La Orden de Santiago

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    Esta Orden Militar castellanoleonesa data su fundación en el año 1.158, bajo el reinado de Alfonso VIII. Determinados documentos, pretenden unir la fundación de la Orden de Santiago a la victoria de Clavijo. Se desconoce la fecha exacta de la fundación de la Orden de Santiago, siendo numerosos los estudios realizados al respecto sin llegar a un acuerdo. La mayoría de historiadores coinciden que fue el día 1 de Agosto de 1170, en el reino de León, bajo el reinado de Fernando II, concretamente en la ciudad de Cáceres, ignorándose los nombres y el número de los fundadores. Aún cuando el rey Ramiro I fundara una hermandad bajo la advocación del Patrón de España, mal podía tener por objeto defender a los peregrinos si los cofrades tan sólo eran trece, en memoria de Jesucristo y sus Apóstoles.

   La Orden fue creada para defender la fe cristiana frente a los, musulmanes (lucha contra el infiel en defensa de la Cristiandad). Se fija en Cáceres obedeciendo a un plan de reconquista y repoblación de la España musulmana ayudando a los monarcas y recibiendo de éstos innumerables donaciones como premio, De ésta, el Campillo con todo su término, pasó a propiedad de la Orden dependiendo de la Encomienda de Hornachos y en lo eclesiástico del Subpriorato de Llerena, que a su vez dependía de San Marcos de León.

    Su origen se basó en las reyertas entre los Castro y los Lara que determinaron cesar en ellas y así se recoge en el documento de fundación de la Orden: "Y los dichos caballeros viendo el gran peligro que estaba aparejado a los cristianos, inspirados por la gracia del Espíritu Santo, para reprimir a los enemigos de Cristo y para defender su Santa iglesia, hicieron de sí muro para quebrantar la soberbia de aquellos que eran sin fe y pusieron la cruz en sus pechos a manera de espada, con la señal é invocación del bienaventurado Apóstol Santiago y ordenaron que dende en adelante no peleasen contra cristianos, ni ficiesen mal ni daño a sus cosas y renunciaron y desempararon todas las pompas mundanas, y dejaron las vestiduras preciosas y la longura de los cabellos y todas las otras cosas en las que hay mucha vanidad y poca utilidad y prometieron no ir contra aquellas cosas que las Santas Escrituras defienden y de lidiar siempre contra los paganos por tener a Dios aplacado cerca de sí y de vivir ordenadamente por la Ley Divina".

    Entre los fundadores de la Orden se contaron Don Pedro Fernández, Don Pedro Arias, el conde Don Rodrigo Alvarez de Sarriá, Don Rodrigo Suárez, Don Pedro Muniz, Don Fernando Odoarez, señor de la Varra y Arias Fumaz, señor de Lentamo.

    Freiles de Cáceres se llamaron los fundadores de la Orden, del nombre de la primera ciudad poseída en virtud de donación de Fernando II de León y que poseyeron poco tiempo, pues tornó a poder de los moros.

    Aprobadores de la Orden fueron Don Cerebruno y Don Pedro, arzobispos de Toledo y Santiago y Don Juan, Don Fernando y Don Esteban, obispos de León, de Astorga y de Zamora. El día 29 de julio de 1.170, quedó fundada la Orden. En 1.172 se había extendido a Castilla. Caballeros de Avila se agregaron a su Regla.

    La aprobación pontificia fue del Papa Alejandro III, con el fin de que fueren criados en temor a Dios, "y para remedio de la flaqueza humana, se permite el matrimonio a los que no pudieran ser continentes; guardando a la mujer la fe no corrompida y la mujer al marido, porque no se quebrante la continencia del tálamo conyugal, según la institución de Dios y la permisión del Apóstol San Pablo".

    Como instituto militar nació la Orden de Caballería de Santiago y casados eran algunos de sus fundadores. Se convino que cuando ayunaran los freiles no convendrían con sus mujeres y durante las Cuaresmas, éstas morarían en los Monasterios con las que no tuviesen maridos. Más que instituto militar, esta Orden parecía una comunidad religiosa a la vista de las obligaciones de sus miembros: misa diaria, veintitrés Padrenuestros diarios; los domingos el sacramento de la Eucaristía y ayunarían dos Cuaresmas. Se les imponía dar de comer a los pobres, haciendo de criados suyos, tres veces año y darles fraternalmente y con plena caridad todo lo necesario. Al fallecimiento de cada freile, su comendador tenía que tomar a un pobre por cuarenta días, dándoles todo lo necesario para su mantenimiento. El punto más delicado, era la permisión para el matrimonio, pues ninguna comunidad religiosa lo admitía. Los miembros de la Orden de Santiago no estaban obligados a hacer voto de castidad. El Papa Alejandro III redactó una Bula, por la que se recomendaba el celibato. En los Estatutos de la fundación de esta Orden se precisaba: "En conyugal castidad, viviendo sin pecado, semejan a los primeros padres, porque mejor es casar que quemarse".

    Los castigos se aplicaban según la gravedad de la falta: El más curioso era el que se aplicaba por desobediencia a la Orden o por pecado de ira: Se quitaban al freile la cruz y las vestiduras. Luego se le aplicaban disciplinas (azotes). Se le despojaba de las armas y el caballo. Estaba obligado a comer en el suelo, de la comida de los sirvientes y obligado a hacer los mismos servicios que ellos. La escudilla en que tomaba la comida era similar a la utilizada por perros y gatos. No iba a Capítulo y en la iglesia ocupaba el lugar postrero. Ayunaba los miércoles y viernes de cada semana. Los castigos se imponían al freile por: Descubrir los secretos del Capítulo; Herir con armas o palo a la mujer propia; Por muerte a hombre seglar o mutilación a freile de algún miembro; Por sacrilegio; Por mentir; Del que se jactase de la nobleza de su linaje menospreciando a otros; Por contradecir al Maestre. Asimismo, los freiles de la Orden de Santiago estaban obligados a: Ser fieles a su rey y su maestre. Ser benéficos y compasivos. Dar ejemplo de moderación y templanza. Constituirse en esposos fieles y vigilantes de su familia. Amar a su patria.

   El capitulo décimo de los Estatutos de la Orden, dice así: "Agora, caballeros de Cristo, despertad y alcanzad de vosotros las obras de las tinieblas y vestíos de las armas de la luz, porque el enemigo, vuestro antiguo adversario, no vos pueda engañar, el cual anda alrededor buscando a quien haga pecar, y se esfuerza en muchas maneras para vos retraer de la carrera de la justicia y de las senda derecha de la verdad. Nunca desistáis de la defesion de vuestros fieles y prójimos y de la Madre Iglesia. Ninguna cosa hay tan gloriosa ni agradable a Dios que, por defesión y conservación de su ley, escoger fenecer su vida por cuchillo, o fuego, o agua, o captividad, o por otros cualesquiera peligros que pueden acontecer. Y así, freiles bien amados, vos conviene por muchas tribulaciones entrar en el reino de Dios y alcanzar aquella bienventura que prometió a los que le aman, la cual ni ojo vivo, ni oreja oyó, ni corazón de hombre pudo pensar ni saber. De donde se sigue que si alguno enflaqueciera su cuerpo por poco comer o por grandes ayunos y las fuerzas suyas le desfallecieran para la defesión de la ley de Dios y de los prójimos, sepan que hizo muy mal, y será culpado de juicio ante Dios. Que para sufrir los grandes trabajos continuos, nos muestra la Sagrada Escritura ejemplo de Elías, que el Angel vino a él y le puso debajo de la cabeza pan cocido sobre la ceniza y le dijo: Levántate y come, que gran camino has de andar. Y Nuestro Señor en el Evangelio hubo misericordia de las campanas que vinieron a él, y no los quiso enviar ayunos a casa porque no enflaqueciesen y desfalleciesen en el camino".

    La Orden de Caballería de Santiago, con su maestre investido de grandes atribuciones. Con sus trece, a quien tocaba la provisión del maestrazgo; con sus comendadores, para administrar las posesiones adquiridas por donación o conquista, y con sus freiles, que guarnecían castillos o moraban en los conventos propios, o en familia y que al primer llamamiento salían en aguerrida tropa. Fueron la vanguardia de los Ejércitos cristianos contra los moros. La historia de la primera Orden de Caballería española está marcada por gloriosos hechos de armas, en los que tomaron parte no sólo los nobles, sino las milicias de las ciudades incorporadas a Santiago. Fue una época de continuas luchas en las que la Orden de Caballería de Santiago siempre se encontró en primera línea.

    Cuarenta Maestres tuvo la orden de Santiago. El primero fue Pedro Fernández, en el año 1.170. Su primera acción fue contrarrestar el ataque de los moros que talaban toda la comarca de Cáceres, uniéndose a Fernando II de León, marchando hacia Coria, para resolverse en dirección a Cáceres, arrebatándosela a los moros para encaminarse en seguida hacia Badajoz y el Castillo de Almograf en la ribera del Tajo. Pero no pasó mucho tiempo sin que a los musulmanes les llegaran refuerzos de África, los almohades, al frente de los cuales vino su Emir Usuff-Aben-Yacob. Con tales fuerzas pronto volvieron a hacerse dueños de todo lo perdido en Extremadura. Entonces, los Caballeros de la Orden de Santiago se pasaron a Castilla para ponerse a las ordenes del Rey Alfonso VIII. La Villa de Mora fue la primera posesión de la orden y antes de que pasara mucho tiempo ya habían conquistado el castillo de Alarilla, entrando en tierras de moros para llegar hasta Ruete, talándolo todo a su paso.

    Regresaron a su punto de partida con un buen número de prisioneros y gran botín por lo cual satisfecho el Monarca les dio la villa de Uclés en el año 1.174, en recompensa de sus servicios. Don Pedro Fernández marchó a Roma para que el Papa le confirmase la autorización papal para su Orden de Caballería. Una vez en Castilla, ayudó al rey Alfonso a recuperar lo que le había arrebatado Sancho V de Navarra en tierras de La Rioja. Planeó después la conquista de Cuenca, a la que sitió, durando el asedio nueve meses hasta que la guarnición mora no tuvo más remedio que rendirse. Ganadas también para el rey cristiano fueron Alarcón y otras poblaciones, siendo premiada la Orden de Santiago con ricas heredades. Fue por este tiempo cuando, según algunas crónicas partió el Maestre de Santiago don Pedro Fernández, junto con algunos de sus caballeros a Tierra Santa, a fin de fundar allí también la Orden. Existe el dato de que Bohemundo, rey de Antioquía, en 1.180 donó al Maestre varios castillos y lugares y en feudo todo el territorio que ganara a los moros. Pero poniendo como condición de que la campaña debía emprenderse de inmediato, a lo que no pudo comprometerse el Maestre que emprendió el regreso a España.

    Poco después la orden acompaño al rey Alfonso VIII hacia Andalucía, y próximos a Córdoba dieron con los caballeros de la Orden de Calatrava quienes sostenían que aquellos territorios correspondían a su jurisdicción. Los de Santiago se avinieron a razones y firmaron la paz y concordia perpetua con la otra Orden de Caballería, a la cual cedieron la villa de Alcobella, sita entre San Esteban de Gormáz y Osma, así como cien maravedises de oro, en prueba de buena voluntad, así como la villa de Ocaña. Después se entrevistaron con los Templarios y Hospitalarios, comprometiéndose los respectivos Maestres a prestarse mutua ayuda.

    En el año 1240, se resuelven las diferencias habidas entre las dos grandes Ordenes, de Santiago y Alcántara, por medio de una concordia celebrada por los Maestres en Las Posadas de Albenfut. A primeros de año 1254, se fijan las lindes para las dos Ordenes acordándose: <<Y otorgamos que el castillo de ARGALET, que no sea poblado nunca e que fique mojón para la una e para la otra como vierte las aguas contra Ornachos e contra Reyna finque a la Orden de Santiago; é de parte e Benquerencia á Magacela que finque a la Orden de Alcántara».

   La Orden de Santiago se dividió en dos provincias, con dos priores, la de San Marcos estuvo bajo el reino de León, y después la de Córdoba y Sevilla para los caballeros allí residentes. Se ocupó también don Pedro Fernández de la redención de cautivos y ya tenía la Orden dos casas destinadas a este fin cuando le sobrevino la muerte en el año 1.184. Viene después la larga lista de Maestres de esta Orden. Al IX, don Martín Peláez Barragán, se dice que lo mataron los moros, pero cierto es que nada se sabe por verdad histórica. El XIII, don Rodrigo Iñiguez, dejó el Maestrazgo de la Orden por voluntad propia sin que se conozcan los motivos que tuvo para determinar tal resolución. El XV, don Gonzalo Ruiz Girón, ya por los años 1.275-1280, encontró su fin a causa de una imprudencia o un acto de temeridad, según se mire. Estando en batalla contra los moros, le cortaron el paso cien jinetes enemigos y, hombre de bravo corazón como era, se lanzó en su contra, sin mirar si cabalgaba solo o era seguido por sus caballeros. Naturalmente, murió en el empeño. El VIII, don Gonzalo Pérez Martel no pudo llevar a cabo grandes hazañas porque tuvo la mala fortuna de caerse de su caballo, falleciendo en el acto. El Maestre que hacía el número XXIII, don Vasco López (año 1.338) no duró mucho: reunidos los freires en Capítulo, en la villa de Ocaña, le acusaron de traición y de haber labrado moneda falsa por lo que tuvo que huir a Portugal eso sí, llevándose con él ganados y alhajas que pertenecían a la orden.

    En lo que se refiere al XXV Maestre, don Fadrique, hermanastro del Rey de Castilla don Pedro, tuvo mal fin porque acusado de traidor por el Monarca, murió acribillado a las flechas disparadas por los ballesteros del Rey. El que hacía el número XXXI, don Pedro Muñíz de Godoy, murió en un enfrentamiento con los portugueses. El XXXV fue don Alvaro de Luna, y su fin fue también violento. Favorito en un principio del Rey de Castilla, cayó en desgracia debido al poco afecto que le tenía la reina. Don Alvaro no quiso darse por vencido creyendo que el viento de adversidad duraría poco. El rey le aconsejó que se alejara de Burgos.

    No se avino a ello don Alvaro y para empeorar las cosas, un fraile durante el sermón del Viernes Santo lo apostrofó delante del rey y de toda la Corte. Encolerizado don Alvaro aquella misma noche hizo que fuera arrojado alevosamente desde una torre el contador Mayor del Monarca, don Alonso Pérez de Viviero, a quien culpaba de lo ocurrido, alegando que le tenía ojeriza y era quien había empujado al fraile al apostrofarlo. El rey mandó ponerle preso, y a pesar de que don Alvaro se entregó bajo seguro de vida y hacienda, fue sometido a juicio y condenado por tirano y usurpador de la Real Corona. En la Plaza Mayor de Valladolid se le dio horrible suplicio para acabar siendo degollado, dándosele sepultura en el lugar destinado a los malhechores.

    El último Maestre que hace el número cuarenta fue don Alonso de Cárdenas, años 1.476-1.499. Fue hombre que sirvió lealmente a los Reyes Católicos con singular arrojo y brío, metiéndose con sus Caballeros en Portugal más de quince leguas, en tanto el rey portugués peleaba en favor de la Beltraneja. Enterado don Alonso de la muerte del Maestre de Santiago vino a entrarle el deseo de serlo él, pero la reina Isabel la Católica fue más diligente y consiguió que se aplazara la elección del nuevo Maestre. Se avino a ello don Diego y mientras se resolvía el pleito se dedicó a la suyo que fue meterse otra vez en Portugal en son de guerra. Los Reyes Católicos, agradeciendo sus servicios, accedieron a que fuera elegido Maestre de la Orden de Santiago. Desde un comienzo, este Maestre se encontró en la guerra de Granada con sus freires. Allí fueron acorralados por los moros.

   Sus compañeros le hicieron ver la necesidad de huir, aprovechando las sombras de la noche pero la respuesta del último Maestre fue esta, "no vuelvo yo las espaldas, por cierto, a estos moros, pero sí que huyo de tu ira, Señor Dios, que se ha mostrado hoy contra nosotros y te ha placido castigar nuestros pecados con las manos de estas gentes infieles". Trabajosamente consiguió ponerse a salvo. Pero allí quedaron gran número de sus compañeros, muertos, hasta el punto de que aquel lugar se le dió el nombre de "Cuestas de la matanza". Continuó luchando en la guerra contra Granada y allí estuvo hasta ver ondear sobre la Alhambra la enseña de los Reyes Católicos. Tardó muy poco en morir don Alonso, siendo el último de los Maestres de la orden de Santiago, ya que los Reyes Católicos se declararon en 1.493 Administradores de la Orden, agregando su Maestrazgo a la Corona de Castilla.

   El año 1498 se le pagaba a la Encomienda de Hornachos las siguientes rentas: Por el portazgo (derecho de paso) 4.000 maravedíes; por Martiniegas y Diezmos del Barro (tributo que pagaban por San Martín y diez por ciento que se pagaba al Rey del valor de las mercaderías que se traficaban y pasaban de un reino al otro) 8.000 mrs.; por el Diezmo del trigo y cebada 500 fanegas de grano, más 900 mrs. por el mismo concepto.

    El año 1574 las rentas pagadas fueron: Derecho de la caldera, portazgo y diezmo de grana y caza 8.000 mrs.; diezmo de ovejas 62.000 mrs.; diezmo de quesos 51.000 mrs.; diezmo de lanas 41.500 mrs.; diezmo de chivos.50.750 mrs.; diezmo de cochinos 46.000 mrs.; otros diezmos 15.000 mrs.; en especies, una arroba de miel.

    La máxima autoridad de la Orden correspo ndía al Gran Maestre. El último que la gobernó fue D. Alonso de Cárdenas, muerto y enterrado en Llerena en Julio de 1493, pasando el control de la Orden a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, por bula papal de Alejandro VI. A partir de entonces fueron los Reyes sus Maestres a perpetuidad.

    Por decreto -de fecha 9 de Marzo de 1873, firmado por D. Emilio Castelar, se disuelven las Ordenes Militares, restableciéndolas poco después el Ministro Serrano hasta el año 1875, que quedan abolidas definitivamente.

    La jurisdicción eclesiástica gozaba en sus territorios de indultos y privilegios de la Santa Sede. Por la bula «Quo Gravius», de fecha 14 de Julio de 1873, su Santidad Pío IX, delega en, el Arzobispo de Valladolid la agregación de los pueblos del Priorato de San Marcos a la diócesis de Badajoz. Esta decisión fue mal acogida por el clero, creando gran revuelo en toda la jurisdicción que desemboca en un cisma de los curatos de Llerena y Azuaga, a los que siguieron varios pueblos del Priorato. El cura de Campillo D. Ramón Gallardo, envía un escrito al Obispo de Badajoz con fecha 21 de Febrero de 1874, aceptando la nueva situación. El Obispo le contesta el 7 de Mayo del mismo año dándole las gracias.

    En la obra: "Noticias de las Ordenes de Caballeria de España, Cruces y Medallas de Distincion. Madrid: Imprenta de Collado 1815"

    "Orden Militar de Santiago de la Espada. Ignorase el año cierto en que fue instituida esta Orden, aunque su mucha antigüedad, y que en el año 1030 estaba ya fundada y tenia maestre, encomienda y comendador, según aparece en un privilegio original del rey D. Fernando I, concedido á las monjas del monasterio de Sancti Spiritus de Salamanca. Algunos creen que trae su origen desde los años de 848 , en la donación que el rey Don Ramiro hizo á la iglesia de Santiago, en memoria de la victoria alcanzada contra los Moros en la célebre batalla de Clavijo,

    Mas adelante, por los años de 1170, varios caballeros que se querían juntar para poner en forma la Orden, decian que no podían; vivir bien ni religiosamente sin algunos clérigos que tuviesen cuidado de sus ánimas y demás cosas espirituales; por lo que tomado consejo de obispos y prelados, determinaron pedir ser recibidos, como lo fueron, por el prior y cargos del monasterio de Loyo, en el reyno de Galicia, del orden de San Agustín , y en su consecuencia hicieron constituciones  y establecimientos. Por entonces vino a España por legado del papa Alexandro III , el cardenal, Jacinto, quien aprobó la Orden en la manera que podia;  y al irse de España llevo consigo al maestre y muchos de los freiles, caballeros, y canónigos y presentarlos al papa, suplicándole confirmase la Orden, lo que executó por su bula de 5 de julio de 1175, que empieza: Dilentis filiis,  y la hizo exenta, como tambien al lugar que fuese cabeza de esta Orden. Despues otros pontífices  confirmaron y aprobaron la Orden, y concedieron varios privilegios. Tuvo esta Orden en lo antiguo gran maestre y administrador, hasta el año de 1493, en que murio el que habia, y sucedieron en la administración los reyes católicos, año de 1499, por bula del papa Alexandro VI. Mas adelante el papa Leon  dio la administración de la Orden al emperador y rey Don Carlos V de este nombre entre los emperadores, y I de los reyes de España; y luego el papa Adriano le dio la administración perpetua paca si y los reyes sus sucesores.

    La encomienda de esta Orden ha sido siempre una espada roxa en forma de cruz, segun como eran las guarniciones de las espadas antiguas; la que traen sus caballeros y comendadores sobre sus mantos blancos; y hoy la llevan al pecho ó en una medalla de oro pendiente de una cinta roxa.

    Diccionario Histórico de las Ordenes de D. Bruno Rigalt Nicolas; Barcelona 1858

    "Santiago de la Espada. (Orden de), Esta institución, una de las más ilustres, mas celebres y mas ricas, tuvo su origen en España por los años de 1170, en cuya época los canónigos regulares de San Agustin edificaron varios hospitales, en el camino llamado Via Francesa, qué conducía a Santiago de Compostela, en Galicia, con el objeto dé socorrer al gran número de peregrinos qué continuamente eran asaltados por los moros, dueños de la mayor parte de España.

    Poco tiempo después, catorce caballeros sé reunieron a aquéllos religiosos y se pusieron bajo la protección de Santiago, para asegurar los caminos y hacer fácil el viaje a los cristianos, batiéndose con los moros. En seguida, aquellos piadosos caballeros se sometieron á la regla dé San Agustin , y pusieron los primeros cimientos de la Orden de Santiago de la Espada, que sucesivamente aprobaron el papa Alejandro III, en 1175 , é Inocencio III, en 1200.

    El rey Fernando de Leon estaba en guerra con, Alfonso IX de Castilla, y sospechando que los caballeros de Santiago auxiliaban á su sobrino, les espulsó de su reino. Estos se refugiaron en Castilla , donde el rey Alfonso los acogió favorablemente, y, en 1174, les hizo donacion del castillo de Veles, en el cual habitaron.

    Los caballeros , cuya reputacion de valor y heroísmo llenaba toda la Europa, prestaron inmensos servicios á la religión cristiana. Hacian voto de pobreza y de castidad; pero, en el año 1184, recibieron del papa Alejandro III el permiso para contraer matrimonio, lo que no se concedió, sin embargo, á las señoras que formaban parte de la órden.

    Despues de la muerte del gran maestre Alfonso de Cardona, el papa Alejandro VI incorporó perpetuamente, en 1493, aquella dignidad á la corona de Castilla, en favor de Fernando V. Desde esta época los reyes de España han conservado el título y dignidad de gran maestres y perpetuos administradores de la órden militar de Santiago de la .Espada, que cuenta en el dia mas de ocho siglos de una existencia llena de brillo y esplendor; y que, á despecho de los cambios efectuados en su organización por razon de las circunstancias, y las modificaciones, hechas en sus estatutos segun que lo han requerido las costumbres, las leyes y los diferentes usos de nuestra época, es una de las primeras órdenes de la Península.

    En Portugal existe tambien lo propio que en el Brasil, la orden de Santiago de la Espada, y se introdujo en el primer reino, por cuanto Dionisio I, considerando el valor y el mérito de sus caballeros, invitó á algunos de ellos á pasar á sus Estados, lo que efectuaron; y habiendo el papa Juan XXII aprobado su establecimiento en dicho reino, confirmó esta rama de la árden en 1320.

    Posteriormente , el pontífice Julio II declaró que la dignidad de gran maestre de Santiago en Portugal era peculiar del rey; siendo el primero que la ejerció Juan II. En 1789 quedó secularizada la órden y vino á ser la recompensa del mérito civil, transfiriéndose, lo mismo que las otras órdenes portuguesas, al Brasil. Mas, á consecuencia de las agitaciones y trastornos políticos, es hoy considerada en ambos países como cualquiera otra órden para premiar las servicios prestados á la nacion; dividiéndose sus individuos en grandes-cruces, comendadores y caballeros.

    En España., afortunadamente se ha mantenido hasta hoy dia en el mayor grado de brillo y esplendor, no concediéndose á persona ninguna sin haber antes justificado plenamente la nobleza del pretendiente y la de sus pasados.

    La divisa de esta órden es una cruz roja en forma de espada.

    Santiago de la Espada. (Orden de)

    Despues de la memorable, Batalla de Clavijo, ganada, en 846, por D. Ramiro , rey de Castilla, sobre los moros, varios oficiales declararon que durante el combate habían visto el patron de las Españas, Santiago, pelear en persona á favor del ejército cristiano, empuñando un estandarte. En memoria, pues, de tan grande favor recibida del santo Apóstol, instituyó D. Ramiro una órden. militar bajo, su protección, y con el nombre de Santiago de la Espada, la que algunos han confundido con la anterior. Esta órden desapareció á poco de su institución."

  

Relación de Maestres de la Orden de Santiago

- Pedro Fernández de Fuentecalada (1170-1184).
- Fernando Díaz (1184-1186).
- Sancho Fernández de Lemus (1186-1195). Fallecido en la Batalla de Alarcos
- Gonzalo Rodríguez (1195-1203).
- Gonzalo Ordoñez (1203-1204)
- Suero Rodríguez {1204-1205).
- Sancho Rodriguez (1205-1206)
- Fernando González de Marañón (1206- 1210).
- Pedro Arias (1210-1212). Fallecido en la Batalla de las Navas de Tolosa
- García González de Arauzo (1212-1217).
- Martín Pelayo Barragán (1217-1221).
- García González de Candamio (1221- 1224).
- Fernán Pérez Chacín (1224-1225).
- Pedro Alonso (1225-1226)
- Pedro González Mengo (1225-1237).
- Rodrigo Íñiguez (1237-1242).
- Pelay Pérez Correa (1242-1275).
- Gonzalo Ruiz Girón (1275-1277).
- Pedro Núñez (1277-1286).
- Gonzalo Martel (1286)
- Pedro Fernández Mata (1286-1293).
- Juan Osórez (1293-1311).
- Diego Múñiz (1311-1318).
- García Fernández (1318-1327).
- Vasco Rodríguez de Coronado (1327-1338).
- Vasco López (1338).
- Alonso Meléndez de Guzmán (1338-1342)
- Infante don Fadrique Alfonso de Castilla (1342-1358).
- Garci Álvarez de Toledo (1359-1366).
- Gonzalo Mexía (1366-1371).
- Fernando Osórez (1371-1383).
- Pedro Fernández Cabeza de Vaca (1383- 1384).
- Rodrigo González de Mexia (1384).
- Pedro Múñiz de Godoy (1384-1385).
- Gercía Fernández de Villagarcía (1385- 1387).
- Lorenzo Suárez de Figueroa (1387-1409).
- Infante don Enrique de Aragon (1409-1445).
- Álvaro de Luna (1445-1453).
- Juan II Administrador (primera ocasión) (1453).
- Infante don Alfonso (primera ocasión) (1453-1454).
- Enrique IV de Castilla Administrador (1454-1462).
- Beltrán de la Cueva (1462-1463).
- Infante don Alfonso de Castilla (segunda ocasión) (1463-1467).
- Juan Pacheco (1467-1474).
- Alonso de Cárdenas en León primera ocasión (1474-1476)
- Rodrigo Manrique  en Castilla (1476-1477)
- Fernando el Católico, Administrador (1476-1477).
- Alonso de Cárdenas (segunda ocasión) (1477-1493).
- Reyes Católicos (1494).

  

    Según Pascual Madoz, en el año 1849 en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, en su tomo XIII:

    SANTIAGO DE LA ESPADA: orden militar española de caballeros cruzados, segun ia regla y estatutos de la misma: nada se sabe acerca de su primitiva fundación : algunos autores suponen que viene desde aquella donación tan celebrada del rey D. Ramiro, á la iglesia de Santiago de Galicia, después de la señalada victoria que obtuvo de los moros, libertando á Castilla del malvado tributo que sobre si tenia; pero D. Francisca Ruiz de Vergara y Álava, su caballero y consejero en el real dé las Ordenes, cuyas noticias seguimos en este articulo. se desentiende de este suceso, y dando como existente la Orden en el año 1.030 en que el rey Don Fernando I concedió al monasterio de monjas de Santi-Spiritus de Salamanca las encomiendas del castillo de Atalaya y castillo de Palomera, dice que en aquel tiempo poseían los caballeros muchos lugares y encomiendas, y en cuanto á su origen se refiere á lo que espresa la bula de confirmación en los términos siguientes: que algunos varones nobles pretendían reunirse en religión para purgar sus pecados de que se hallaban manchados en demasía, sin espresar cuándo y cómo esto sucediese; que estos varones decian, que no podian vivir bien ni religiosamente sin algunos clérigos que tuviesen cuidado de sus ánimas, y les administrasen en las otras cosas espirituales de que necesidad tuviesen; sobre lo cual habido su consejo y tratado con D. Cerebruno arzobispo de Toledo, D. Pedro Martínez arzobispo de Santiago, y con otros obispos y prelados de la tierra les dieron por consejo se llegasen al prior y canónigos de San Loyo en el reino de Galicia, cuya vida y costumbres en vestir y comer se parecia mas á la suya, que las de otros hombres : asi lo hicieron y concertados de esta manera los caballeros, prior y canónigos , vino en aquel tiempo á España por legado del papa Alejandro III, el cardenal Jacinto y los dichos freiles y caballeros, salieron á recibirle, agradándole y sirviéndole mucho, y a ruego de los prelados referidos aprobó el legado la orden de la manera que se lo permitían sus poderes , y cuando se hubo de ir de España llevó consigo al maestre D. Pedro Fernandez de Fuentencalada, y muchos de los caballeros y canónigos presentándolos delante del Papa, dióle razon de todo lo que para su religión y buen gobierno de ella pretendían, y suplicóle se la conlirmase. el papa lo hizo asi, le dio privilegios, aprobó sus constituciones é hizo exenta 1a orden y el lugar donde fuese cabeza, que aun no estaba determinado. (Bula de confirmación de Alejandro III, dada en Ferentino á 5 de julio de 1175).

    Para lijar este punto hubo varias dificultades: el prior y canónigos de Loyo, desde antes que recibieren en su hermandad á los dichos caballeros, tenian cerca de León un hospital que se nombraba San Marcos, el cual habia sido edificado por los ricos hombres de la tierra por servicio de Dios y salud de sus ánimas, y por muchos peligros que acaecían á los Romeros que iban o venian de Santiago, y allí estaba siempre un canónigo del monasterio de Loyo que administraba y daba limosna á los peregrinos que por allí pasaban.

    Sucedió que en poco tiempo los freiles fueron ganando y acrecentando la orden, con cuyo motivo tuvieron varias diferencias con el rey de León, y fueron tales que este monarca los echó de su reino y tomóles cuanto tenian, asi á los freiles como al prior y canónigos : todos se vinieron á Castilla , dieron parte al rey D. Alonso IX , de sus negocios y este los recibió muy bien, les dio heredades, y entre los lugares y villas que componian estas donaciones era una la villa de Uclés, con la condición de que hiciesen alli cabeza de la Orden: el prior D. Andrés, que entonces lo era del monasterio de Loyo, se estableció en Uclés á consecuencia de este acuerdo, é hizo allí su iglesia y convento, residiendo por lo común los grandes maestres en la villa de Ocaña, que también era de la Orden. Entretanto los ricos hombres que habían edificado el hospital de San Marcos, viendo como no se hacia en él la limosna como se solia y se debia hacer, y que los bienes del dicho hospital se perdían, rogaron al rey de León mandase volver al prior y canónigos, y otorgado por el rey enviaron á rogar al prior de Uclés que enviase algunos canónigos que mantuviesen aquel hospital de San Marcos de Leon y cumpliesen sus cargas: el prior envió cuatro canónigos y otro por prior á quien obedeciesen con tal condición, que este prior y canónigos, y los que después sucediesen, obedeciesen al dicho prior D. Andrés y sus sucesores ; pero con el tiempo se relajo esta obediencia llegando hasta el estremo de arrojar de Uclés al prior D. Gil y 40 canónigos de misa, con otros desórdenes semejantes.

    Ademas de los conventos de San Marcos y Uclés tenia la orden una casa en la villa de la Calera en Estremadura y en el capítulo general que se comenzó en Toledo á 11 de agosto de 1560 y concluyó en Madrid á 14 de setiembre de 1562 , fue acordado que él convento de San Marcos se trasladase á la casa de la Calera ; y en otro capítulo general, que se celebró en Madrid en 1563 se mandó que el convento de la Calera se trasladase á Mérida, y para esto hizo el rey merced de la fortaleza que está dentro de los muros de la ciudad con todo su distrito, rentas y jurisdiccion espiritual y temporal, y se ordenó juntamente, que el prior y convento de San Marcos tuviesen siempre bien reparado el hospital de San Marcos de León, con otras prevenciones para edificar el convento de Mérida; pero habiendo desagradado al rey la obra al pasar por Mérida en el año 1580 la mandó suspender, y en el capitulo general celebrado en 1600 se acordó restituir a la ciudad de León la la casa y convento de la orden y á allí se halla : pero siendo el territorio santiaguista de Estremadura de grande estension se envió un vicario general á aquella provincia que reside en la ciudad de Llerena, 2 provisores, notarios y otros oficiales para su buen servicio y administracion de justicia. Los conventos fueron estinguidos en 1830 como asociaciones religiosas, continuando las jurisdicciones privativas de los priores y vicarios y la del tribunal especial de las Ordenes en los asuntos que le son propios.

    Las dignidades existentes de la orden en la parte civil, son gran maestre; Srmo. Sr. D. Carlos Luis de Borbon, príncipe de Luca , comendador mayor de Castilla y de otras encomiendas: Srmo. Sr. infante D. Francisco de Paula Antonio de Borbon, comendador de varias encomiendas: Ecxmo. Señor D. Manuel Godoy, duque de la Alcudia , comendador de varias encomiendas; Excmo. Sr. D. Francisco Manuel de Villena, comendador de Bienvenida.

    En la parte eclesiastica son dignidades: el prior de Santiago de Uclés, y el de San Marcos de León.

    La dignidad de gran maestre ha venido transmitiéndose segun resulta del

    CATÁLOGO DE LOS GRANDES MAESTRES.

    I.  D. Pedro Fernandez de Fuentencalada; aunque le precedieron otros muchos, como este fue el que alcanzó la bula de la confirmación, se cuenta como el 1.°, y murió el año 1181 hallándose su sepulcro en la capilla mayor del convento de San Marcos de León.

    II. D. Hernando Diaz: no consta cuando y como fue elegido; pero habiéndose retirado al monasterio de San Tuy en las sierras de Buitrago á los 8 años de cargo, le hizo donación de él, el rey D. Alonso IX en 1205 con condición que la orden no tuviese que ver en él.

    III. D. Sancho de Lemos: fue en tiempo del mismo rey D. Alonso, 7 años maestre, y dejó el maestrazgo: parece que es este el que llaman en algunas escrituras de archivo

de Uclés, Sancho Fernandez.

    IV. D. Gonzalo Ordoñez: fue en tiempo del mismo rey 18 años maestre y lo dejó.

    V. D. Suer Rodríguez: en tiempo del mismo rey un año maestre y murió.

    VI. D. Hernán González: fue en tiempo del mismo rey 12 años maestre y lo dejó.

    VII D. Pedro Arias: se halló con el mismo rey D. Alonso en la batalla de las Navas, murió año 1 250.

    VIII. D. Pedro González de Aragón: fue poco tiempo maestre y dejólo en tiempo del rey D. Enrique I.

    IX. D. Martín Barragan: fue en principio del rey Don Fernando III poco tiempo, porque le mataron los moros en la guerra.

    X. D. Garci Sanz de Candamio: en tiempo del mismo rey D. Fernando, 2 años y lo dejó.

    XI. D. Hernando Coche, en tiempo del mismo rey un año, y dejólo.

    XII. D. Pedro González Mengo: en tiempo del mismo rey 2 años, y dejólo.

    XIII. D. Rodrigo Iñiguez: en tiempo del mismo rey un año y dejólo.

    XIV. D. Pelay Pérez Correa ; que en sus privilegios se dice D. Pae Pérez : sirvió mucho al santo rey D. Fernando en la guerra y conquista de Sevilla y Córdoba y obtuvo gran nombradia ; fue vencedor de los moros en Sierra Morena, repitiéndose en aquella batalla el milagro de Josué (V. Tudia). No hay certeza sobre el tiempo de su Maestrazgo, aunque parece cierto lo fue desde los 27 ó 28 años, del reinado de D. Fernando hasta los 26 ó 27 de D. Alonso el Sabio, que son 34 ó 35 años.

    XV. D. Gonzalo Ruiz Girón: matáronle los moros entrando con el infante D. Sancho, hijo de D. Alonso el Sabio, en la vega de Granada.

    XVI. D. Pedro Moñiz, á quien otros llaman Martinez: fue 6 años maestre y asi llegaría al fin del reinado de Don Alonso.

    XVII. D. Gonzalo Pérez Martel:. fue poco tiempo maestre al principio del reinado de Sancho el Bravo.

    XVIII. D. Pedro Fernandez Matas: fue poco tiempo maestre durante el reinado del mismo D. Sancho. En su época y año 1291 concedió el papa Nicolas IV á los caballeros de Portugal que eligiesen maestre separado, lo cual fue causa de graves contiendas.

    XIX. D. Juan Osorez: en su tiempo y año 1294 rebocó el papa Celestino la facultad concedida á los de Portugal para elegir maestre: comienzan los privilegios á hacer mención de él en 1294 y dura hasta el 1310.

XX. D. Diego Muñiz, al cual algunos falsamente llaman D. Diego Nuñez : hay mención de el hasta el año 1350.

XXI. D. Garci-Fernandez, llegó á ser tan viejo, que renuncio el maestrazgo por no poderlo servir en manera ninguna, año 1324.

XXII. D. Vasco Rodríguez Coronado , á quien algunos llaman Cornago. fue elegido maestre en Mérida cuando su antecesor dejó el maestrazgo y murió en 1337.

XXIII. D. Vasco López , sobrino del anterior: fue depuesto y huyó á Portugal.

XXIV. D. Alonso Méndez de Guzman , hermano de Doña Leonor de Guzman, madre que fue de los muchos hijos que tuvo D. Alonso XI. Murió sobre Algeciras en 1342 (*].

XXV. D. Fadrique de Castilla , hijo del rey D. Alonso y de Doña Leonor de Guzman: fue elegido maestre de edad de 10 años y el papa dispensó en la poca edad y en la bastardía: fue maestre 10 años , y lo mató el rey D. Pedro (su hermano) en Sevilla año 1338.

XXVI. D. Juan Garcia de Villagera, al cual la historia del rey D. Pedro llama D. Garcia de Padilla. fue dos años maestre: matóle D. Gonzalo Mejia, comendador mayor de Castilla en la vega de Belinchon cerca de Uclés: fue maestre por que lo hizo elegir el rey D. Pedro, y fue el primero que hubo casado, por que ya lo estaba al tiempo de su elección.

XXVII y XXVIII. El rey D. Pedro luego que supo que el maestre era muerto, hizo elegir á D. Garcia Alvarez de Toledo, y el rey D. Enrique su hermano y competidor hizo elegir al D. Gonzalo Mejia: después el rey D. Enrique se concertó con D. Garcia á que renunciase y quedó solo su protegido: D. Pedro, sabida la renuncia hizo elegir á Don Alonso López de Tejada; pero murió sin ser confirmado: murió D. Gonzalo en tiempo del mismo rey D. Enrique.

XXIX. D. Fernando Osorio: confirmado en el año 1372 y dispensado por ser hijo de Freiré, profesor de la orden.

XXX. D. Pedro Fernandez Cabeza de Vaca: murió sobre Lisboa de peste en 1384, que parece fue el mismo año de su elección.

XXXI. D. Pedro Muñiz de Godoy : fue hecho maestre á luego de la muerte del anterior.

XXXII. D. Garci Fernandez de Villagarcia : no constan pormenores.

XXXIII. D. Lorenzo Suarez de Figueroa : fue elegido en 28 de octubre de 1387; hizo el convento de Santiago de Sevilla donde está enterrado y murió año 1409.

XXXIV. El infante D. Enrique, hijo del rey D. Fernando de Aragpn. fue electo siendo de 9 años de edad y murió en Calatayud año de 1448.

XXXV. D. Alvaro de Luna, condestable de Castilla, bien conocido por sus hechos y trágico fin en 1453: el rey Don Juan II tuvo después la orden en administracion un año que vivió , y luego la tuvo D. Enrique IV otros 15 años.

XXXVI. D. Beltran de la Cueva, duque de Alburquerque á quien lo dio el rey D. Enrique IV, en tanto que el infante su hermano tenia edad suficiente: lo tuvo con estas consideraciones 2 años dándole luego el rey ciertas villas en recompensa.

XXXVII. El príncipe D. Alonso, que después se llamó rey en vida de D. Enrique IV su hermano: murió en Arévalo año 1478 habiendo renunciado pocos dias antes el maestrazgo.

XXXVIII. D. Juan pacheco , marqués de Villena, murió en Trujillo en tiempo de D. Enrique IV.

XXXIX. El marqués de Villena, hijo del dicho D. Juan Pacheco, al cual el rey D. Enrique dio el maestrazgo y envió por la confirmación; y antes que se sacase murió el rey, y por haber habido en su nombramiento alteraciones en el reino no fue confirmado.

XL. D. Alonso de Cárdenas, el cual al principio no fue maestre general porque se dividió el maestrazgo entre él y D. Rodrigo Manrique, el cual fue maestre de la provincia de Castilla y D. Alonso de la de León , con la condición de que fuese maestre general el que sobreviviese: muerto D. Rodrigo hubo todo el maestrazgo el dicho D. Alonso: fue natural de la villa de Ocaña, hijo de D. Gárci-Lopez de Cárdenas, comendador mayor de León: murió en tiempo de los reyes Don Fernando y Doña Isabel y está enterrado en Santiago de Llerena la cual iglesia él fundó y dotó.

Por muerte de D. Alonso de Cárdenas, sucedieron á la administracion de la orden los referidos reyes por bula del papa Alejandro VI, y por último, el papa Adriano hizo perpetua la administracion en los reyes de España segun sé halla.

La orden de Santiago de la Espada posee todavia en España ciertos territorios. en los que hoy ejerce solamente la jurisdiccion eclesiastica, ó el derecho de patronato los cuales son el número de pueblos que cada uno comprende, iglesia y sacerdotes que se espresan en el siguiente estado.