no las ay sino de las primeras tres expecies y azeite, segun apareze de las tazmias y division de granos echa una regulacion quinquenia se han cogido quatro mil quarenta y siete fanegas de trigo, dos mil ochozientas cinquenta y ocho fanegas doscientas de centeno, trescientas noventa y seis diez zelemines de zevada, en que yncluien algunas fanegas que contribuien los labradores vezinos forasteros de extraña jurisdizion que labran en el termino de las ojas de este lugar; y por la misma regulazion se han cogido en cada año doscientas ochenta y ocho arrovas o cantaros y quarto de azeite, con la misma ynclusion de forasteros que tienen hazienda en este lugar; y no ay otras cosechas que pueda darseles este nombra por su cortedad, por que los demas frutos como son garvanzos, lino, uba y demas menudencias apenas se coge para surtirse el pueblo.

    Los frutos que se cogen nunca sobran, antes faltan comunmente y solo este vezino o aquel le suele sobrar algun trigo, zenteno y azeite, y este bende a el precio que corre a los vezinos y a forasteros dichos sobrantes; y no ay frutos otros de los quales no se pague diezmos.

    El precio que suele haver y correr comunmente (a exzepcion de algun año que la abundancia o escasez suba o baje el precio) es: la fanega de trigo a treinta y seis a quarenta reales, la de centeno desde diez y ocho a veinte y dos reales, y la de zevada de quinze a veinte reales, y el cantaro de azeite entre quarenta a quarenta y quatro reales.

    Los prezeptores de los diezmos que se adeudan son el Excelentisimo Señor Duque de Alba dos novenas partes, el Señor Obispo otras dos, el beneficio curado otras dos, el cavildo de la Santa Yglesia de Coria una, otra la fabrica o parroquia deste lugar y el beneficio prestamo sito yntraclaustra de la Santa Yglesia de Salamanca otra, que componen nueve partes o raciones que segun la misma regulazion sale cada una cada año con quarenta y cinco fanegas y quatrozientos de trigo, veinte y nueve y treszientos de zenteno, y quatro y ocho, zientos de zevada; contemplase prudenzialmente que de pocos años a esta parte se experimenta mas aumento, aunque poco, que disminuzion.

    36. En este pueblo no ay huertas de trigo por la elevada situazion del sitio, ay si algunos frutales pero pocos, como son perales y ziruelos, con algunas higueras, de cuias frutas nada se vende por que se consume en el lugar y aun se compran de fuera; la calidad no es mala, pero por falta de aguas y aparente tierra no se pueden criar.

    37. Las tierras de pan llevar se cultiban con arados (comun ynstrumento en todos contornos) y se sirben de bueyes, bacas y jumentos.

    38. No ay en el termino deste pueblo ni rios ni fuentes ni pantanos por su situazion elevada, todos son pozos los que sirven para el surtimiento de los vezinos y solo a distancia de un quarto de legua ay algunas fuentecillas en que en tiempo del estio ban algunas personas de comodidad por el agua de ellas para bever; tambien ay tres lagunas para los abrevaderos del ganado de lavor y cavallerias, y en ellas se crian algunas tencas que se pescan con caña por las personas distinguidas y que lizitamente pueden, aunque poco por que regularmente se secan en el agosto las dos, y por lo mismo se cumple exactamente el orden de su veda. No se pueden abrir zequia, ni buscar medio para que el pueblo pueda lograr el beneficio de las aguas para el surtimiento nezesario, porque como es elevada la situazion segun ba dicho, se haze preziso salir dos leguas que dista el Rio Arrago a lavar las ropas de vestir; y no ay aguas minerales ni se conozen.

    39. Ni ay puentes ni barcas por lo mismo que se dize en la respuesta antezedente.

    40. Ay en este pueblo tres molinos o lagares en que se fabrica la azeite, estos son de thaona tirado de una cavalleria, por no haver aguas en que construirlos, ni ay maquina para trillar, sino la usual que se reduze a tres tablas unidas con algunas guixas que arrastrando por la parte y piso del ganado que la tira se consigue el fin para limpiar el grano y no se encuentra otro arbitrio.

    41. En el termino deste pueblo no ay sitios montuosos ni yncultos para el fomento de la agricultura, por que se halla con las labores mui esento y solo en la dehesa nueba ay bastante bosque que no se laborea por huir de la quema de los arboles de que abunda, que su cavida ascendera a doscientas fanegas.

    42. En la dehesa viexa por no ser nuevo rompimiento se suele partir entre los vezinos labradores y senareros toda la tierra de monte vaxo y fuera de los arboles, y con arreglo a la Real Provision de veinte y seis de maio de mil setezientos y setenta, ynscrta en la coleccion de Reales Ordenes y decretos de Su Magestad, prozediendose en ello con la misma regla y precauziones en quanto a la quema de los arboles.

    43. No ay en este pueblo y su termino azebuches, ni es tierra para ellos y assi no comprehende esta pregunta a este lugar.

    44. Ni tampoco ay montes de lo que se razona y consequente nada ay en este pueblo, ni yervas medizinales, ni de lo que refiere, ni se contempla medio para establezer y gozar de las utilidades que se suponen.

    45. No ay montes ympenetrables, ni sean abrigo de fieras y solo lo existe en los numtes baldios de la ciudad y tierra de Coria, en que es comprehendido este lugar, un pedazo de bosque como de setezientas fanegas que habra como diez años tiene dehesado el lugar de los Hoyos con facultad del Supremo Conseja, con el fin de que sus vezinas tubiesen el ramo de la lavor de que carecian y para que con su yerva y fruto de vellota o su valor sirbiese de caudal para los efectos de propios, pero oy abusando de su deseo aparente si ha servido para la lavor ni los dineros que ha produzido su yerva y vellota que asciende a sesenta mil reales (o lo que por verdad conste) se han cargado como deve en sus propios, sobre lo que ay litis pendiente y cuia facultad la ganaron subrusticiamente y sola se mira una casa de fieras y capa de ladrones y contrabandistas.

    46. En este dicho pueblo no se queman los montes sino por algun descuido, o algun malechor que olvidado el santo temor de Dios y del bien del proximo ynzendian por su particulares fines los campos y de estos trasciende el fuego a los montes y haziendas, si se aberigua por la justicia el ynzendario se ejecuta su prision, embargan sus bienes y da yuenta al tribunal que toca por su castigo.

    47. En el termino de este pueblo solo ay dos dehesas de monte alto, en las quales no ay descasques ni experimentan daño alguno, si algun arbol de alcornoque se cae se vende, saca la casca por el que le compra y esta se vende a tres reales a los arrendadores la arrova.

    48. El lugar de las Hoyos a pretexto de la lavor de que carezian, ympetraron lizencia del Consejo sus vezinos a cotar y adehesar un pedazo de valdio perteneziente a la ciudad y tierra de Coria, para que el valor de sus yervas y vellotas sirbiese de caudal a sus propios de que carezian y siendo tan perjudizial a los vez¡nos de la tierra, en vez de hazer lo que promovieron solo se les conzedio para abrigo de fieras y amparo de ladrones y contravandistas, que ocultandose en sus malezas las fieras hazen nocturnas presas en los ganados del comun, se ocultan los ladrones y los maravedies de sus pastos y vellota no se ha cargado en yuentas, ni se save su destino, sobre cuio particular ay pendiente pleyto, privando a el comun de los vezinos de la tierra de estos aprovechamientos y a el lugar de Calzadilla de los sexmos que tenian para sus labores, de modo que es una compasion; su cavida sera la de setezicntas fanegas.

    49. Ay dos dehesas nueva y viexa, estas pertenezen a el conzejo, son de pasto y labran lo que no tiene arboles cada seis, nueve, doze y veinte años, que haran como quinientas fanegas cada una.

    50. Aqui no ay plantios ni semilleros por abundar las dehesas de manchas de roble y enzina, en ellas se ejecuta el anual aposto de carrascos, limpian y olivan anualmente de que se ha estendido mas que medianamente.

    51. No ay castillos, casas de campo, no otra cosa de lo que refiere.

    52. Tampoco se conoze en dicho termino despoblado alguno, ni consta el que lo haya havido ni por escrito ni en otra manera y por lo mismo no comprehende a esta pueblo nada de lo que contiene la pregunta.

    53. En este termino no ay caza por estar mui desmontado con las lavores, sin embargo se guarda la veda de pesca y caza; todos los años se sale a lobos uno o dos dias, si se mata lovo grande se le dan a el cazador quarenta y quatro reales de propios, si hembra ochenta y ocho y si es de cria veinte reales, rexistrando las cavezas conforme lo prevenido, se matan anualmente treinta o quarenta zorros y algun lobo quando se coge alguna camada de cria que es rara.

    54. Son mui pocas las colmenas que ay en este pueblo que apenas llegaran a trescientas con diferencia corta, se crian y conservan en los montes que produzen en los montes mas poblados como la experiencia dicta, la miel y zera que produzen es tan corta que no se puede fixar el numero de cera y miel que produzen; alimentandose comunmente de la flor de romero, rethama, tomillo, cardo y argamula y otras que es su flor de canutillo; habia en este pueblo sobre mil y doscientas años pasados, pero por los continuos robos que han sufrido se ban extinguiendo en gran manera, el medio mas oportuno de aszenderla seria prohivir los lagares en que se ace la zera y que cada vezino saque la suia quando le combenga en su propia casa y se adelantaria mas el termino.

    55. En este pueblo se crian corderos, cabritos, cerdos y ganado burral, el comerzio que se haze de ellos y del bacuno, asi el lavar para la venta de lanas y carneros, el de zerdos para el surtimiento de zezina a los vezinos y algunos otros los venden para el socorro de sus nezesidades, el bacuno para surtir y mantener el ramo de lavor, el cabrio para vender sus leches y queso, machos y pieles; el cavallar, mular y asnal para el servicio de sus casas y labores.

    Encuentranse quatro mil novezientas y quarenta cavezas de ganado lanar, ciento y diez reses de bacunos zerriles, y ciento y setenta bueyes de lavor, seiscientas y setenta reses cabrias, doscientas y quinze zerdosas, treinta cavallar, quatro mulares y ochenta y dos burrales.

    56. No ay en este dicho pueblo minerales y si los ay no se tiene noticia de ellos de ninguna clase y consequente no se benefician, ni ay canteras de ninguna de las expecies que refiere la pregunta y solo ay un terreno de tierra blanca que sirve para el aseo y limpieza de las casas, que a la manera de cal fina calafetean sus ynteriores, de este genero de tierra hazen comercio las mugeres de los vezinos y algunos de ellos, y salen a benderlo a los lugares del rezinto y de aquellos bienen a comprar dicho genero a este, que ayuda en parte a la manutenzion de algunas personas viudas pobres.

    57. Hallase este pueblo con un relox bien aderezado con un luzido armamento, por la direccion de este se pagava a la persona que le cuidava cien reales y media cantara de azeite para ungirle cada año de los efectos de propios, y por el reglamento de los gastos solo se abonan setenta y cinco reales, por cuio estipendio no ay quien lo derixa y esta parado, y de consiguiente se vendra con el orin a perder, cuia maquina haze notable falta as¡ para el govierno del comun como para el reximen de los pobres enfermos.

    Los alcaldes, rexidores y procurador sindico que anualmente sirven, son todos unos pobres ynfelizes labradores, sin otros emolumentos que su travajo personal, los dias que se ocupan ya en el despacho de la adminsitrazion de justicia y ya en viages a Plasencia y otros tribunales para el cumplimiento de la multitud de Reales Ordenes que se despachan, son muchos de que pierden de sus lavores en grave perxuicio de sus casas y familias, y como miran a estas no con poco dolor de su corazon en la maior miseria, se experimenta en el govierno no poco tibieza digna de remedio; siguese a esto que como hombres rurales nezesitan consultar muchas dudas con abogado que dirixa a la ynteligencia de las ordenes y como nezesitan pagar las consultas de su pobreza nada se consulta, sino lo que su corta capazidad les dicta, que de se sigue el multipliar viages, socorrer tractos y quitar tal vez de la boca para darlo a quien les dicta.

    Que es lo que pueden y deven responder a las preguntas del ynterrogatorio que han tenido presente, a su leal saver y enteder, y lo mexor que Dios les ha dado a entender, y lo firmaron los que supieron, de que yo el escribano doy fe. Enmendado= veinte= n= ochenta y nueve= res= ni= a= vale= entrerenglones= y seis= vale= testado= reales de subsidio= se coge= no vale.

Estevan Ruano. Juan Hernandez. Carlos Anton. Fabian Halcon. Pedro Ronzero. Silbestre Perez procurador.
Ante mi Alonso Giraldo de Rivas.

Señor Oidor de la nueva Real Audiencia de Caceres.

Mui señor mio: con todo aprecio recivo los dos exemplares impresos de instruccion e interrogatorio que por mano de el corregidor de esta ciudad se sirve remitirme, a fin de que informe sobre el contexto literal de uno y otro y cada una de sus partes, pero haviendo entendido quanto expone la justicia, rejimiento y procurador de este pueblo, me remito a su narrativa que hazen a Vuestra Señoria estos capitulares individuos de el ayuntamiento, a cuya legal instruccion me refiero por ser cierta y verdadera.

Y deseando cumplir con las obligaciones del ministerio parroquial coma se encarga en el capitulo XXXII de el zitado interrogatorio y evitar ofensas de dios, debo informar a Vuestra Señoria el intolerable abuso que de muchos años a esta parte domina y se ha introducido en este pueblo por el tiempo de carnestollendas y en especial el terzero dia, que congregadas las gentes en las plazas y calles permite y tolera la justicia no solo los bailes publicos de dia y de noche, mas tambien concede lizenzia para que los jovenes y otros casados auxiliantes cometan atrevidos el execrable exzeso de conducir a la plaza y otros parajes y sitios publicos violentamente todo genero de personas, sin perdonar las mas distinguidas asi vezinas de esta aldea como forasteras, persiguiendolas hasta ponerlas a la verguenza publica, usando para burlarse de los conducidos de la vergonzosa (e) inhonesta ceremonia de caparlos, levantandolos en alto para practicar tal torpeza a vista de hombres y mugeres de todos estados, que es notorio escandalo y una accion provocativa manifiesta que llaman festejo de costumbre; y asi levantados en alto los pacientes, dos de los maestros preparados o que ellos se combidan para tan insolente operacion con abuja e hilo les cosen la braguetera de los calzones, y entretanto algunos de los concurrentes les pican con abujas reservadamente su cuerpo, sufriendo por fuerza el dolor, repitiendo tan inmunda obscenidad con quantas personas pueden haver a las manos, pues aunque hayan los siguen hasta fuera de el pueblo y los buscan en sus casas, y aunque sean personas ancianas y distinguidas los llevan al deshonroso suplicio, disculpando estas inquietudes con el pretexto de ser uso y costumbre en esta republica, cuyas indecencis conviene al servicio de ambas Magestades se extingan como tan abominables y escandalosas.

Nuestro Señor guarde la vida de Vuestra Señoria muchos años prosperidades.
Quijo de Curia, 12 de marzo de 1791.
Beso la mano de Vuestra Señoria su mas obsequioso y obligado servidor. Francisco Herrero.
Adiccion a el Guijo de Coria.

En este lugar tampoco hay archivo de papeles, estos se hallan en la casa del escribano Alonso Xiraldo de Rivas sin resguardo alguno y por lo tanto expuestos a estravio; tampoco hay archivo de propios, sino solo una pequeña arca, tratando de la utilidad de que se construia uno correspondiente, esponen los vezinos no combenir que se haga por que no se sepa de su paradero, pero que en el tiempo de la recoleccion de mieses por ser todos labradores se queda desierto el pueblo y sin gente alguna de uno y otro sexo, por que todo se destina y aplica a su recoleccion, y queda expuesto a que se insulte por los malechores y se robe. A la vista se providenció lo combeniente para precaver el exceso de que habla el cura en su representacion.

   Según Pascual Madoz, en el año 1845 en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico Tomo IX

"GUIJO DE CORIA: Lugar con ayuntamiento en la provincia y audiencia territorial de Cáceres (12 leg.), partido judicial y diócesis de Coria (3 leguas), capitania general de Estremadura (Badajoz 24). Situada en una pequeña colina cercada de llanuras, con clima templado: la combaten todos los vientos, y se padecen tercianas y catarros: tiene 170 casas de un solo piso y de mala construcción, que forman calles incómodas y 1 plaza que tiene 4 álamos negros, y la iglesia parroquial dedicada a. San Esteban, protomártir, con curato de primer ascenso y provisión ordinaria: hay casa de ayuntamiento, cárcel, pósito, escuela de primeras letras, dotada con 1,100 r s . á la que asisten 50 niños y 10 niñas, y en los afueras 2 ermitas denominadas del Smo. Cristo y de Ntra. Sra. del Consuelo; la primera al SO. en la llanura , y la segunda al N. en una pradera deliciosa de mas de 2,000 pasos de long. y 600 de lat.; frente a la ermita á 12 pasos hay 1 gran laguna, cuyos bordes al E. y S. están cubiertos de árboles que aumentan la amenidad del sitio ; esta fué construida en 1770, y el cementerio en nada perjudica a la salud: se surte de aguas potables en 5 fuentes de las inmediaciones, con cuyas aguas y las de los pozos de las casas, atienden los vecinos á todos sus usos. Confina el termino por N . con el Campo y Pozuelo ; E. Guijo de Galisteo; S. Morcillo y Coria; O. Calzadilla, á dist. de 1/4 á 1 leg., y comprende 9,000 fan. de tierra, divididas en 11 hojas, que se cultivan alternativamente cada 3 , cada 6 y cada 9 años, teniéndose aquellas por de primera calidad, las segundas por de segunda y las últimas por de tercera, y los terrenos adjudicados por la antigua junta de Sexmos, consistentes en las deh. llamadas Carrascal del Rocin, de 20 fan. de cabida, pobladas de monte de encina: los pastos de la dehesa de labor, llamada Navacelas, de 3,000 fan,, los de otra llamada Villetas y los de la Alcornocosa, una y otra de igual estensión. El terreno participa de llano y monte; á E. y S. es mas escabroso, y la parte montuosa se compone de cerros ó colinas aisladas ; todo él es de naturaleza pedregosa, de arcilla, de secano y bastante fértil. Los caminos son vecinales. El correo se recibe en Coria por balijero 2 veces á la semana. Produce trigo, centeno, garbanzos, lino, habas, patatas, aceite y escaso vino: se mantiene ganado lanar, cabrio, vacuno y de cerda; y se cria caza menor y pesca de tencas en la laguna. Industria y Comercio: 3 tejedores de lienzo, 2 molinos de aceite; se importa vino, y se estraen cereales, Poblacion: 150 vecinos, 821 almas, Cap. Prod..: 1.859,500 rs. Imp.: 92,975. Contr.: 12,679. Presupuesto Municipal: 6,000, del que se pagan 2,200 al secretario por su dotación, y se cubre con los productos de 2 deh. de 1,700 fan. de monte alto y pastos pertenecientes á los propios y con los de otras 400 fan. de labor divididas en varios pedazos. Este pueblo se llama también Guijo Grande."

   Los Ayuntamientos se remontan a los primeros siglos del milenio con las leyes de Alfonso X, encaminadas a regular un incipiente procedimiento administrativo y la actuación del escribano que se prolongará durante toda la Edad Media. Con la formación del Estado Moderno se intentan sentar las bases del régimen municipal, que se afianza en el siglo XVIII.

    Las Cortes de Cádiz marcan un cambio importante al suprimir en 1811 los señoríos y los corregidores y establecer en cada Ayuntamiento alcaldes, regidores y procurador síndico, elegidos por la población y cuyo presidente sería el Jefe político, allí donde lo hubiere. En 1823 se publica la Instrucción para el Gobierno de las Provincias, que precisó las competencias de los Ayuntamientos y su dependencia de la Diputación. La ley de 14 de julio de 1840 establecía la elección directa de los miembros que componían la corporación, aunque el rey nombraba a los alcaldes y tenientes de alcalde de las capitales de provincia. El 20 de agosto de 1870 se aprobó la Ley Municipal, reformada en 1817 y vigente hasta el Estatuto Municipal de 1.924 que elimina su dependencia de las Diputaciones y Gobiernos Civiles y establece la Comisión Permanente. Dicho Estatuto restringe el sufragio y da al alcalde el carácter de delegado gubernativo, además del de representante y jefe del municipio.

    La ley de bases de Régimen Local de 31 de octubre de 1935 determina la elección por sufragio universal y organiza la Corporación en Alcalde, Pleno y Comisión Permanente. Con la Ley de bases de 1945, ampliada en 1950 y modificada en 1953 que a su vez se refunden en la de 24 de junio de 1955 se determina el carácter centralizador y de democracia orgánica que aminora la autonomía municipal. El mayor cambio se produce con la Ley 41/1975, de 19 de noviembre, de bases de Régimen Local, derogada por la 47/1978 y sobre todo con la Ley de bases de Régimen Local de 1985 que adapta los Ayuntamientos a las modificaciones derivadas de la Constitución y del nuevo régimen democrático.

    En la actualidad es Ayuntamiento de la Provincia de Cáceres, Partido de Coria y de la Audiencia Territorial de Cáceres, en lo eclesiástico la parroquia de San Esteban, del Arciprestazgo del Santísimo Sacramento Cabeza del Arciprestazgo Montehermoso, Arcipreste: D. Roberto Rodríguez Santibáñez (Párroco de Villanueva de la Sierra) Diócesis de Coria-Cáceres y Archidiócesis de Mérida-Badajoz


MONUMENTOS

DOE. Número 54, 16 Julio 1991

ORDEN de 28 de junio de 1991, por la que se abre período de información pública, en los expedientes de Declaración de Bien de Interés Cultural, que se relacionan en anexo aparte.

Vistos los expedientes y de conformidad con lo establecido en el artículo 9.2 de la Ley 16/1985, y el articulo 132 del Real Decreto 111/86.

DISPONGO

Abrir un periodo de información pública en los expedientes de declaración de Bien de Interés Cultural, a favor de los Monumentos que se relacionan en el Anexo de esta Orden, a fin de que cuan­tos tengan interés en el asunto puedan examinar los mencionados expedientes y aducir lo que esti­maren procedente, durante el plazo de veinte días, a partir de la presente publicación en el D.O.E. y el Boletín Oficial de la Provincia, respectivamente, en la Oficina de la Consejería de Educación y Cultura, sita en Plaza del Rastro, s/n, en Mérida, de 9 a 14 horas.

Mérida, 28 de junio de 1991.

E1 Consejero de Educación y Cultura, Jaime Naranjo Gonzalo

Ilmo. Sr. Director General de Patrimonio Cultural.

ANEXO

RELACIÓN DE EXPEDIENTES PARA LA DECLARACIÓN DE BIEN DE INTERÉS CULTURAL

Con categoría de Monumento.

  • -Iglesia de San Miguel, Zarza de Montánchez (Cáceres).
  • -Iglesia Parroquial, Guijo de Coria (Cáceres).
  • Con categoría de Conjunto Histórico.
  • -Conjunto Histórico de San Martín de Trevejo (Cáceres).

D.O.E. Número 90 JUEVES, 15 DE NOVIEMBRE DE 1990

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA

Bienes de Interés Cultural.-Resolución de 6 de noviembre de 1990, por la que se ha acordado tener por incoado expediente de Declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento a favor de la Iglesia Parroquial de Guijo de Coria (Cáceres)

Seguido expediente en la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura, a efecto de la Declaración de Bien de interés Cultural con categoría de Monumento a favor de la Iglesia Parroquial de Guijo de Coria (Cáceres)

Vistos los artículos diez y once de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, el articulo 12.1 del Real Decreto 111/86 de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley 16/1985, y demás disposiciones de general aplicación.

Esta Consejería de Educación y Cultura, en virtud de las atribuciones que le han sido conferidas, HA ACORDADO:

PRIMERO.- Tener por incoado expediente de Declaración de bien de Interés Cultural con categoría de Monumento a favor de la Iglesia Parroquial de Guijo de Coria (Cáceres)

Segundo.- La descripción del Bien objeto de este expediente figura como anexo de la presente disposición

Se ha delimitado la zona afectada por el expediente incoado, en cuanto que puede repercutir en la contemplación y puesta en valor del posible Monumento, cuyos limites figuran en el anexo de la presente disposición

La relación y descripción de los Bienes Muebles que contiene y constituyen parte esencial de su historia, queda incorporada al expediente incoado, dándose comunicación de la misma al Ministerio de Cultura

Tercero.- Continuar la tramitación del expediente, de acuerdo con las disposiciones en vigor.

Cuarto.- Hace saber al Ayuntamiento de Guijo de Coria que, según lo dispuesto en el articulo 16 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, anteriormente citada, debe procederse a la suspensión de las correspondientes licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas.

Las obras que por razón de fuerza mayor hubieran de realizarse con carácter inaplazable en tales precisaran, en todo caso, autorización de esta Consejeria de Educación y Cultura

Quinto.- Publíquese esta Resolución en el BOE y DOE; y una vez completo el expediente que se abra un periodo de información publica

El Consejero de Educación y Cultura, Jaime Naranjo Gonzalo

ANEXO QUE SE CITA

Descripción de la Iglesia Parroquial de Guijo de Coria (Cáceres)

La Iglesia Parroquial de Guijo de Coria es un notable ejemplar del arte alto-extremeño de los siglos XV, XVI y XVII. En cuanto su valor arquitectónico lo mas sobresaliente es la fusión del gótico del siglo XV y el renacimiento de mediados del XVI

A mediados del siglo XVI se introducen importantes reformas en el edificio. Se pretende, entonces, sustituir el viejo inmueble gótico por otro de nueva planta. Las obras no concluyeron, por lo que se demolió la nave, ya descrita, mientras que fue absorbida la cabecera. En el lugar de esta se levanta el ábside, crucero y torre renacentista, de mucho porte en volumen y altura

La construcción es de mampostería, utiliza la sillería granítica en los estribos y en la torre; las bóvedas construidas en la segunda etapa son de crucería, contadas sus claves decoradas con relieves de santos y apóstoles, algunas de ellas policromadas

Interiormente, el templo se configura en cruz latina. La capilla mayor, cuadrada, se transforma, mediante vistosas trompas aveneradas, en una estructura ochavada que se cierra con una compleja bóveda de crucería reconstruida en 1545 por Pedro de Ibarra, Maestro Mayor del Obispado y de la Orden de Alcántara, de diseño similar son las bóvedas del crucero adornadas todas ellas con las claves con Santos, Apóstoles, Evangelistas y Santos Obispos.

La edificación vieja consta de tres tramos de naves separadas por arcos diafragma apuntados de nave separadas por arcos diafragma apuntados que sostienen techumbre de madera a dos aguas. A los pies se ubica el coro, buen trabajo de madera del siglo XV, en el que se destacan unos magníficos ejemplares de modillones con dibujos geométricos, carátilas y flores de tradición gótica. La sacristía nos ofrece un recinto cubierto con bóveda de cañón recorrida por nervios que descansan en mensulas, las obras de la sacristía fueron comenzadas en 1588 por Diego de Barreda, continuador de Ibarra estando concluidos en 1594

Al exterior, la torre, construida íntegramente de cantería, es de planta cuadrada, consta de tres cuerpos de altura decreciente; para iluminar la subida al cuerpo de campanas, se abren graciosas saeteras perfiladas en unos casos con dibujos conopiales y en otros tribulados.

Delimitación del entorno afectado

La delimitación de la zona afectada por el posible Monumento en cuanto puede repercutir en la contemplación y ensalzamiento del mismo, es la comprendida entre los los siguientes inmuebles:

Inmuebles 8, 13, 15, 17, 19, 21, 23 y 25 de la travesía de Calvo Sotelo; inmuebles numero 1, 2, 3, 17, 18 y 19 de la Plaza del Piloto Vicente Rodríguez; inmuebles 2,4,6,8 y 10 de la calle del Cristo; en inmuebles número 3, 4, 5, 6 y 8 de la calle de la Iglesia

Así como los espacios públicos y privados, contenidos por la línea que marca el perímetro que los une entre si

Bien de Interés Cultural con categoría Monumento Iglesia Parroquial DOE 54 de 16 julio 1991

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA

Bienes de Interés Cultural.- Orden de 20 de junio de 1991, por la que se abre período de información pública en el expediente de declaración de bien de interés cultural de la denominada "Casa del Conde", en Santa Cruz de la Sierra.

Bienes de Interés Cultural.- Orden de 28 de junio de 1991, por la que se abre período de información pública, en los expedientes de declaración de bien de interés cultural, que se relacionan en anexo aparte.

Zarza de Montanchez, Guijo de Coria y San Martin de Trevejo

DOE num. 57 MARTES, 21 DE JULIO DE 1992

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA

Obras.- Anuncio de 7 de julio de 1992, para la contratación de las obras de Restauración de las Iglesia Parroquial en Guijo de Coria, 1ª fase DOE Núm. 73 JUEVES, 17 DE SEPTIEMBRE DE 1992

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA

Adjudicación.- Resolución de 21 de agosto de 1992 de la Secretaría General Técnica, por la que se adjudia definitivamente las obras de "Restauración de la Iglesia Parroquial 1ª fase en Guijo de Coria".

DOE num. 94 MARTES, 10 DE AGOSTO DE 1993

CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO

Concurso.- Anuncio de 30 de julio de 1993, para la contratación de las obras de restauración Iglesia Parroquial (2.ª fase) de Guijo de Coria.

DOE núm. 114, JUEVES, 30 DE SEPTIEMBRE DE 1993

CONSEJERÍA DE CULTURA Y PATRIMONIO

 Adjudicación definitiva.- Resolución de 20 de septiembre de 1993, de la Secretaría General Técnica, por la que se adjudica definitivamente las obras de Restauración Iglesia Parroquial (2.ª fase) en Guijo de Coria.

En Guijo de Coria se encuentran los siguientes lugares de interes:

  • Iglesia Parroquial San Esteban, de los siglos XVI y XVII.
  • Ermita del Cristo
  • Ermita de Ntra. Sra. de la Consolación, reformada.
  • Casa-Convento de Beata María de Jesús, la Sabia de Coria,
  • Monumento a la Beata de María de Jesús
  • Lago

    Iglesia Parroquial de San Esteban.   Se construyo en mampostería con refuerzos de granito, excepto la torre que se realizo en su totalidad en sillares de granito. En la iglesia destaca su monumental cabecera. En ella se encuentra el ábside poligonal y el crucero dividido en tres tramos, cubiertos por bóvedas de crucería.

    La iglesia parroquial de Guijo de Coria está sin terminar, ya que los recursos económicos debieron acabarse cuando estaba concluida la magnífica capilla mayor, ochavada, cubierta con bóveda de crucería y con dos hermosas veneras al interior de estilo renacentista. La nave es un aditamento de estructura pobre, mucho más baja que la cabecera y cubierta a teja vana.

    El esfuerzo económico fue grande y escasos los caudales, como demuestra el que la fábrica quedara sin terminar. No obstante en le segunda década del XVII la parroquia se empeñó en una obra de gran costo que tardaria muchos años en terminar de pagar: el retablo mayor. En la visita girada el 20 de enero de 1605, se decia que el retablo de la iglesia estaba muy viejo y que «...con la mayor brevedad que se pueda se haga un retablo...». A pesar de este mandato no existe constancia de los pagos hasta el año de 1614, en el que poco antes debió comenzarse dicha obra.

    En  su interior es de destacar el retablo de escultura y pintura, que preside el ábside, que puede datarse en la segunda década de siglo XVII. Obra del ensamblador Diego Basoco, del escultor Agustín Castaño y del pintor y dorador Pedro de Córdoba. El retablo consta de banco, tres cuerpos con tres calles, cuatro entrecalles situándose en estas últimas los apóstoles en hornacinas, y ático. Los seis grandes lienzos narran pasajes de la vida de Jesús y del titular del templo, mientras que la imaginería incluye al apostolado, a San Esteban, la Asunción y el Crucificado.

   En la predela figuran pintados sobre tabla las siguientes temas iconográficos: el frente de los netos está ocupado de izquierda a derecha por San Marcos, San Mateo; uno a cada lado de la gran ménsula que divide las columnas de los extremos. La Presentación de Jesús al Templo, La Adoración de los Magos, y en el extremo de la derecha, flanqueando dicha ménsula, San Juan y San Lucas; en los tableros grandes apaisados correspondientes a !as calles laterales se representan a !a izquierda la Adoración de los Pastores y a la derecha La Huída a Egipto. En la parte lateral de los netos y dándose frente dos a dos, figuran las cuatro doctores de la iglesia occidental.

   Las calles laterales albergan seis grandes lienzos de pincel: en el cuerpo inferior la Sagrada Cena y la Oración del Huerto, en el central La Glorificación de San Esteban y la Lapidación del Protomártir, en el superior La Infancia de Jesús y La Anunciación. El Crucificado del ático se superpone a un fondo pictórico con la Virgen y San Juan. Encima de los apóstoles de los laterales hay cuadritos sobre tabla que representan el martirio del apóstol sobre el que se hallan.

   La calle central del retablo contiene, de abajo arriba, los siguientes elementos: la custodia, de planta central, con hornacinas a los lados, bajo frontones que cobijan a las figuras de San Juan Bautista y un Santo sin atributo; remata en un linternillo con pinturas bajo arcadas, una Santa y un Santo dominicos. En el cuerpo central la imagen de San Esteban, a quien está dedicado el templo, de formas un tanto pesadas, por encima de él se encuentran La Asunción de la Virgen y El Crucifijo.

    Los apóstoles, colocados en las hornacinas de las entrecalles, son de izquierda a derecha y de abajo arriba: Santiago, San Pedro, San Pablo y San Juan en el cuerpo inferior; apóstol sin atributo, San Bartolomé, San Andrés y San Felipe en el segundo cuerpo; en el tercero, apóstol, San judas Tadeo, San Simón y apóstol sin atributo. Coronan el retablo dos ángeles, uno a cada lado, cosa que es frecuente en muchas obras del momento.

   Es de destacar el empleo de los cuatro órdenes: dórico, jónico, corintio y compuesto en el ático. A los lados de la calle central las columnas son sustituidas par grandes mensulones, que mantienen los mismos órdenes clásicos. Hay que anotar también la perfecta adaptación del retablo a la parte plana del ábside, por lo cual, a diferencia del de Malpartida de Plasencia, su planta resulta muy rectilínea y sólo se quiebran los entablamentos levemente en las calles laterales. En Guijo los frontones, curvos y rectos, se rompen; en Malpartida, por el contrario, el único frontón del remate permanece canónico.

    Esta documentado este retablo de Guijo de Coria como obra del ensamblador Diego de Basoco y del escultor Agustín Castaño, corriendo la pintura y dorado del mismo a cargo del pintor placentino Pedro de Córdoba, Basoco y Castaño realizaron el retablo de la iglesia parroquial de Malpartida de Plasencia.

   El pintor placentino Pedro de Córdoba es artista muy conocido en la región, en donde realizó muchas obras. A este pintor hay que adjudicarle tanto la policromía y dotado del retablo de Guijo como los lienzos de pincel y las tablas que aparecen en la predela y encima de los apóstoles de los extremos. Según los documentos hacía todo tipo de trabajos e incluso, a la vista de las manuscritos, puede decirse que era un auténtico contratista-empresario de retablos, empleando términos actuales, pues concertaba toda la obra y luego se encargaba de buscar escultores, ensambladores, etc., que hicieran las diferentes partes. Quizás su obra más conocida es el retablo de la iglesia parroquial de Gata, documentado en cuanto a la pintura entre 1606 y 1609, año este último en que la iglesia pagó 7.000 maravedíses por la tasación. Según el Archivo Diocesano de Cáceres, Libro de Visitas y Cuentas de la Iglesia Parroquial de Gata, período de 1587-1627, signatura 40 , en el año 1646 pagaron a Pedro de Córdoba a cuenta del retablo 38.000 mrs. f. 339 vt.°, y en 1620, 30.000 mrs., f. 433 vt.°; la tasación se encuentra al folio 344 vtº. Obra de gran envergadura realizada también por Pedro de Córdoba es el retablo de la iglesia parroquial del Casar de Cáceres, que se comenzó a pagar en 1,604 y se tasó, en cuanto a la pintura, en 1614 Vid, Ibídem, libro de Visitas y Cuentas de la Iglesia Parroquial del Casar de Cáceres, período de 1595-1716, signatura 116 (I), folios 168 vt.° y 240 vtº

   En el año 1602 contrató con la iglesia de Santa María, de Laguna de Duero (Valladolid), unos cajones para la sacristía. Probablemente realizó hacia 1608 el retablo de la iglesia de Santiago de Medina del Campo. En este mismo año debió ejecutar el retablo mayor de la parroquia de Víllavaquerin (Valladolid).

    Diego de Basoco, según Martín González dicho ensamblador era vizcaíno y nacería hacia 1568, lo cual se deduce de la afirmación del artista en 1605 de que tenia «treinta y siete años». Hay noticias suyas desde 1597, año en que actuó de testigo, junto a Francisco del Rincón, en la curaduría de los hijos de Isaac de Juni. Tuvo su taller en la vallisoletana calle del Sacramento, en donde murió.  Díego de Basoco dibujó en 1619 las trazas de los retablos y sillería del coro del convento de franciscanos de Nuestra Señora de Aránzazu en Guipúzcoa, puesto que por ello le pagaron el 2 de diciembre de dicho año 300 reales, según noticias que transcribe Ceán en las Adiciones a Llaguno, resaltando al respecto: «es creíble que tuviese nombre y opinión en Valladolid, cuando Hernández, encargado principal de estas obras, le buscó para hacer los diseños>> dicho retablo no se conserva. Contrató también el retablo de la Colegiata de Ampudia (Palencia), por cuantía de 15.000 reales, pero por una grave enfermedad traspasó toda la obra al palentino Pedro Martínez de la Colina en 1621. Antes del año 1620 debió contratar el retablo de Guijo de Coria en cuanto a su ensemblaje.

   Redactó testamento e1 16 de noviembre de 1621, pero no murió entonces; en él hacía referencia a diversas obras y a ser enterrado en la iglesia de San Ildefonso, en una sepultura que le había regalado su amigo el pintor Pedro de Oña. Se desprende de su testamento que intervino en la ejecución del retablo mayor del convento de Santo Domingo el Real (León), perdido, y que realizo la traza del retablo mayor de la parroquial de Torrecilla de la Abadesa (Valladolid), que no se hizo. Sus albaceas fueron Pedro de Oña y Gregorio Fernández y fue heredera su hija Magdalena de Basoco. Hacia el año 1622 realizó el retablo mayor de la parroquial de Malpartida de Plasencia, asociado a su yerno Agustín Castaño, ajustándose el total de la obra, según Ponz, en 28.000 reales; éste confundió el nombre y le llamó Díego Vázquez por un evidente error de transcripción. Al morir prematuramente Agustín Castaño se tuvo que encargar Basoco de rematar la obra. En el mes de julio de 1624 se presentó en Plasencia al concurso en el que se había de decidir quién ejecutaría la obra del retablo mayor de la catedral. Apunta Martín González la posibilidad de que diera trazas paaa dicho retablo.

    Agustín Castaño, escultor, natural de Astudillo (Palencia), se conoce poco más de lo que dice Ceán Bermúdez, es decir que ejecutó el retablo mayor de Malpartida de Plasencia en 1622, por cuantía de 28.000 reales, colaborando en la obra su suegro «Diego Vázquez», el cual no es otro que Basoco. Todos estos datos los tomó Cean de Ponz. Pensamos que la fecha de 1622 no se puede mantener puesto que en este año Agustín Castaño estaba ya muerto, como lo manifiesta el asiento de 1620 del Libro de Cuentas de Fábrica y Visitas de 1592-1644: «...Agustín Castaño, escultor, difunto...».

    Posee Castaño un estilo de gran fuerza, íntimamente relacionado con el de Gregorio Fernández, y desde luego con los maestros de éste sobre todo con Francisco del Rincón; esculturas de la fachada de la iglesia vallisoletana de las Angustias. En este sentido se puede decir que cabalga entre el manierismo final y decadente de Rincón y el estilo mucho más jugoso y naturalista de Fernández. Sin embargo sus modelas están mucho más emparentados con los de la primera época del gran maestro castellano; en muchos casos Castaño calcó literalmente obras de Fernández, y a este respecto no hay que olvidar las relaciones, incluso de tipo familiar, que Castaño mantuvo con Fernández, pues éste, con su mujer María Pérez, apadrinó el primer hijo de Castaño. Esto influyó de manera poderosa y decisiva en el arte de Agustín Castaño.

    La Asunción de la Virgen de Guijo entra dentro de los modelos de primera época de Gregorio Fernández; como ellos, tiene los brazos ligeramente desviados del centro del cuerpo, con la típica y característica danza de ángeles a su alrededor, la cabeza suavemente inclinada y el cuello largo y curvo; en este sentido es muy parecida a la Asunción del retablo de Las Huelgas Reales de Valladolid (1613), aunque la vallisoletana tiene un carácter mucho más movido. Más avanzada en la producción de Fernández es la de la catedral de Plasencia, de mayor serenidad y estatismo, aunque conserva aún las características fundamentales de la primera época.

    El crucificado que remata el retablo de Guijo está también dentro de la línea fernandiana: con numerosos pliegues acartonados y paño volandero, como el de la iglesia del Carmen de Valladolid, de la fase intermedia del estilo de Fernández. Es igualmente parecido a otros Cristos del maestro: el que corona el retablo de las Huelgas Reales de Valladolid y el del retablo de las Descalzas Reales de la misma ciudad (1612). También son influencia de Fernández las figuras de dos apóstoles. Las más próximas a su estilo son las de San Pedro y San Pablo. La primera tiene el característico mechoncito de pelo sobre la frente que Fernández solía colocar en sus esculturas, es muy parecida al San Pedro de la iglesia de San Miguel de Valladolid (1606). La imagen de San Pablo de Guijo tiene también gran relación con el San Pablo del citado retablo de San Miguel. Dichas imágenes están también en la línea de las de la misma advocación del retablo de Villaverde de Medina, en el que posiblemente colaboró Fernández can Juan de Muniátegui (1612), tienen éstas un canon alargado fruto del manierismo de la primera época de Fernández. Hay que añadir que dichas imágenes son semejantes al San Pedro y San Pablo del retablo de Malpartida de Plasencia, casi contemporáneo, al de Guijo.

    Las restantes imágenes de apóstoles se aproximan también mucho a la manera de Fernández. Así Santiago tiene una actitud semejante a la que presenta el de la iglesia de Los Santos Juanes de Nava del Rey (antes de 1623). La composición del rostro de San Felipe es asimismo muy parecida a la que nos manifiesta el San Gregorio Magno de dicho retablo de Las Santos Juanes. La escultura de San Andrés está próxima a las de la primera época del gran escultor castellano, can un gesto duro, en la línea de las mejores obras de Francisco del Rincón. El último apóstol de la derecha del tercer cuerpo del retablo posee un rostro casi idéntico al de San Pedro del retablo de Los Santos Juanes, aunque en el de Guijo varía el gesto de la mano y la disposición de los ropajes. El resto de los apóstoles sigue en líneas generales los esquemas compositivos del maestro: tienen los típicos ropajes acartonados, como si fueran de papel, y plegados con gran elegancia, lo cual produce un cierto tenebrismo de poderosos contrastes lumínicos. La caracterización de los personajes es real, por eso los rastros llegan a ser casi retratísticos, muy realistas al manifestar el carácter del personaje, rastros en los que brilla el arte de Castaño como el de un gran escultor.

   San Esteban, de formas un tanto voluminosas, es muy parecido, en cuanto a la estructuración de su vestimenta, al mismo santo del retablo de Villavaquerín. Sobre toda son idénticas en ambas imágenes los pliegues de la parte inferior de la túnica que caen sobre los pies. Este detalle obliga a suponer que si no fue el propio Agustín Castaño el ejecutor de la imagen de Villavaquerín, tuvo que ser, forzosamente, alguien muy próximo a su taller. En cambio es diferente la disposición de la cabeza, demasiado hundida en la casulla en el de Guijo. También los ángeles que coronan el retablo de Guijo poseen asimismo actitudes procedentes de modelos fernandianos.

    Según consta por una anotación del 16 de mayo de 1642 que se había concertado el retablo, sin ensamblaje <<...por estar pagado...», en 2.100 ducados (785.400 mrs.). Es posible que este concierto era sólo referente a la pintura pues en el «ensamblaje» habría que incluir también las labores de escultura, es decir, se refiere únicamente a lo que había de percibir Pedro de Córdoba. Tambien existe documentación de las cantidades que este pintor o sus herederos, Agustina de Córdoba y Ana de Hervás, recibieron entre 1614 y 1652 y que ascendieron a la suma de 592.432 maravedises pagados por la iglesia, aunque hay que hacer constar que existen dos partidas, de 1618 y de 1631, en las que no se especifica la cantidad. Al escultor Agustín Castaño en 1620 se le pagaron 74.800 maravedises (200 ducados);  la cantidad recibida por Diego de Basoco: 22.440 maravedises (60 ducados). El cura beneficiado de Guijo de Coria don Pedro de Estrada prestó a la iglesia, para dorar el retablo, 240.508 maravedises que se le devolvieron en 1633.

Archivo Diocesano de Cáceres. Libro de Cuentas de Fabrica y Visitas de la Iglesia Parroquial de Guijo de Coria.

Período de 1792-1644, signatura 29 (1), sin foliar.
Año 1614.-«Yten se descargó de ochenta y cinco mill setecientos y diez mrs. que pagó a Pedro de Córdova, vezino de Plasencia, por quenta de! retablo de la iglesia».
Año 1620: «...Los ducientos ducados en una carta de pago de Agustín Castaño, escultor difunto, para la escultura del retablo y en otras dos cartas de pago de Jerónimo de Córdoba, hermano de Pedro de Córdoba, pintor, otros ducíentos ducados, y en otra carta de pago de Diego de Basoco, ensamblador, de sesenta ducados, y en otra carta de pago de Pedro de Córdoba, pintor, de quarenta ducados, que todo haze los quinientos ducados».
Año 1633.-Se le acabaron de pagar a don Pedro de Estrada, cura beneficiado de Guijo de Coria, «...Las ducientas y cuarenta mill y quinientas y ocho mrs. que avía prestado para dorar el retablo de la dicha yglesia».
Año 1639:-«Quinientos reales que pagó... a Agustina de Córdoba a cuenta de lo que se debe del retablo ... ».
Año 1640.--«Mill reales que pagó a la muger de Pedro de Córdoba... a cuenta de lo que se debe del retablo»,
Año 1642.-«Consta de una cédula firmada de Pedro de Córdoba, pintor, su fecha en ocho días del mes de nobiembre de mill y seiscientos y veinte y seis años, averse concertado la obra de todo el retablo, hallándose presente Bartolomé Sánchez, escrivano, en dos mill y cien ducados... y no entra en esta cantidad el ensamblaje por estar pagado; consta de dicha cédula no estar debiendo la dicha yglesia hasta el dicho día más de doze mill y setecientos y veinte y siete reales. Para lo qual consta de una escritura otorgada por el dicho Pedro de Córdoba en el Azebo, ante Diego Pérez, aber recibido quarenta míll mrs. Consta de otras cartas de pago y de un remate del tercquelo de dicha yglesia aver recibido dicho ;Pedro de Córdoba ciento y noventa y tres mill y seiscientos y ochenta y ocho mrs. Consta de dos cartas de pago firmadas de Gerónimo de Córdoba y aprobadas por el dicho Pedro de Córdoba, su hermano, aber recibido en la cantidad arriba dicha mill y quinientos y sesenta y quatro reales en plata y oro y se obliga a darlos en la dicha moneda quando se aya de resquitar el censo. Consta por cartas de pago aver recibido doña Agustina de Córdoba y doña Ana de Ervás, herederos del dicho Pedro de Córdoba, ayer recibido setenta y seis mill y quinientos mrs. Y para que dello conste lo firmó su merced por ante mí el notario en el Guijo a diez y seis de mayo de 1642». Es asiento correspondiente a la Visita de dicho año. En el mismo Libro de Cuentas constan otros pagos a Pedro de Córdoba o a sus herederos.

    Adornan los brazos del crucero parroquial sendos retablos casi gemelos y de estirpe clasicista. Quizá el más interesante es el retablo del brazo del Evangelio, que muestra un cuerpo flanqueado por sendas columnas de fustes acanalados y orden corintio, apoyadas en curvilíneos mensulones de hojarasca; cuyo cuerpo descansa en un sencillo banco adornado con una tabla pictórica que representa El Sacrificio de Isaac: sobre el fondo de un sumario paisaje se representan los personajes de la historia sagrada. cuyas figuras, de alargadas proporciones y correcto dibujo, entroncan con el manierismo final: Isaac permanece arrodillado ante un altar de madera, mientras el ángel detiene el brazo de Abrabam armado de espada. En la hornacina del único cuerpo, abierta en arco de medio punto, avenerado y timbrado con un querubín. se observa una interesante escultura de San Blas, deficientemente restaurada en el año 2005. Flanquean la citada hornacina central sendas tablas que contienen pasajes de la vida del Santo Obispo de Sebaste (t 316). En la de la derecha, desde el punto de vista del espectador, muy deteriorada y oscurecida, se retrata el milagro de la espina de pescado, el más popular de los que se incluyen en la leyenda del santo obispo de origen armenio: se distingue a una madre que presenta a San Blas a su hijo casi asfixiado por una espina de pescado alojada en su garganta; el niño está arrodillado ante el santo, éste sentado en su cátedra y cubierto con las vestiduras episcopales; por detrás de la escena se asoma otro personaje y el conjunto lo ilumina un amplio ventanal dotado de fuerte reja. Todos los personajes se disponen al final de una alta escalinata que realza la figura del santo. Faltan en la composición los dos cirios que la madre llevó ante San Blas y que había ofrecido como exvotos en la fiesta de la Candelaria: según la tradición, San Blas los encendió y los dispuso en forma de cruz de San Andrés frente al infante, lo cual provocó la expulsión de la espina. El milagro pone de manifiesto la condición de médico que la leyenda atribuye a San Blas, santo taumaturgo y sanador al que. por eso mismo, en muchos de nuestros pueblos se le tiene una gran devoción. La tabla de la izquierda retrata otro de los milagros atribuidos al citado santo, quien con sus vestiduras episcopales, se encuentra en un establo hablando con los animales domésticos, interpretación libre de la leyenda que cuenta cómo unos cazadores habían encontrado al prelado viviendo en el campo con animales salvajes: leones, tigres y osos. Quizá es que el pueblo, en definitiva el destinatario del retablo, prefería reverenciar a San Blas también como protector de los animales que eran la base de la economía.

    Los dos cuadros superiores del retablo representan los siguientes temas: el de la izquierda a San Juan Bautista, sentado ante unas grandes rocas, cubierto con sus modestas vestiduras habituales y empuñando en su mano izquierda el bastón en forma de cruz en torno al cual se enlaza una filacteria con la inscripción «ECCE ANVS DEI QVI T. (ollit) P. (ecata) M. (undi). El santo precursor muestra una composición sumaria, aunque su rostro es agradable. El pequeño cuadro de la parte superior derecha, bastante deteriorado, retrata a San Roque de Montpellier, ciudad en la que nació hacia el año 1350 muriendo hacia 1379 en Lombardía. El santo, vestido como peregrino, camina con un báculo y un ángel se dispone ante él, el cual según la leyenda le curaba los males de su enfermedad pestilente y le daba fuerzas para aplacar la sed de sus fiebres; cuyo ángel apareció por primera vez en la iconografia del santo en el año 1550. San Roque. al igual que San Blas, a quien complementa, es considerado también un santo sanador, pues curaba a los enfermos marcando una cruz sobre su pecho. Era invocado sobre todo contra la peste, pero también como protector de los animales y escudo contra las plagas. San Roque fue Inscrito en el martirologio en el siglo XV y canonizado en el siglo XVII, lo cual no impidió que su culto fuera ya muy importante desde la primera mitad del siglo XV.

    El ático del retablo descansa sobre un entablamento adornado con ménsulas: contiene una tabla pictórica en la que se representa el Calvario o Déesis con las figuras laterales de la Virgen María y San Juan. El conjunto lo culmina un frontón triangular en cuyo tímpano se dispone un bello y vigoroso altorrelieve, que ya presenta cierto barroquismo, del Padre Eterno. Los aletones del ático muestran carnosas y avanzadas hojarascas prebarrocas y sobre las columnas se observan clasicistas pirámides decorativas de estirpe herreriana. Por cierto, dichos aletones, complementados con las citadas pirámides, se parecen bastante, aunque tienen menos desarrollo, a los que el ensamblador salmantino Antonio González Ramiro proyectó para el retablo de la iglesia de Santa María de Baños de Montemayor (Cáceres), obra en la que por cierto también intervino como escultor Diego de Salcedo (1612). Es posible que las pinturas que adornan este retablo las realizase el pintor Gonzalo de Robles, quien actuó en el retablo frontero de Nuestra Señora del Rosario, entre los años 1589 y 1590, poco antes de la realización del retablo de San Blas.

    La avanzada arquitectura del descrito retablo, la imagen de San Blas y el relieve del Padre Eterno fueron obra del importante artífice establecido en Salamanca Diego de Salcedo, pues así consta en los mandamientos de la visita parroquial del 25 de abril de 1595, en donde se cita «el retablo que el susodicho (Diego de Salcedo) tiene hecho» y la obligación que la iglesia tenía de pagarle a dicho escultor la imagen de San Blas que había labrado para el citado retablo, cuya efigie, según las cuentas del año 1596, costó 4.862 maravedís. Es posible que colaborase con Salcedo en la ejecución de¡ retablo el ensamblador Agustín Díaz, que en el mismo año 1596 entregó un archivo para guardar las escrituras de la iglesia En cualquier caso, la arquitectura del retablo deriva de los severos modelos clasicistas del también ensamblador salmantino Pedro de Salazar con quien probablemente se formó el ensamblador Antonio González Ramiro, éste colaborador de Salcedo en diversas obras, como los retablos cacereños de Santa María de Baños de Montemayor y Valverde del Fresno.

    La imagen de San Blas deficientemente restaurada en el año 2005, tiene cierta prestancia. observándose una buena desenvoltura en las vestiduras episcopales, dotadas de elegantes plegados amplios y suaves. Manifiesta los gustos de una escuela salmantina que ya abandonaba la estética manierista en favor de un leve naturalismo. Parecido estilo manifiestan las esculturas documentadas de Salcedo en Valverde del Fresno, en Baños de Montemayor o sus intervenciones de carácter decorativo en Salamanca: San Esteban (cimborrio, capilla mayor) y capilla de Anaya. No obstante, todas las citadas al ser más tardías, apuntan ya hacia un mayor barroquismo.

    La arquitectura del retablo del lado de la Epístola es muy similar a la anterior descrito; posiblemente antiguamente estuvo dedicado a Nuestra Señora, quizá la Virgen del Rosario. como parecen probar la documentación y la iconografía que muestra. Actualmente, perdida la imagen original, contiene una efigie del Sagrado Corazón de Jesús labrada en el año 1895, sobre la que se dispone una del Niño Jesús del siglo XVII bendiciendo y con la esfera del mundo. El retablo, es muy parecido al de San Blas en su estructura, tamaño y distribución de la iconografía. Por eso, también tiene un solo cuerpo alzado sobre un elemental banco, cuyo cuerpo muestra una sencilla hornacina de medio punto flanqueada por columnas de fustes acanalados y capiteles jónicos. Sobre el entablamento se dispone un ático que sale de un frontón triangular partido, se flanquea con tornapuntas vegetalizadas y culmina en otro frontón triangular. Escoltan el vano principal, que sin duda ocupó la perdida Virgen del Rosario, sendas tablas pictóricas representativas de Santo Domingo de Guzmán arrodillado y mirando hacia la citada hornacina (a la izquierda del espectador) y San Andrés abrazado a su característica cruz, a la derecha. Tengamos presente que uno de los pasajes de la vida de Santo Domingo hace referencia precisamente a la visión que tuvo de la Virgen del Rosario, por lo cual no hay duda posible acerca de la dedicación antigua de este retablo. Por otra parte, San Andrés es un santo apóstol que siempre se tuvo como casadero (su nombre deriva del griego andros, varón) y además es patrón de los pescadores de agua dulce y de los cordeleros, oficios sin duda importantes en Guijo de Coria en siglos pasados, debido a la proximidad de los ríos Árrago y Alagón. Culminan el cuerpo del retablo otros dos pequeños cuadros representativos de la Anunciación, María a la izquierda y el Arcángel Gabriel a la derecha. El entablamento muestra un ornato pictórico de carácter vegetal. Es claro que las pinturas las realizó el citado pintor Gonzalo de Robles, a quien se le pagaron 11.700 maravedís en los años 15139 y 1590 «para en parte de pago del retablo que ha hecho» para la cofradía del Rosario. Y este retablo ha de ser el mismo que se cita en el inventario del año 1621. Es curioso que se afirme en dicho inventario, cuando se menciona el retablo frontero de San Blas: «Yten otro retablo nuevo de la misma manera con señor San Blas». prueba evidente de que ambos se realizaron por los mismos artífices, el ya citado pintor Gonzalo de Robles y el escultor Diego de Salcedo, quienes quizá contaron con la colaboración del ensamblador Agustín Díaz.

    No son estas las únicas obras de Salcedo que se conocen en la Alta Extremadura, pues intervino, junto al destacado ensamblador Antonio González- Ramiro, en el retablo mayor parroquial de Valverde del Fresno y, por otra parte, también realizó la escultura del retablo de la iglesia de Santa María de Baños de Montemayor (1612) cuya arquitectura y ensamblaje era también por cuenta de González Ramiro.

    La sacristía tiene bóveda de cañón con arcos fajones sobre ménsulas unidas por cornisas. La obra se realizó en su mayor parte en el s. XVI, si bien hay constancia de obras realizadas en el XV. A los pies se halla un pequeño coro elevado sobre columnas. El resto del edificio lo forma el cuerpo de la nave dividida en tres tramos por arcos ligeramente apuntados y cubierta por un tejado de madera a dos aguas. La torre se adosa en su lado sur, tiene tres cuerpos y esta rematada por una balaustrada.

    La la iglesia de San Esteban, tiene poderosos contrafuertes rematados en talud. Presenta dos portadas, la del lado norte con arco apuntado sobre pilastras más altas. En el crucero, los vanos están partidos por un mainel. Tiene una imposta corrida que enlaza los contrafuertes. Del rectángulo en el interior se pasa al ochavo en el cuerpo alto por medio de trompas aveneradas.

    La construcción se debe a dos épocas distintas. La cubierta de la capilla mayor es de crucería estrellada. La cabecera de mejor factura termina unida a un cuerpo anterior. La torre está unida a la sacristía y al brazo sur del crucero, es de sillares aparejados a soga y tizón, dividido en tres cuerpos, con dos ventanas trilobuladas y tres conopiales. Remata la torre cuatro vanos de medio punto que cobijan las campanas. Tiene gárgolas zoomórficas. El templo puede ser de Pedro de Ibarra. 

    Destaca también el retablo mayor del siglo XVII, de escultura castellana. La talla y el ensamblaje corrió a cargo de Diego de Basoco y las esculturas de Agustín Castaño. La pintura y el dorado son obra de Pedro de Córdoba. De su imaginería destacan también los retablos de San Blas y Sagrado Corazón (XVII) y el de la Virgen de Rosario (XVIII). Completan el contenido tallas de San Diego, San José y un crucificado del XVII.

    Cuenta con las ermitas de Santa María de la Consolación y del Ssmo. Cristo del Valle. Ermita de Santa María, en las afueras, junto a una charca, se conservan los restos de la misma


GASTRONOMÍA

    La gastronomía del pueblo está basada en los productos que da la tierra y el tiempo. En tiempo de matanzas se elaboran las morcillas de Kiko a base de sangre, gordura y verduras, Calabacera con calabaza, gordura y hay quien le echa magro y las Patateras a base de patata, gordura y magro. También es muy típico en verano el gazpacho, la ensalada y el zorongollo. En las bodas y celebraciones se suelen ofrecer buñuelos de miel y de azúcar, roscas fritas, retorcidos, flores con miel y los bollos. Otros platos típicos son la Caldereta de cordero, las Migas y la Chanfaina.

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   Está incluido dentro de la Denominación de Origen del cordero de Extremadura Corderex, para conocer mas sobre el cordero, para ver el Reglamento, su Descripción y Características, pinchar aquí

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    Control de los quesos curados elaborados con leche cruda y madurados en establecimientos distintos a los de elaboración. pinchar aquí

    Para conocer el Registro de Envasadores y Embotelladores de aceite de oliva virgen extra y aceite de oliva virgen con designación de origen de la Comunidad Autónoma de Extremadura, pinchar aquí.

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FIESTAS

San Blas 3 de Febrero

Se celebra en honor a la Virgen de la Consolación el último sábado de Abril o el primero de Mayo. Durante este día los vecinos de Guijo se dan cita en la Dehesa Boyal del municipio para celebrar su tradicional romería.

San Juan  El dia 24 de junio se celebra una procesión por las calles del pueblo en honor al santo. Después de la misa Mayor se ofrece un aperitivo a los lugareños

La Virgen de la Asunción se celebra el 15 de agosto coincidiendo con la llegada de veraneantes al municipio, se realizan actuaciones religiosas durante el día y son amenizadas con orquesta durante la noche.

San Esteban. Dan comienzo el dia 26 de diciembre las fiestas en honor al Patrón del pueblo, que se festejan durante tres días.

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TURISMO

Cruz de la Laguna - Tres Charcas de la Dehesa - Cáceres
Tipo: Coto Consorciado
Término municipal : Montehermoso, Villa del Campo, Pozuelo de Zarzón y Guijo de Coria
Especies principales : carpa y tenca
Cupo de capturas : 8 tencas y 8 carpas
Periodo : desde el último domingo de mayo al último domingo de septiembre
Días hábiles : jueves, sábados, domingos y festivos
Permisos para socios y ribereños :20
Permisos resto de pescadores : 20
Centro de expedición :

    La Familia Carrasco Sánchez ha introducido en El Guijo de Coria la cría caballar selecta. Su yeguada, V. Carrascal, de pura raza árabe, que goza de un merecido prestigio en ferias, exposiciones y concursos nacionales e internacionales, esta yeguada de pura raza árabe, con sus crías, pasta en fincas situadas a pie de carretera ofreciendo, por tanto, bellas estampas de la raza a las personas que por allí transitan.

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   Si quieres conocer mas sobre la Naturaleza Extremeña, Normativa, Catalogo Especies Protegidas y Parques Naturales, pincha aquí

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MINERALES

   Se encuentran en el termino los siguientes minerales, en cantidades mas o menos variables:

DOE núm. 136, MARTES, 21 DE NOVIEMBRE DE 1995

CONSEJERÍA DE ECONOMIA, INDUSTRIA Y HACIENDA

Minas.- Resolución de 30 de octubre de 1995, de la Dirección General de Ordenación Industrial, Energía y Minas, por la que se declaran terrenos francos registrables.

RESOLUCION de 30 de octubre de 1995, de la Dirección General de Ordenación Industrial, Energía y Minas, por la que se declaran terrenos francos registrables.

La Dirección General de Ordenación Industrial, Energía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Extremadura,

HACE SABER: que como consecuencia del Concurso de Registros Mineros convocado en el «Boletín Oficial del Estado» n.º 191, de 11 de agosto de 1995, y resuelto por el Servicio Territorial de Cáceres, con fecha 16 de octubre de 1995, ha quedado franco y registrable, en la superficie que se indica, el terreno afectado por los dominios mineros que a continuación se relacionan, con expresión de número, nombre, superficie, recursos y términos municipales:

9.822-2 «ARROYO II, FRACCION 2.ª», Sección C), 10, Brozas;

9.389«FRESNEDOSA,FRACCION 2.ª», Sección C, 186, Acehuche, Portaje, Pescueza y Portezuelo;

9.605 «KRYSTINA III», Sección C, 126, Calzadilla, Coria, Guijo de Coria y Morcillo;

9.299 «SUSI», Sección C), 225, Conquista de la Sierra, Garcíaz, Herguijuela, Madroñera y Trujillo;

9.382 «VALDESALOR III», Sección C), 13, Cáceres;

9.558 «MERCEDES»,Sección C), 172 cuadrículas y 6 demasías, Cilleros y Zarza la Mayor;

9.590 «VALDEFLORES», Sección C), 24, Cáceres;

9.607 «MOLANO», Sección C), 15, Benquerencia, Botija y Salvatierra de Santiago;

9.703-1 «VALDEFUENTES 1», Sección C), 9, Albalá, Montánchez, Alcuéscar, Casas de Don Antonio, Aldea del Cano, Torrequemada y Torremocha;

9.806 «TORREORGAZ», Sección C), 10, Torrequemada, Torreorgaz y Cáceres;

9.337 «MITOSA, FRACCION 1.ª», Sección C), 206, Monroy y Talaván;

9.336 «MITOSA, FRACCION 2.ª», Sección C), 198, Monroy, Serradilla y Talaván;

9.130 «DORA», Sección C, 6, Pinofranqueado, Santibáñez el Alto y Descargamaría;

9.348 «EL TORIL», Sección, 202, El Toril, Serrejón y Torrejón el Rubio;

9.460 «ATALAYA», Sección C), 7, Aldea del Cano y Cáceres;

9.452 «ANA», Sección C), 44, Cáceres;

9.356 «SUSANA», Sección C, 3, Jerte;

9.355 «MADRE MARIA», Sección C), 4, Jerte,

9.462 «SAN PABLO», Sección C), 9, Almoharín.

Lo que se hace público de conformidad con lo dispuesto en el artículo 73 del Reglamento General para el Régimen de la Minería, declarando franco y registrable el terreno antes indicado, admitiéndose nuevas solicitudes a partir de ocho días siguientes al de la publicación de este anuncio en el «Boletín Oficial del Estado».

El Director General, Alfonso Perianes Valle

DOE Núm.: 148 jueves, 1 de agosto de 2013

CONSEJERÍA DE EMPLEO, EMPRESA E INNOVACIÓN

Minas.- Anuncio de 28 de mayo de 2013 sobre admisión definitiva de solicitud del permiso de investigación denominado "Calzadilla" n.º 10309-00, en la provincia de Cáceres.

El Servicio de Ordenación Industrial de Cáceres de la Dirección General de Ordenación Industrial y Comercio de la Consejería de Empleo, Empresa e Innovación de la Junta de Extremadura, hace saber: que por Medgold Resources LTD, con CIF: N8263143C, y con domicilio en c/ Casa Lis, n.º 33 de Carbajosa de la Sagrada (Salamanca), ha sido solicitado un Permiso de investigación, que a continuación se relaciona, con expresión de número, nombre, cuadrículas mineras y términos municipales:

N.º 10309-00, “Calzadilla”, 198 cuadrículas mineras, Calzadilla, Guijo de Coria, Santibañez el Alto y Villa del Campo (Cáceres)

Siendo la designación de su perímetro:

N.º VÉRTICE PERÍMETRO LONGITUD LATITUD

1 PE W 6.º 34’ 40’’ N 40.º 2’ 0’’
2 PE W 6.º 31’ 0’’ N 40.º 2’ 0’’
3 PE W 6.º 31’ 0’’ N 40.º 8’ 0’’
4 PE W 6.º 34’ 40’’ N 40.º 8’ 0’’

Lo que se hace público en cumplimiento de lo dispuesto por el art.º 70.2 del Reglamento General para el Régimen de la Minería de 25 de agosto de 1978, a fin de que quienes se consideren interesados puedan personarse en el expediente, dentro de los quince días siguientes al de la publicación de este anuncio en el Diario Oficial de Extremadura.

Cáceres, a 28 de mayo de 2013. El Jefe del Servicio de Ordenación Industrial de Cáceres, Fernando Mijares Álvarez

DOE num. 128, viernes 4 de julio de 2014

CONSEJERÍA DE AGRICULTURA, DESARROLLO RURAL, MEDIO AMBIENTE Y ENERGÍA

Minas.- Anuncio de 18 de junio de 2014 sobre otorgamiento del permiso de investigación denominado "Calzadilla" n.º 10309-00, en la provincia de Cáceres.

El Servicio de Ordenación Industrial de Cáceres de la Dirección General de Industria y Energía de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, hace saber: Que ha sido otorgado con fecha 8 de mayo de 2014, a favor de Medgold Resources LTD, con CIF n.º 8263143C, y con domicilio en c/ Casa Lis, n.º 33, de Carbajosa de la Sagrada (Salamanca), el permiso de investigación que a continuación se relaciona, con expresión de número, nombre, recursos, cuadrículas mineras y términos municipales:

N.º 10309-00, “Calzadilla”, recursos de Sección C), 198 cuadrículas mineras, Calzadilla, Guijo de Coria, Santibáñez el Alto y Villa del Campo, de la provincia de Cáceres.

Lo que se hace público en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 101.5 del Reglamento General para el Régimen de la Minería de 25 de agosto de 1978.

Cáceres, a 18 de junio de 2014. El Jefe del Servicio de Ordenación Industrial de Cáceres, Fernando Mijares Alvarez


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PERSONAJES

    María Ruano Gutiérrez (Beata María de Jesús), terciaria franciscana, natural de Guijo de Coria, conocida como La Sabia de Coria por ser originaria de la comarca y diócesis de Coria (Cáceres, España). Sus textos místicos del siglo XVII español, son para muchos autores, homologables a los de Santa Teresa de Jesús.

    En la aldea de Guijo de Coria (Cáceres), perteneciente a la comarca y diócesis de Coria, nació el día 27 de marzo del año 1.616. Sus padres, Pedro y Ana, labradores humildes y muy buenos cristianos fiel reflejo del caracter y forma de ser del guijeño: austeros, de recio temple, personas de mucho honor, muy trabajadores, sacrificados por el bien y la educación de sus hijos y apegados a las tradiciones y costumbres de su pueblo, valores que supieron inculcar a su hija María. Tuvo una infancia feliz jugando y también ayudaba en casa y en el campo a su padre (su madre murió cuando María tenía tres años).

    Físicamente era de estatura mediana, muy enjuta, rostro alargado, mejillas delgadas, pelo negro abundante muy recogido, frente algo prominente, manos pequeñas y delgadas. Sus ojos eran negros, de mirada limpia, noble y serena, pero tan penetrantes que hablaba con la mirada, en la que se advertían pureza, santidad y clarividentes mensajes. Era de carácter dulce, amable, modesto, enérgico, vitalista, alegre, jovial, mente clara y vivacidad de ingenio. Poseia en alto grado las cualidades innatas de las mujeres extremeñas, como son la austeridad, la reciedumbre, la solidaridad, el trabajo, la equidad, el espíritu emprendedor y el cariño por su tierra.

   Movida por un impulso supremo a llevar vida de religiosa, profesó a los 13 años de edad, tomando el hábito de Terciaria Franciscana, respondiendo así a la llamada del Señor, y desde entonces, María Ruano Gutiérrez pasó a llamarse Maria de Jesus. Practicaba diariamente la oración con recogimiento y meditación tanto en su Casa-Convento como en la Iglesia Parroquial. Todos los días confesaba, oía misa y comulgaba.

    Al salir de misa visitaba a los necesitados, enfermos y moribundos para ayudarles en todo cuanto podía, y sobre todo, les llevaba consuelo, paz y los reconfortaba. Estas obras también las practicó los 6 años que estuvo viviendo en Madrid, donde tuvo que desplazarse para obtener las licencias necesarias para fundar el Convento reformado en El Guijo, que el Señor mediante revelación le ordenó cuando María de Jesús en oración mental le suplicaba que se hiciesen las paces en la guerra de Secesión entre Portugal y Castilla que asolaban la comarca de Coria desde el año 1640.

    Dentro de su orden religiosa, franciscana terciaria, destacó por su humildad, modestia, sobriedad, austeridad, brillantez de pensamiento, vivacidad de ingenio y sabias sentencias. Fue flor de flores y fulgor de su comunidad. En sus trabajos en comunidad sobresalía por la buena disposición, la rapidez, rigor y temple y por coger siempre los trabajos más penosos, fatigosos y menos lucidos. No hubo trabajos que María de Jesús rehusara, ni fatigas, ni penalidades o enfermedades que le impidieran continuar con su perseverante labor.

    Hizo de su vida una entrega constante a la oración a Dios y a las obras de caridad al prójimo, procurando siempre deshacerse de las cosas del mundo y de sí misma para lograr el amor de Dios. Salían de su boca tales sentencias y razones de tanto peso que dejaba a todos los que la escuchaban enseñados en cuanto necesitaba cada uno y con renovados deseos de servir y amar a Dios y al prójimo. Y todos cuantos la oían quedaban prendados de su sabiduría y de la rapidez de sus respuestas y sentencias, motivo por el cual se la conoce con el sobrenombre de la Sabia de Coria en su comarca y diócesis. Fue su vida, consagrada por entero al amor y servicio de Dios y del prójimo, tan modélica en extremo que el Señor la premió con dones tan especiales que fue conocida y considerada en vida y después de su muerte como Sabia y Santa.

    En la práctica de la virtud de la pobreza intentaba imitar a Jesucristo. Recogía el dinero de las limosnas que le daban en la falda para no tocarlo con las manos y luego repartirlo con equidad entre los más pobres y necesitados. Su renuncia a todo lo terreno fue absoluta para poder servir al prójimo con la esperanza viva y firme de recibir mayor fortaleza y aumento de virtudes. María de Jesús se distinguió siempre por su humildad, sencillez, bondad, rectitud, fortaleza de ánimo, prudencia y sabiduría. Fue de angelical pureza y castidad, en el cuerpo y en el alma, logradas mediante la oración ferviente y asperesísima penitencia, para que las tentaciones tanto del mundo como de la carne no abrieran en su alma la más mínima brecha, ni por obra, pensamiento o palabra. Practicó la virtud de la caridad de forma dulce, sufrida, equitativa, justa y en silencio, movida por los deseos de servir a los demás, sin soberbia, ni vanidad, sin intereses y sin esperar recompensa.

   Hizo de su vida una entrega constante a la oración a Dios y a obras de caridad al prójimo, procurando siempre vencerse a sí misma para alcanzar el amor de Dios mediante la realización de obras y servicios al prójimo con humildad y trabajos en silencio. Por caridad enfermaba con los enfermos y sufría sus dolores como propios. Practicó la humildad estando siempre ajena a toda alabanza, a todo reconocimiento y a todo lucimiento personal. Para María de Jesús todo el año era riguroso ayuno y penitencia. Dormía sobre una corcha y el sueño era poco. Y su semblante y su cuerpo ofrecían el aspecto del más severo penitente. Como penitencia se racionaba la bebida diaria y llegaba a pasar sed deliberadamente, caso que resulta inédito, a pesar de las calenturas continuas que padecía, imitando a Jesús crucificado. Siempre demostró tener una gran paciencia y resignación para sobrellevar tantos trabajos, fatigas, sufrimientos y reveses de la vida.

    Dedicaba mucho tiempo y trabajos para hacer efectivos sus deseos de fraternidad, concordia y paz entre sus vecinos deshaciendo resentimientos, juntando familias reñidas y uniendo amigos y vecinos enconados. Pasaba las vigilias orando y suplicando al Señor la luz de la sabiduría para poder acertar a servir mejor a Dios y al prójimo. Su grado superior de meditación alcanzado estuvo siempre acompañado de un ascetismo (practica de perfección espiritual) extraordinario. Era tanto el recogimiento de su alma al Señor que no había trabajo o servicio que no lo aumentaran. Si fregaba, pensaba en cómo se puede limpiar y lavar el alma. Si barría, hacía examen de conciencia para expulsar de ella todo cuanto la podía manchar. Si hacía lumbre, sus llamas le representaban las del infierno y de los incendios de la guerra.

    Fue mujer de méritos extraordinarios y adornada de relevantes virtudes. Todo un modelo de vida religiosa edificante que llegó a merecer ser considerada en vida popularmente, tanto en su patria como en Madrid, como Sabia y Santa. Sin más libros o estudios que la oración, el recogimiento, la meditación y las instrucciones de su Director Espiritual, con su santa figura daba consejos y pronunciaba sentencias que eran rayos de luz a los que nadie se podía resistir.

    A María de Jesús le contrariaban las apariciones en público y el hacer visitas burocráticas en Madrid para solicitar autorización para fundar un Convento reformado; sin embargo lo hacía siempre que era necesario, demostrando agrado, buen semblante y una exquisita bondad. Su atractivo y encanto personal hacían que todos los que la trataban quedasen prendados de su sencillez, sabiduría y trato tan natural. Su vida como religiosa fundadora reformadora representó el drama de la mujer intelectual nacida antes de tiempo en un mundo masculino que no estaba preparado para reconocer sus innumerables dones como persona y que por el mero hecho de ser mujer fue en ocasiones discriminada. De haber sido hombre, María de Jesús estaría incluida entre los Sabios de su tiempo, porque méritos y prestigio le sobraron.

    El ser una monja que actuaba, aunque sin desearlo, como centro de la actividad religiosa y sociocultural de su época en Cáceres, Salamanca y Madrid también le creó no pocas envidias de sus contemporáneos que María de Jesús supo llevar calladamente sobre sus espaldas. Vivió tan adelantada a su tiempo que en su vida se recogen pasajes en defensa de la igualdad de los derechos de la mujer, de la conservación de la naturaleza, protección de los animales y los beneficios sobre la salud de una dieta rica en hierbas, vegetales y frutos naturales autóctonos.

    El biógrafo de María de Jesús, Reverendísimo Padre Maestro Fray Francisco de Arcos, Calificador del Consejo Supremo de la Inquisición, Predicador y Teólogo del Rey, Provincial de la Orden de la Santísima Trinidad, Catedrático de Prima de la Universidad de Toledo y Examinador del Arzobispo de Toledo, al citar alguno de los muchos ilustres seguidores y devotos de la Sabia de Coria, habla del Padre Tapia diciendo de forma sucinta: "El Maestro Fray Pedro de Tapia de la Orden de Santo Domingo, natural de Galisteo (Cáceres), Catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y después Arzobispo de Sevilla - persona muy influyente en su tiempo- llegó a El Guijo y comunicó con María de Jesús y dio gracias a Dios por hallar entre aquellos toscos y silvestres campos, flores de tanta hermosura, y buen olor de virtudes como tenían María de Jesús y sus compañeras. Ponderó - también- el concierto y armonía que encontró a los vecinos de El Guijo tanto en la Iglesia como en el campo que le llevó a decir: "Más quisiera poderme estar aquí aprehendiendo de tan dichosas, y bien criadas almas, que en cuantas Cátedras y puestos tiene el mundo”.

    A la Casa-Convento de María de Jesús en Guijo de Coria acudían sus vecinos a refugiarse y orar por la paz durante los años de la guerra entre Castilla y Portugal, y también lo hicieron, la última vez, en la guerra civil española (1936-1939), por lo cual algunos autores han llamado a la Santa de El Guijo, la "Santa de la Paz".

    Su humilde celda desprendía un olor especial que todos los que la visitaban percibían y contaban que era superior al que desprenden los aromas más dulces y suaves. Casa de Dios conocían todos que era aquella celda, y que Dios asistía a María de Jesús en la soledad, enfermedades y dolores que padecía, ayudándola con favores extraordinarios para soportar su pasión y sufrimientos.

    María de Jesús y sus compañeras hicieron compatible la oración en su Casa-Convento con la vocación de servicio a los demás, comunicándose directamente con la sociedad en la que vivían, dando ejemplo real de humildad, pobreza y servicio al prójimo, viviendo de limosna, sin tener nada propio, muy al contrario de los conventos fundados con cuantiosos bienes patrimoniales y que percibían saneadas rentas. María de Jesús era sencillamente una pobre por convicción, que había abandonado sus bienes familiares para limitarse a vivir el evangelio al pie de la letra.

    Llevados por la fama de su sabiduría y sus virtudes se acercaban muchas personas de todas partes y condición a la Sabia de Coria en demanda de consejos, sentencias y socorro. A todos atendía y todos decían después de verla, tocarla y escucharla que era sabia y santa y atribuían a su intercesión hechos milagrosos y profecías.  Decía María de Jesús a sus compañeras que cuando Dios habla al alma queda para siempre una certeza y seguridad tan grande de lo revelado que, aunque las cosas luego se desarrollen por otros caminos de lo que entendió, piensa el alma que ha sido porque Dios habrá buscado otros medios para conceder lo revelado, de acuerdo a sus designios que son secretos y que el ser humano no entiende y que en ese momento en que lo concede segurísimo que es mejor y más necesario.  Y así ocurrió con la revelación que tuvo María de Jesús, donde Dios le pidió que fundase en El Guijo un convento reformado para que se formasen almas cristianas que orasen pidiendo la paz, pues al poco tiempo de ella morir el Obispo de Coria, D. Antonio Fernández del Campo, convirtió la casa donde murió María de Jesús en Oratorio, que era en ese momento lo mejor y más necesario para los designios secretos de Dios, y la guerra que tanto preocupó a María de Jesús entre Castilla y Portugal terminó con la firma de la paz y con unas relaciones de buena vecindad cada día más fraternales.

    Poseía unas virtudes humanas extraordinarias que, por impregnar toda su persona, eran fáciles de apreciar externamente. Sobresalió tan notoriamente por sus altas virtudes y misticismo que con sus pláticas y escritos se puede escribir un verdadero libro de mística. Tuvo revelaciones y arrobos (éxtasis) que intentó comunicar y dar a entender a sus compañeras y confesor, pero le resultaban indecibles porque le fallaba el lenguaje humano para decir lo que sintió en el instante supremo de la unión transformante con Dios en el cual los sentidos y potencias del cuerpo se apagan y el tiempo y el espacio no cuentan. María de Jesús, al publicar que tuvo revelaciones de Dios y arrobos (éxtasis) y hacerlo creíble, demostró tener una gran disposición y valentía, porque era un alma sencilla y humilde. En uno de estos arrobos, pensaron sus compañeras que María de Jesús agonizaba y llamaron al Director Espiritual que le dio la Extremaunción por presentar un desusado temblor de cuerpo que consumía sus flacas y debilitadas fuerzas. Tenía el cuerpo helado cubierto por un sudor pegajoso, el pulso se suspendía y parecía que la respiración le faltaba. De los arrobos salía su cuerpo como si no le hubiese pasado nada y su alma volvía con más deseos de padecer, de no ofender a Dios, con más ansias de humillarse, más enamorada de Dios, sedienta de trabajos, con más luz para alejarse de engaños del enemigo y también con más olvido de las cosas del mundo y purgación de los apetitos naturales.

    Padeció muy graves, dolorosas, continuas e incapacitantes enfermedades, viviendo más de 15 años abrazada a la cruz de su enfermedad hasta el momento de su muerte a los 50 años de edad, soportándola con tal resignación y fortaleza de ánimo que incluso pedía más sufrimiento y lo ofrecía a Dios como penitencia y mortificación por la salvación de las almas y el fin de la guerra entre Castilla y Portugal. Decía que las guerras con todas sus secuelas son el peor enemigo de la humanidad y la convivencia en paz es lo mejor para alcanzar la justicia y el bienestar, desarrollo y crecimiento de los pueblos. Las enfermedades y dolores no le impidieran continuar con obras y servicios de amor a Dios y al prójimo. Murió María de Jesús el 26 de diciembre de 1.666, festividad de San Esteban, patrón de El Guijo.

    El Guijo, Coria y todos los pueblos de la comarca, bien pueden gloriarse de esta insigne figura histórica, tan digna de ser estudiada y popularizada para imitar los buenos ejemplos de su vida edificante y conocer sus consejos, sabias sentencias y sus rápidas respuestas que causaron admiración a Catedráticos de las Universidades de Salamanca, Alcalá de Henares y Madrid; Generales y Provinciales de las más importantes Ordenes Religiosas; varios Arzobispos y Obispos de Castilla y Andalucía; todos los Ministros y Consejeros del Reino y hasta el mismísimo Rey de España Felipe IV, su esposa Isabel de Borbón y la Infanta que llegó a ser Reina de Francia. Tanta sabiduría y prudencia en boca de una sencilla labradora sin ninguna clase de estudios, consiguió ganarse la fama de sabia entre los cortesanos, órdenes religiosas, catedráticos e intelectuales de Salamanca, Madrid, Alcalá de Henares, Cáceres y superiores de la diócesis de Coria, y de ahí que empezara a conocérsela con el sobrenombre de la Sabia de Coria aunque era natural y vecina del pueblo de El Guijo donde aún se conserva en pie su Casa-Convento que puede visitarse.

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